Capítulo 23.

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Luego de llegar a mi casa aun desconcertada con lo que me confesó, pensé que todo lo que decía sobre el hecho de que las mujeres al gustar de un chico, solo se fijan en él y eso es bueno cuando es un amor correspondido o cuando sabemos que esa persona es buena y no le gusta alguien porque así puede haber la posibilidad de que pueda existir un romance entre los dos, pero cuando no es así cometemos el error de olvidar que hay mas hombre mucho mejores o peores que él que te llama la atención. Yo hice eso, me centré solo en él y perdí una gran oportunidad —o al menos eso creo— de enamorarme de Mauricio o de cualquier varón bueno, sé que tampoco hay que arrepentirse de lo que ya se vivió y que ni sé si hubiera resultado mejor o si estaría feliz. 

Al fin y al cabo todo lo que me sucedió en el pasado me ha hecho la mujer que soy, mas fuerte, mas cuidadosa, un poco desconfiada —me faltaba mucho de eso en ese entonces— y me considero que he pasado mas feliz que triste y además he conseguido todo lo que he querido.

Pero a pesar de que tengo presente todo esto en mi mente y en mi corazón, debo admitir que no he podido o no he querido dejar de imaginar si me hubiera enamorado de Mauricio, me imagino siendo feliz en ese entonces, riendo con él y abrazándolo. Pero ya todo está en el pasado y eso no se puede cambiar, pero hay algo que sí como por ejemplo ser amiga de él.

—¿Hola? —dice Mario desde atrás de la puerta de mi oficina—. ¿Puedo pasar?

—Claro.

—¿Y ahora te puedo sacar de aquí? —pregunta mientras va entrando Mario porque no queda ni un rastro físicamente de María aunque así como era bonita siendo mujer, lo es siendo hombre.

—Estoy trabajando —digo lo obvio.

—No en un minuto —responde sonriendo y mira el reloj que está puesto en la pared que está detrás de mí—. Ya, vámonos, son las 12.

Me rio de sus locuras y lo veo abrir la puerta para que yo salga, me levanto de mi silla y camino hacia afuera de mi oficina.

—Solo tenemos dos horas, los sabes, ¿cierto?

—Me basta solo 10 minutos para hacerte gozar —afirma muy seguro y lo miro asqueada al ver que muestra sus dedos.

—Por Dios, Mario, no soy una de tus chicas —le digo empujándolo un poco y él ríe—. Todo un mujeriego ahora.

—Sabes muy bien que no lo soy— dice, me pasa un brazo por los hombres y caminamos hacia en ascensor, él presiona el botón y a los segundos se abre las puertas.

—¿Que haces aquí? —es lo primero que sale de mis labios al verlo.

—Venía a invitarte a comer —dice y sonríe de manera nerviosa—. ¿Y ustedes para donde van?

—Vamos a comer por ahí —le informa a Lucas y luego se acerca a mí oído—. ¿Es él?

—Sí —le susurro, enseguida él deja de abrazarme y le tiende la mano a Lucas.

—Mucho gusto, me han hablado de tí —dice con una sonrisa, decido entrar al ascensor para que la conversación sea mas corta y él me sigue—. Soy Mario y tú debes ser Mauricio.

—Soy Lucas —dice frunciendo el ceño y yo quiero que me trague la tierra, los dos me miran.

—Lo siento, soy malo con aprenderme los nombres —intenta arreglar las cosas. 

—¿Quieres acompañarnos? —le pregunto y las puertas de el ascensor se abren.

—Tranquila, podemos salir luego por ahí, ¿cierto? —responde sonriendo y yo asiento mientras lo veo irse.

—Vale, creo que eso no estuvo para nada bien —comenta Mario y yo lo miro mal. 

—Vayámonos rápido.

***

Llevo mas de media hora buscando las llaves de mi casa con Mario, pero él ni siquiera se acuerda de donde la guardo desde que salió y como pensó que yo tenía una copia entonces no me dijo nada así que intento no enojarme porque lo normal sería que la tuviera, la solución en la que pienso es llamar a Barbara para que me traiga la llave que le dí.

—¿El vigilante no tendrá una? —pregunta y quiero golpearme en las cabeza por el simple hecho de no haberlo recordado.

Busco mi celular en mi bolso y al encontrarlo llamo al vigilante que contesta luego de unos segundos preocupado. 

—Se me perdió la llave y no he podido entrar a mi casa —le informo y él dice que ya enseguida va, cumpliendo su palabra llega en muy poco tiempo y nos abre la puerta de mi vivienda—. Muchísimas gracias.

—Es mi trabajo, señorita —dice y se marcha. 

—Me buscas la llave, la quiero para mañana, Mario —le digo enseguida que entro a la casa y lo veo cerrar la puerta.

—Está bien, mamá —dice burlándose. 

Voy directo a mi cuarto, me quito la ropa y busco una pijama para colocarme cuando me suena mi celular varias veces. 

—Hola —me saluda enseguida que contesto.

—Hola, ¿cómo estás? —le pregunto agarrando mas fuerte el celular mientras con la otra mano intento cambiarme. 

—Bien, ¿y tú? ¿cómo les termino de ir?

—Excelente, apenas acabamos de llegar porque me acompañó en el trabajo también —le respondo a Lucas y dura en silencio unos segundos—. ¿Y tú que hiciste?

—Nada, solo descansar ya que hoy en la tarde no tenía que trabajar—me cuenta. 

—Oh, entonces no podremos salir —comento mientras termino de colocarme la pijama y me tiro en la cama.

—Claro que sí, podríamos ir a hacer cualquier cosa mañana.

—Si, está bien. 

—Mañana cuadramos todo porque ya estoy apunto de irme a trabajar, ¿te parece bien? —me pregunta y siento que lo hace por lo que pasó en nuestra cita.

—Me parece bien —concuerdo con él y otra vez queda en silencio—. ¿Pasa algo?

—No, solo que quiero decirte algo pero no quiero incomodarte.

—Dime.

—Te extrañé, te veías igual de hermosa que cada vez que te veo, me hubiera gustado estar contigo hoy y realmente quiero que salgamos mañana —dice un poco rápido y yo sonrío—. No tienes que responder igual si no lo sientes, siempre honestos.

—¿Es este el chico que tiene cara de chico malo? —bromeo.

—Nunca he sido un chico malo con nadie —susurra y esta vez soy yo la que se queda en silencio porque no sé que decir, aunque aparentemente es verdad y lo único que me hizo pensar mal de él era su forma de acercarse a mí o tal vez solo fueron locuras mías—. Bueno, te hablo por WhatsApp. Adiós.

—Adiós.

Cuelga y enseguida me manda un mensaje que dice "Tu voz es hermosa", sonrío un poco hasta que veo el mensaje que me acaba de mandar un número que no tengo registrado "¿Soy el único que cree que deberíamos ser amigos?", sé que es Mauricio o eso quiero.

No demoro en preguntar si es Mauricio y enseguida al ver una respuesta positiva le digo que no es el único ya que creo que puede existir una buena amistad entre los dos.

-*-

Ya sé que me demoré un poco en actualizar, pero aquí está. 

Gracia por leer lo que escribo, los quiero.

Sin ellos.Where stories live. Discover now