2. Prisioneros

138 8 0
                                    

Hikaru no puso resistencia alguna cuando Haizaki le colocó el bozal y le amarró la cuerda alrededor del cuello como si fuera un collar, al menos esta no la ahorcaba. Haizaki comenzó a jalar la cuerda mientras caminaba, a la vez que le exigía a la menor que lo hiciera, Hikaru cojeaba mucho al caminar y no podía hacerlo muy rápido por la herida, ni siquiera había sacado la flecha de la pierna.

Luego de media hora de camino llegaron a las afueras del pueblo, Hikaru quedó de cierta forma asombrada ante la movilidad del pueblo. Aquella era una sociedad completamente diferente a la que ella conocía, estaba acostumbrada a interactuar con animales y diversas criaturas, la sociedad en el bosque manejaba el igualitarismo y los únicos que tenían más poder que otros eran los guardianes, que podría decirse eran quienes imponían las leyes, además de que convivían con la naturaleza.

Ahora estaba rodeada por una sociedad en donde solo los humanos interactuaban, la única humana que había conocido hasta ese momento había sido Haizaki; los animales con los que tanto convivía se veían exhibidos en lo diferentes puestos de mercado, degollados, destrozados y despellejados; le daba náuseas, a Hikaru le repugnaba ver eso.

Los habitantes vieron con sorpresa y desprecio la llegada de la cazadora junto con su presa y comenzaban a murmurar cosas, gracias a Kidou la gente se había convencido desde ya hacía mucho tiempo que cualquier criatura proveniente del bosque era peligrosa y había que marginarla; Hikaru era consciente de ello, su padre se lo había contado cuando era pequeña.

La lobita pensaba que los murmullos, las palabras llenas de odio y las miradas juzgadoras iban dirigidas hacia ella, aquello hizo que su ánimo bajara aún más, si es que eso era posible; bajo sus orejas al igual que su cabeza, nunca había sido juzgada así por todo un pueblo y lo odiaba.

Pero había algo que Hikaru no sabía: estaba en medio de una sociedad machista, no en una igualitaria como en el bosque; no todas las cosas que murmuraban ni todas las miradas iban para ella, mucho de eso iba dirigido a Haizaki, la cazadora lo sabia y prefería ignorarlo.

Era lógico que sucediera, Haizaki era una chica en edad casadera que había rechazado más de una oferta de matrimonio, ella misma había decidido dedicarse a la caza, una actividad que, para ese entonces, era solo de hombres; además de que usaba prendas de hombre, a la hora de cazar era mucho más cómodo y ayudaba a su agilidad.

Haizaki se abrió paso junto con la loba por en medio de la gente, quiénes no les quitaban las miradas de encima; luego de caminar por varios minutos se detuvo en una frente a una casona. La cazadora suspiró pesadamente antes de entrar, Hikaru se limitaba a ver a su alrededor todo lo que pasaba.

-¿En donde se metió?- murmuró Haizaki mientras recorría la entrada para llegar a la sala -maldita sea... ¡KIDOU! ¿EN DONDE TE METISTE?

-¡¿Qué demonios quieres ahora?!- se escuchó la potente voz del hechicero desde el segundo piso -espero que esta vez valga la pena.

Seguidamente se escuchó como alguien bajaba las escaleras, poco después Kidou hizo acto de presencia en la sala. Él, al ver que la cazadora no venía sola, dibujo una sonrisa en sus labios.

-Veo que por fin has logrado traerme a uno de esos malditos lobos.

Kidou se acercó a Hikaru mientras Haizaki le entregaba la cuerda que tenía amarrada Hikaru a él. La lobita intento retroceder, Kidou tenía una presencia intimidante, pero le fue imposible hacerlo.

-Hice lo que me pediste, te traje a la criatura que querías- dijo Haizaki de forma seria -ahora cumple tu parte del trato.

-¿Ah? Lo haré... Cuando me muestres al otro.

-¡¿Disculpa?!- la expresión en el rostro de la cazadora denotaba confusión -eso no era parte del trato... ¡Me dijiste que te trajera a uno de ellos y aquí está!- aprovechó que aún estaba cerca de Hikaru para tomarla con algo de fuerza del brazo, acto seguido la empujó hacia Kidou, quien sostuvo a la loba por los hombros.

|FINALIZADO| Sangre De Cazadora [Inazuma Eleven AU]Where stories live. Discover now