Capítulo 22.

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Me desordeno mucho mi cabello rizado con las manos a pesar de que sé que después me arrepentiré de haberlo hecho y vuelvo a mirar a la cama donde se encuentra los tres atuendos que escogí, el primero es un crop top de encaje de flores de color beige y una falda del mismo color y con el mismos encajes que llega 5 dedos arriba de la rodilla, el segundo es un enteriso de short y manga larga beige con una parte abierta entre los senos con encaje y el tercero es un enteriso también de falda short mostaza con mangas largas que comienzan desde abajo del hombro y las mangas son abiertas, de tela lisa y tiene un accesorio para el cuello hecho con la misma tela.

—Ruth, ya lle.... —dice entrando de repente Bárbara, la miro con una cara de desesperación y ella se ríe —. Vaya, los tres son buenas opciones.

—Ya sé —veo que ella tiene un short negro, una camisa roja abierta un poco y unos tacones negro, se ve hermosa y más con su cabello negro suelto.

—A ver, Ruth —dice mientras mira la ropa—. En todo el tiempo que he sido tu amiga es obvio que te he prestado tanta atención como para saber que el beige significa que estás nerviosa y el mostaza es una mezcla entre que estás feliz y nerviosa así que voto por ese último.

Me muerdo el labio inferior, agarro el mostaza, me quito la toalla y comienzo a colocarmelo.

—¿Que tal? —le pregunto mientras me miro en el espejo, me arreglo mejor la ropa e intento organizar mi cabello.

—De ahí no das más —me dice Bárbara a lo que yo respondo mirándola mal desde el espejo y ella se ríe—. Te ves bien, ahora falta domar ese cabello tuyo.

—Compré un secador especial para mi cabello en Ponto —le cuento emocionada y corro a buscarlo.

—Ese lugar es una maravilla.

Dímelo a mí, soluciona mi vida.

Lo conecto, lo prendo y dejo que Barbara descifre como se utiliza, o mejor dicho, le mostré el vídeo que encontré en Youtube porque de solo ver que el bocaquilla muy grande y con puntos raros me aleja de esa máquina.

Al terminar admito que me gusta como me ayudó con los rizos, dejo que ella me haga un maquillaje que consiste solo en sombras casi del color de mi piel, delineador, me pintó un poco mis cejas, polvo un poco, rubor y labial rosado.

—¿Que harías sin mí?

—Seguiría solo echándome polvo, rubor y brillito en los labios —le respondo y me rio mientras me coloco mis tacones de color new.

—Dios, menos mal que me tienes —dice y yo asiento—. Vamos ya.

Me levanto de la cama agarrando mi pequeño bolso también de color mostaza, bajamos la escalera y al salir nos metemos enseguida en el carro de Barbara que canta "Destino" de Greicy y Nacho mientras llegamos al lugar aunque yo solo logro pensar en como debería actuar y luego recuerdo que estaré bien siendo yo misma. Al llegar veo que es un restaurante muy bonito y elegante, tiene flores afuera del lugar y también mesas para sentarte ahí, me hace recordar al lugar donde siempre iban a comer los Simpson cuando tenían dinero.

—¿Preparada? —me pregunta, le agarro de la mano y le dedico una sonrisa nerviosa a lo que ella responde apretándome fuerte la mano.

Abre la puerta del restaurante-bar donde todos nuestros compañeros de escuela nos están esperando, al entrar los buscamos con la mirada y vemos a una chica de cabello corto negro, piel blanca, enana y de ojos cafés que nos está saludando con la mano desde lejos y creo que es Dana así que le sonrío un poco y caminamos hacia ellos aún sin sortarnos de la mano.

Sin ellos.Where stories live. Discover now