11. Esperanza

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Quizás Kidou ya daba señales de querer deshacerse de la lobita, y si quería hacerlo, ya quería matarla, pero necesitaba la sangre de un lobito macho antes de hacerlo; el combinar la sangre de un lobo macho con la de una hembra lo haría más poderoso al consumirla en forma de pócima, pero necesitaba que no fueran familiares.

Por eso es que la aparición de Asuto había sido casi que una bendición para Kidou, sin embargo Haizaki estaba tardando más de lo normal en cazar a los lobos faltantes; lo que Kidou no sabía era que la cazadora en parte lo hacía a propósito, necesitaba ganar algo de tiempo en lo que planeaba bien en cómo huir con Hiroto, pero nada se le ocurría.

Las semanas habían pasado y ella se dio por vencida, al parecer su única opción era capturar a Mitsuru y a Asuto y esperar a que Kidou cumpliese su palabra, cosa que dudaba que pasara.

Por su parte, Asuto había pasado todo este tiempo con Mitsuru, le gustaba estar a su lado pues ya no se sentía solo aunque ahora debían huir de la cazadora. Al menos lograban librarse de ella fácilmente gracias al mismo conocimiento de Asuto sobre el bosque y varios escondites dentro de este.

Debía admitir que Mitsuru le parecía atractivo, quizás hasta podía llamarle enamoramiento a aquello que sentía, sin embargo sabía que no se conocían lo suficiente como para poder estar seguro de ello y era consciente de esto, pero los latidos fuertes de su corazón eran prueba suficiente para Asuto de que de verdad estaba enamorado.

Asuto se caracterizaba por ser alguien muy alegre y enérgico, a pesar de haber visto cosas horribles él siempre sonreía, mientras que Mitsuru era un poco más reservado, hasta con sus sentimientos y con cada día que pasaba se le veía más preocupado.

Pero aparte de esa preocupación estaba comenzando a descubrir cierta atracción por Asuto y se sentía en la necesidad de protegerlo, aunque no le diría algo respecto a sus sentimientos, temía que aún fuese demasiado pronto y temía por qué Asuto se alejara de él si se enteraba, así que decidió guardar aquello para sí mismo.

Aquella noche Asuto llevó a Mitsuru a una cueva, antes de que la cazadora apareciera, para que pudiesen pasar la noche ahí; aunque no dormirían toda la noche, pues se turnarían para vigilar la entrada de la cueva mientras el otro dormía.

Últimamente Haizaki se aparecía a altas horas de la noche o a la madrugada, solo lograban huir por qué lograban despertar a tiempo al escuchar sus pasos, era mucho más fácil escucharla a esas horas que reinaba el silencio.

Mitsuru tomó el primer turno de vigilancia, no tenía sueño y era bueno quedándose despierto hasta muy tarde por lo que no veía problema alguno en hacerlo.

Asuto fue adentro de la cueva a dormir mientras Mitsuru vigilaba, este lo despertaría cuando ya fuera hora de cambiar de turno o cuando escucharan a la cazadora, ambos esperaban que fuese lo primero.

Mitsuru comenzó a caminar alrededor de la cueva, se sentía aliviado al ver que la noche era tranquila y que no había ni una señal de Haizaki por aquel lugar. Decidió sentarse en el césped, a un lado de la entrada de la cueva, y alzó su vista para ver el cielo nocturno, las estrellas abundaban y brillaban mucho aquella noche.

"-Nii-chan ¿Cuántas estrellas crees que haya en el cielo?"

Recordó aquella pregunta que Hikaru le hacía cada que se ponían a ver el cielo juntos en la noche, le era inevitable no pensar en su hermana, la extrañaba mucho.

-Hikaru...- murmuró Mitsuru bajando la mirada -me pregunto ¿Qué te estarán haciendo? ¿Por lo menos seguirás con vida?- apretó sus puños frustrado mientras que de sus ojos las lágrimas comenzaban a hacerse presentes -Haré lo que sea para encontrarte y rescatarte, lo prometo.

|FINALIZADO| Sangre De Cazadora [Inazuma Eleven AU]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن