Capítulo 3

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Hola! Aquí estoy de nuevo jeje, este fanfic no lo actualizo tan a menudo como el de Breacking Chains básicamente porque el otro ya está escrito y este no, por lo que me lleva más tiempo. 

Espero que os guste este nuevo capítulo, me muero por leer vuestras opiniones. Sin más os dejo leer y disfrutar. Hasta pronto!

III

El día había sido largo y duro, la fotografía de Inés, enviada por sus captores como prueba de que seguía viva, junto a una nota de su puño y letra, se había quedado grabada en su memoria torturando una y otra vez sus pensamientos.

Solo llevaba tres días de encierro y ya había empezado a hacerle mella, se la veía demacrada y con pronunciadas ojeras fruto del mal descanso y, seguramente, la crispación y los nervios que debía sentir al estar encerrada sin conocer cuál sería su destino a corto plazo.

Por lo menos parecía ilesa ya que no había en aquella fotografía rastro de maltrato físico y suspiraba aliviada al pensarlo... tres días de absoluta agonía sin poder sacar a Inés de su cabeza en ningún momento y, tras conocer el destino de la joven, el sentimiento de angustia y desesperación se ancló en su pecho impidiéndole respirar con normalidad... Una única idea en su mente, descubrir a los mal nacidos que habían osado atentar contra Inés arrebatándosela y destruirlos.

En las largas reuniones que habían mantenido con los cabezas de cada partido político para analizar la situación y las posibles soluciones a la misma, veía caras preocupadas y angustiadas, caras serias, caras llenas de crispación y nervios ya que la noticia había trascendido a los medios de comunicación y todo el país hablaba únicamente del secuestro de Inés Arrimadas... mas se sentía sola en medio de un mar de buitres porque nadie en aquella sala de juntas sería jamás capaz de entender el huracán de emociones que bailaba en su interior, solo Pablo era consciente de su situación sentimental con Inés y guardaba un respetuoso silencio, atento a cada gesto de su ex mujer por si esta necesitaba su apoyo en esos duros momentos que estaban viviendo. Él mismo se sentía sobre pasado por la situación ya que, después de tanto tiempo soportando la relación que ambas mantenían y comportándose civilizadamente con ellas por el bien de sus hijos, sin quererlo había llegado a sentir un cariño especial por aquella mujer de ideas tan contrarias y a la vez tan apasionada, fuerte y decidida, la misma que era capaz, sin pretenderlo, de hacer que Irene sonriese como no lo había hecho nunca antes.

La reunión llegó a su fin, Irene hacía un rato que se había marchado buscando aire y él decidió salir a su encuentro pues no pensaba dejarla sola en ningún momento.

Repasaba mentalmente una y otra vez en su cabeza las demandas absurdas de los secuestradores, sabía ya de ante mano que nadie con dos dedos de frente las aceptaría ya que, aparte de la ingente cantidad de dinero que pedían a cambio de su liberación, exigían el cese inmediato del gobierno vigente y un golpe de estado militar, semejante al protagonizado por Franco que acabó derivando en una guerra civil... una locura que, a pesar de la ideología de cada uno de los presentes en aquella reunión, ninguno estaba dispuesto a permitir que se llevase a cabo.

Le dolía la cabeza, tantas horas de discusiones sin sentido y charlas que no llevaban a ninguna parte habían conseguido agotarle y sobre todo desanimarle ya que, camino a encontrarse con Irene, no tenía nada nuevo que pudiese aliviar el dolor y la angustia de su ex.

Finalmente la encontró, sentada en un banco no muy lejano, con lágrimas silenciosas descendiendo por sus mejillas y la nota que Inés había escrito entre sus manos. Verla tan destruida le provocó un nudo en el estómago, nadie más que el entendía por lo que Irene estaba pasando y rogaba interiormente que toda esa pesadilla terminase pronto, así su ex mujer podría volver a sonreír como solo lo hacía con Inés a su lado.

Without youNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ