30.

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El pie de Donghyuck subía y bajaba con insistencia. Él tenía clavada la mirada en algún punto de alguna baldosa color ocre, mientras su tía se encontraba hablando con el director en la oficina a espaldas a él.

— ¿Dongsook? — Oyó la voz de la secretaria. Donghyuck detuvo el movimiento de su pierna enseguida y elevó su mirada hacia ella, frunciendo el ceño. — ¿Eres Lee Dongsook?

Donghyuck guardó silencio. Amagó a decir algo, pero se detuvo antes de hablar. Después de pensar un poco más, habló finalmente.

— ¿Parece que soy Dongsook? — Espetó con obviedad, poniendo la voz más gruesa que pudo, intentando que la mujer se dé cuenta de que era hombre.

Ella parpadeó repetidamente, obviamente sorprendida, pero luego se encogió de hombros.

— La verdad, sí.

Donghyuck lanzó un bufido y escondió su rostro entre sus brazos. Luego se despeinó bruscamente, y se apeó de un salto al oír que la puerta de la oficina se abría detrás de él.

Observó cómo su tía apretaba su mano con el director del internado, y luego sus miradas se encontraron.

— ¿Qué te pasó en el pelo? — Preguntó ella. Donghyuck inmediatamente comenzó a peinarse con los dedos. — ¿Un tornado?

— ¿Y a ti? — Le preguntó él. — ¿Dos tornados?

Su tía le dio un correctivo, provocándole una pequeña risa.

— ¿De qué te ríes, mocoso? — Bramó ella, peinándose disimuladamente algunos mechones de cabello.

— ¿Lee Donghyuck? — La grave voz del profesor lo llamó. Donghyuck se enderezó enseguida y se giró hacia él.

— Sí, soy yo. — Respondió.

— Mucho gusto, soy el director Im. — Se presentó, estrechando su mano. — Bueno, como no es común que un alumno se transfiera en esta época del año, y no tenemos tiempo suficiente para realizar todo el papeleo correspondiente, tan solo te inscribí en el curso de tu hermana así ella puede ayudarte si es que no entiendes algún tema que se está desarrollando. — Sonrió. — Si me permite, señora, conduciré a su sobrino al salón de clases.

— ¡Oh, claro, por favor! — Hizo una reverencia hacia el director, y luego se dirigió hacia Donghyuck. — Mas te vale que te portes bien o en serio te tiraré en un basural. — Le susurró. Dicho eso se volteó para irse.

Donghyuck aprovechó el momento para rodar los ojos, y luego se volteó hacia el profesor.

— Por aquí. — Le indicó, comenzando a caminar.

Donghyuck sintió que su suerte se había acabado. Debido a que los tres, su hermana, su tía y él, se habían quedado dormidos en la mañana, había perdido el bus. Y, gracias a eso, había logrado no verle el rostro en la mañana a Mark. Después de todo, él le había dicho que comenzaría a tomar el bus para ir a la escuela.

Luego de eso, por algún motivo, había llegado al colegio antes que el bus: Segundo golpe de suerte, pues nuevamente evitaría el rostro de Mark. Y, después de pasarse la mitad de la mañana en la sala de espera a la oficina del director, su suerte estaba acabándose.

Conociendo de memoria el camino que estaban tomando, comenzó a debatirse entre salir corriendo y lanzarse por una ventana sin que el director se diera cuenta, o comenzar a hacer macumbas para que se lo chupe el demonio.

La primera opción parecía ser la más fiable.

— Llegamos. — La voz del profesor lo sacó de sus pensamientos.

Primera opción desechada, el director se daría cuenta si Donghyuck comenzaba a correr.

— Eh, sí. — Respondió Donghyuck.

¿Era posible ponerse a hacer una macumba en el medio del salón de clases?

— Déjame hablar con el profesor antes. Él no está ni enterado.

Una vez que el director haya entrado al salón de clases, la opción de lanzarse por la ventana volvió a cruzársele por la cabeza.

Sin pensarlo otra vez, corrió hacia la ventana más cercana. Comprobó la altura, y recordando que ya había saltado una vez sin resultar herido, se decidió: Saltaría. Dio tres pasos hacia atrás, suspiró, y...

— ¿Lee? — Se enderezó.

La voz del director lo tomó por sorpresa.

— ¡Sí! — Exclamó, volteándose a verlo.

— ¿Qué hace ahí?

— Tenía calor. — Respondió un segundo demasiado rápido.

El director frunció el ceño.

— Vamos, el profesor y sus nuevos compañeros lo están esperando. — Le indicó, y Donghyuck lo siguió.

Una vez que él estuviese adentro, el director saludó al profesor y se volvió hacia su oficina.

Al final Donghyuck tendría que hacer una macumba.

— ¡Silencio alumnos! — Ordenó el profesor mientras aplaudía. — Él es un nuevo alumno que nos acompañará hasta el final del año, su nombre es Lee Dong...— Enmudeció al verlo. Acto seguido desvió su mirada hacia Dongsook, y de vuelta a Donghyuck. — hyuck. — Finalizó.

Donghyuck puso la mirada en blanco al notar que todos los alumnos hacían lo mismo. Llevó sus ojos hacia su hermana, la cual se encontraba sentada en la esquina contraria de donde estaba Iseul. Ella lo observaba con el entrecejo fruncido, claramente enojada por lo sucedido la noche anterior: Él le había dicho que no le enseñaría a pelear.

— ¿Doppelgänger? — Murmuró Sunhi.

Donghyuck bufó.

— Soy Lee Donghyuck. — Hizo una reverencia.

El profesor, incómodo, esperó a que Donghyuck haga una presentación más completa. Al ver que él ya había concluido con su introducción, apretó los labios.

— Bueno...— Comenzó a decir. Donghyuck clavó su mirada en él, poniéndolo nervioso. — Puedes sentarte al lado de...

Donghyuck no esperó a que él terminase de hablar. Avanzó por los pasillos formados por los pupitres y se sentó a un lado de su hermana, siendo todos sus pasos vigilados por los demás alumnos. Una vez en el lugar, observó a su hermana a los ojos. Sus miradas se encontraron, pero ella la desvió rápidamente mientras soltaba un bufido. Donghyuck imitó la acción, y ambos clavaron su vista al frente, cruzando los brazos.

— ¿Son... Gemelos? — Preguntó Minkyung.

Donghyuck, rodando una vez más los ojos, se giró a mirarlo. Planeaba darle una respuesta sarcástica, pero sus ojos no se encontraron con Minkyung. En cambio, se encontraron con un Mark que lo observaba desde detrás de Minkyung y a un lado a Jaemin, con todo el asombro dibujado en su rostro y con la mandíbula a punto de desencajársele.

...

Macumba: Ritual o culto fetichista propio de los negros brasileños, que combina elementos del animismo africano, del catolicismo y de la hechicería con danzas, tamborileo y cantos.

Doppelgänger: Vocablo alemán para definir el doble fantasmagórico de una persona viva.




Maratón 3/?

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