Friends. [En Pausa]

XVII

Un escaso destello de luz, que subyace por causa de la puerta que no está totalmente cerrada, invade la oscura habitación de clima invernal y se dirige exactamente al rostro del niño que sumergido en un sueño profundo se encuentra. El claro e intenso destello interrumpe a paso lento el sueño del pequeño y aclara de apoco su visión sacándolo del inconsciente estado; pero no es del todo que despierta; no hasta que su padre ingresa sonriente a la habitación cambiando el clima templado en ella por uno cálido y reconfortante con tan solo su presencia.

La oscuridad del ambiente desaparece siendo reemplazada por miles de tonos de diferentes colores. Colores que impregnan en cada rincón y que junto al aroma y al clima que se presencian hacen sentir vivo hasta al más muerto de los seres. El silencio se torna ligero y agradable como el más placentero canto de un ave mientras el joven es su cama siente aliviada el alma, aliviado el hecho de vivir.

—Arriba pequeño campeón —le susurra con paciencia el robusto hombre a su hijo que casi instantáneamente levanta sus parpados regresando del profundo sueño con cierto grado de dificultad ya que la luz ahora desparrama equitativamente por todo el cuarto lo invade y encandila.

Con un abrazo y un beso de buenos días recibe a su padre que agachado al pie de su cama se encuentra. —Hoy es nuestro día; hoy ganamos —entona convencido el mayor haciendo referencia al partido de futbol que por la siesta jugaran ambos en el mismo equipo, para luego retirarse de la habitación.

— ¡No! ¡No! ¡No te vayas! —exclama desgarradamente el pequeño al observar como la figura de su padre retrocede a paso lento llevándose consigo el ambiente cálido y reconfortante; pero este no se inmuta al ver la desesperación de su primogénito e único hijo. El joven Dave suplica una y otra vez que su padre regrese pero él solo se retira del cuarto y cierra por completo la puerta, terminando así con el último destello de luz en la oscura habitación de clima invernal.

03/04/2019

10:43 a.m.

Dave:

Por impulso abro mis ojos e intento calmar mi cuerpo para lograr respirar adecuadamente. Esta vez no es Brad quien me inquieta sino un sueño recurrente que no logro superar ni olvidar. Me inquieta lo especifico que es; siempre empieza y termina de igual modo y en cada una de las reiteradas ocasiones que se manifiesta los detalles permanecen tal y como la primera vez que lo soñé.

Sin duda representa un hecho que no logro superar; un trauma, la muerte de papá. Pero lo extraño es que nada en el sueño es concreto ni tal como en verdad sucedió. De todas formas voy a evitar el tema; al menos por hoy que es domingo, domingo de soledad y acompañado de tormentos me llevaría a un trágico final. Final que deseo evitar o postergar.

Me levanto decidió a bañarme; no sin antes golpearme la frente por lo que planeo desarmar por la tarde está maldita cucheta; y decido que el silencio será mi mejor compañía por lo que no prendo la radio. Aunque el silencio depende también de Brad quien parece comprender que lo necesito; o al menos eso creo ya que no pronunció si quiera una palabra.

Observo por una de las tantas ventanas de la inmensa casa que el clima cambio radicalmente a comparación de los últimos días. La luz del sol predomina en absoluto mientras el cielo conserva un azul en todo su esplendor, por más intentos que haga no logro divisar ni una nube siquiera.

Me dirijo al baño principal de la casa, escalera abajo, donde también se encuentra el lavadero. A diferencia de los baños individuales de cada habitación que son de menor tamaño y solo tienen una pequeña ducha, en él una bañera blanca cuyos bordes son de un tono dorado es lo exótico, al igual que su extensión; es más grande que mi habitación y baño juntos.

Pongo mi ropa junto con mis sabanas en el lavarropas y simultáneamente abro el grifo para llenar la bañera; si fueron cinco las veces que me sumergí en ella es mucho. Sinceramente prefiero la ducha ya que me resulta más práctica. En lo que la tina se llena enfocó mis pensamientos en la estructura de mi casa.

Siempre supe que es una casa antigua, la abuela se encargaba de hacérmelo notar mientras recordaba su infancia en la misma; si bien tuvo varias modificaciones; la edilicia mantuvo el formato inicial. Su extensión es casi tan grande como el inmenso patio de la misma. En la planta baja el living es lo que más actualizado, junto a la cocina, el comedor y el patio interno, está. Por otro lado las cuatro habitaciones de la ya mencionada superficie mantienen el aspecto rustico y de los años '50, '60, al igual que la primer y única pintura de sus paredes; la cual se derrumba a pedazos con tan solo tocarla; una más deteriorada que otra, pero claro estas prácticamente no se usan; es más, una está clausurada.

Por otro lado está la planta alta y la terraza cuyo aspecto es más agradable y moderno. Subiendo la imponente escalera de mármol color marfil lo primero que se aprecia es una sala de estar, que en realidad es un espacio vacío con un sofá en el centro y unos refinados muebles a su alrededor. Cruzando esta sala se divisa un pequeño pasillo el cual dirige a tres posibles puertas. La más cercana, que a la derecha se encuentra, es mi habitación, luego le continúa otra casi frente a mi puerta la cual da a una sala de juegos donde hay una mesa billar y otras cosas que eran de papá. Por último una puerta al fondo del reducido pasillo que da a un balcón cuya extensión es bastante considerada. La vista desde el balcón, da directo al patio y si saltas del mismo caerías adentro de la piscina; aunque esta se encuentra vacía ya que nadie la usa.

En fin realmente es una casa enorme donde lo rustico, vejestorio y decadente se combina con lo delicado, lujoso y moderno creando así un ambiente bipolar a la vista.

Cuando al fin la prominente bañera se llena me zambullo en completa desnudes dentro de la misma y permanezco horas en su interior, a tal punto que el agua, ya fría, relaja mis músculos por completo trasladándome a un estado donde estos no responde mis impulsos nerviosos.

Tal vez por inercia o tal vez por mi propia voluntad, mis manos y brazos lentamente pierden el agarre sobre los bordes de la bañera, el cual me mantiene en flote. Mi piel resbala sobre la superficie de la blanquecina de bordes dorados y no hay nada que pueda hacer para detenerlo. Todo mi cuerpo está en trance y no responde a mis desesperadas intenciones de reflotar. De un segundo a otro mi cuerpo se hunde por completo en la bañera cubriéndose totalmente de aquel helado líquido llamado agua.

Contengo la respiración el mayor tiempo posible, lo más que puedo hasta que siento una presión en todo mi cuerpo, una sensación de falta de oxígeno que me llevaría a explotar y es cuando suelto el aire contenido en mis cachetes y fosas nasales; él cual inmediatamente se convierte en pequeñas burbujas que escapan a la superficie y en su lugar obtengo agua que invade completamente mis vías respiratorias.

Cada segundo se vuelve más amargo y pesado; un intenso y agudo sonido hace eco en mis oídos retumbando en mi interior una y otra vez mientras siento como lentamente la última burbuja, la última partícula de aire, se escapa de mí. Siento perecer mi cuerpo de saturación; siento como me debilito, siento como el helado liquido obstruye mi interior; siento como muero y no puedo hacer nada.

Todo eso y tal vez más sentía ahí sumergido desvaneciéndome por completo hasta que me salvó. Tomó mi rostro y lo llevo inmediatamente hacía la superficie. Me mantuvo así hasta que logre expulsar parte del líquido que involuntariamente había ingerido, hasta que puede sentir como el oxígeno ingresaba nuevamente en mí y me revivía abruptamente. Así, hasta que recuperé el mínimo suficiente de fuerza para salir de aquella bañera y ahí fue cuando sin decir nada se retiró.

Él lo hizo; Brad me salvó.

- n i c -

Doble actualización...

Hoy 05/04/2019 se cumple un mes de que publique el primer capítulo de Friends; solo tengo para decir que me hace feliz escribir esto, me hace feliz ver todo el apoyo que le dan a la historia y me encanta leer sus comentarios. Me hacen bien. (Siento mucho más que eso pero no encuentro palabras .-.)

Gracias por todos y cada uno de sus votos y comentarios, los quiero aunque no los conozca.