AMOR SUICIDA

Capítulo 2

-¿Y eso no te causa problemas?

-Más o menos...

O al menos no con alguien que no sea yo.

-Quiero saber más cosas sobre ti, ¿puedo hacerte algunas preguntas?

-Mhm...

-Claro si es que no te molestan...

-No me molestan para nada:)

-¿Vas al colegio o estudias en casa?

- ¿Clases particulares? Jamás. Voy al colegio, y aunque no suene como yo, prefiero eso antes de estar en casa la mayoría del tiempo.

-¿No te gusta estar en casa?

-Para nada.

-A mí tampoco jaja, pensé que dirías que te encantaba estar en tu casa por la comodidad, tu cama, películas, etcétera. La verdad es que pienso lo mismo.

Todo me parecía tan extraño... es como si le pasara lo mismo que a mi.

-¿Tienes problemas familiares?

¿Me responderá esta pregunta?

-Me da mucha lástima decirlo, pero sí, y cada vez aumenta más. Es realmente incómodo vivir en la misma casa que mis papás si están discutiendo todo el tiempo.

Al leerlo siento mi corazón encogerse.

-No debes sentir lástima al decirlo, ten en cuenta que sus problemas jamás serán culpa tuya, no debes avergonzarte por eso. En mi casa también ocurre, y ya pasa de mí, ni siquiera mantenemos contacto.

- Qué mal, espero pueda solucionarse todo, es demasiado fastidioso lidiar con todo eso, te lo digo por experiencia.

-Sí, y a veces...

No pude terminar de escribir el mensaje porque sentí la mirada de alguien sobre mí, era una de las encargadas del director. Estaba mirándome firmemente, y con aires de superioridad. Me percato de mucho silencio y es que ya no había nadie en el patio.

Mierda ya sonó el timbre.

Ella saca su libreta de anotaciones y riéndose anota algo en esta mientras sigue mirándome.

Avergonzada me levanto y guardo el celular, no quería más contacto con ella ni mucho menos problemas con alguien. Comencé a subir la escalera para llegar a la sala, pero aún seguía nerviosa.

Que me haga lo que quiera pero no que me de problemas...

Mi celular vuelve a sonar.

-¿Y bien? ¿Miranda, estás ahí?

-Sí, lo siento, tuve un problemita pero ya voy a ello.

-¿Estás bien?

-Sí.

-¿Estás en clases, no es así?

-No, cómo crees...

-¿Fue sarcasmo?

-Para nada...

Solté el móvil y lo dejé bajo la rejilla de la mesa y reí tapandome la boca. Las cosas que escribía él no eran muy coherentes.

¿Cómo sabes que es sarcasmo cuando no puedes ver la forma de decir de las personas?