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Jimin caminaba tranquilamente por aquel vacío departamento,las cajas de diferentes tamaños abundaban en la sala y él acomodaba un cuadro que JungKook mismo había pintado en la pared,sonriendo orgulloso al ver lo bien que los colores vivos en el lienzo contrastaban con el azul marino de la pared.

Aún recuerda la vez que su pareja había llegado emocionado de su casa hasta la suya para regalarle el primer cuadro que había hecho con las cosas “extrañas”(según Jimin),que su novio le había comprado a escondidas para su cumpleaños.
Era media noche,casi todos en la ciudad nagevagan entre sueños,y el pelirrojo bajaba de puntillas las escaleras,tratando de evitar la desgracia de que su madre despertase y lo descubriese abriéndole la puerta a su amigo. Al subir a su habitación el pequeño pelinegro le mostró emocionado el lienzo en el que había estado trabajando la última semana. El mayor no recuerda haber sentido regocijo y orgullo más fuerte al recibir aquella hermosa pintura del paisaje de el lugar de sus sueños, saber que sus amigos lo envidiaban sanamente y él podía presumir tontamente enamorado lo talentoso que era su novio.

Suspiró al llenar su cabeza de buenos recuerdos,pero siguió su camino hacia el pequeño pasillo que lo guiaba hacia cuatro habitaciones más,dos estaban destinadas a invitados,la otra era para JungKook y él,aunque claro,digamos que nadie lo sabía,ni siquiera el mismo Jeongguk estaba enterado de los planes de su pareja...
Park le había dicho a su madre que quería ir a vivir solo a los 18,y después de varias peleas y discusiones con la misma logró conseguir un trabajo de medio tiempo en una cafetería,para poder ahorrar dinero para conseguir su cometido. Su madre le pasaría dinero cada semana,como para que viva con algunas comodidades,y el dinero de su trabajo lo iría ahorrando para alguna ocasión especial.

La cuarta habitación planeaba dejarla vacía,quería que fuera especialmente para el pelinegro,que la usara como su pequeño cuarto para encontrar la inspiración debida para su arte. El pelirrojo ya podía imaginarselo allí,en el medio de la habitación,mirándolo concentrado hacer lo que ama.

Sintió su corazón palpitar con fuerza encerrado dentro de su pecho,queriendo liberarse de todas esas cadenas que lo tenían encerrado desde hace mucho tiempo.

Cerró la puerta de madera de un pulcro color blanco y sus pies se dirigieron hacia la última habitación,tarareando una canción cuya letra no conocía pero la melodía le había quedado incrustada en la memoria. Puso su mano sobre el pomo de la puerta y giró el picaporte con una extraña delicadeza.

Al adentrarse abrió la gran ventana que daba a la calle,dejando ver a la gente pasar ajetreada a tal hora del día.

Se dió la vuelta y se agachó para agarrar una de las pequeñas cajas que había allí. Inmediatamente al abrirla se dejó ver una fotografía en donde aparecía un JungKook sonriente haciendo el símbolo de amor y paz mientras con su otra mano sostenía un algodón de azúcar. De fondo podían verse las diferentes atracciones de un parque de diversiones.
Aquel día habían festejado su primer mes como novios oficialmente;no podía olvidar las hermosas carcajadas que había soltado junto a la persona que amaba,era una de las contadas veces que veía a Kook tan feliz.

Soltó una pequeña risa y siguió sacando algunas pertenencias que guardó en el cajón de la mesita de noche al lado de una gran cama de dos plazas.
Luego de eso dejó lo que hacía para dirigirse al clóset,al que ya había adornado con sus prendas de vestir,tomó una camisa a lunares negros y un par de jeans oscuros ajustados a sus piernas,junto con unos relucientes zapatos negros igualmente.

Cuando el proceso para salir terminó salió apresurado a la calle no sin antes tomar su mochila,y pidió un taxi para ir a la Universidad.

『I n s e c u r i t i e s』

JungKook creía que las horas no pasaban más estando allí en ese gris salón,y aunque amaba la literatura en éstos momentos las palabras de aquella profesora le sonaban vacías y sin sentido... «Bah!,¿qué tiene sentido»,pensó,mordiendo la punta del lápiz,observando su carpeta donde tomaba apuntes vacía.

«Todo está vacío,irónicamente»

Ladeó la cabeza,miró a todos aquellos chicos de 18 o 19 años allí sentados,con una sonrisa guardada que podía notarse en sus pupilas y una gran  emoción al anotar en sus cuadernos lo que se hablaba en la clase... Todos tenían tanto futuro e ilusiones..

«Me pregunto si la mitad de las sonrisas que veo serán verdaderas..»,titubeó mentalmente,por un segundo,pero inmediatamente negó.

—... Adiós jóvenes—fue lo único que oyó,para seguido ver a la mujer de edad salir por la puerta.

Se levantó como si tuviera las piernas medio entumecidas de tanto estar sentado,y guardó sus cosas pensando en esa noche.

Al salir iba a tomar un taxi tal vez,pero prefirió caminar,debía pensar bien o sus ideas y pensamientos se enredarian en su cabeza.

Faltaban dos semanas para la noche en la que iba a volver a ver aquellas caras que no quería recordar,pero que inevitablemente recordaba. Iba a ver a la gente que lo humilló durante muchos años de su vida... Pero tal vez esta vez iba a ser diferente,porque él estaba diferente. Tal vez él iba a sonreír al entrar sólo para mostrarles lo que habían logrado con sus miradas de desprecio,con sus burlas y golpes.

Cerró los ojos.

¡Debes ser fuerte!,gritaba su corazón,hecho pedazos,aún queriendo ser reparado.

«Debo ser fuerte»,se dijo,e iba a serlo,

al menos por esa noche.

『🌷

Insecurities;;JiKookWhere stories live. Discover now