Capítulo 6: No son buenas bienvenidas

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Loreley no tuvo las agallas necesarias para hacer acusaciones vacías el primer día de la llegada del grupo de Robin

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Loreley no tuvo las agallas necesarias para hacer acusaciones vacías el primer día de la llegada del grupo de Robin. ¿Qué punto tendría? Necesitaba pruebas sólidas, necesitaba descubrir quiénes eran esos dos que hablaban a escondidas. ¿Quién era D? Todavía no lo sabía. Pronto, tal vez. En el mientras tanto, debía optar por el voto de silencio y ahogarse en sus propias teorías y conspiraciones hasta poder contarle al resto hechos concretos.

-Buenas noches, venimos a hacerles compañía. No podemos dormir -dijo Robin apareciendo desde las sombras con su grupo detrás.

-Claro, siéntense. Loreley, dales algo para comer. Deben estar hambrientos -contestó Andy con sensibilidad tras darse calor con las manos. La temperatura había bajado una cantidad de grados considerable del día a la noche.

Loreley tomó los suministros de una bolsa que tenía al alcance de su mano, donde sacó varios recipientes enlatados sin abrir. Justo antes de entregarlos, se le heló la sangre al pensar en que dos de esos hombres que tenía delante eran en realidad una farsa, un peligro inminente. Lo peor de todo era que también debía alimentarlos.

-Loreley, ¿qué te sucede? -preguntó Andy con seriedad y sutileza, viendo que la rubia tenía la mirada perdida. Tomó los enlatados de su mano y los llevó hasta Robin, que agradeció con un movimiento de cabeza.

-Nada, nada. Estoy bien -respondió para intentar incorporarse rápidamente y que no notaran sus inquietudes.

-Entonces, debo preguntar, ¿quiénes son ustedes? -interrogó Andy observando al grupo de Robin con curiosidad.

-Somos miembros de la Marina Real Británica. Un grupo de hostiles atacó nuestro barco, y Marcela nos salvó la vida. Bueno, no a todos -resopló Robin. Eduard le dio una palmadita en la espalda.

-Tú debes ser el capitán -asumió Louie con una pequeña mueca.

-Lo soy. Mi segundo es Jack, el teniente, luego tenemos al cadete Morris y a los contramaestres Eduard, Alexander y Doris -contestó Robin señalando a sus compañeros. Loreley tembló del miedo al escuchar el último nombre.

-Ellos son Vicente, Erik y Gregory, y nosotros tres somos los que ya conocen: Louie, Loreley, y quien les habla, Andy.

-¿Y qué es exactamente lo que hacen ustedes? Excepto por él, no tienen mucha pinta de militares -dijo Morris señalando a Gregory.

-No lo somos en realidad. Lo nuestro tiene que ver un poco más con el intelecto -contestó Louie, quien al ver el rostro de su hermano notó que había dicho algo incorrecto.

-Al igual que ustedes, claro. Nadie dice que los militares no necesitan de intelecto -corrigió Andy-. Algunos somos bioquímicos, otros especialistas en materias relacionadas. Nos hacemos llamar los ingenieros.

-Espera, espera. No me digas que ustedes son los desaparecidos que vi en la televisión -dijo Eduard al mismo tiempo que se giraba para ver la reacción de sus compañeros. El grupo parecía querer recordar.

Supervivientes #1 | La influencia del capitánWhere stories live. Discover now