AMOR SUICIDA

Capítulo 5

-¿A-Andrew? -tartamudeé.

-¿Miranda? -bromeó haciendo una cara rara, la cuál me hizo reír.

-¿Estás jugandome una broma, verdad?

-¿Una broma? ¿De qué hablas? ¿Por que estaría jugandote una broma?

-Es que, primero: dijiste que eras horrible. Segundo: no lo eres. Tercero: ¡Por dios, eres hermoso!

Él comenzó a reírse y yo también. Inclinó su computador hacia abajo y mostró su celular con nuestra conversación del chat ahí. Y luego, cogió el computador y comenzó a mostrarme su habitación. Estaba su cama al lado izquierdo de ella, y posteriormente, venían unas hojas de oficio pegadas en la pared, en las cuáles habían frases muy inspiradoras.

"En tí está poder seguir"

"Los problemas se superan"

Y se lo pregunté. Le pregunté por qué esas frases. Y me dijo que él no era una persona débil, y que esas frases lo ayudaban a no ser débil. Según él, sus problemas sobrepasan el nivel del colapso. Y cuando le conté que yo también tenía problemas y se los nombré, él dijo que los suyos no tenían comparación. Y ahí fue cuando sus ojos comenzaron aguarse muy lentamente, pero no sé cómo, pero la humedad de sus ojos había desaparecido. Sentí algo en mí recogerse, esa sensación de saber que puedes hacer algo, y en este caso apoyarlo, pero luego saber que la maldita distancia lo arruina todo, esa sensación comienza hacerse más fuerte aún, y te dan las mismas ganas de llorar y de que tus ojos se aguan cómo le pasó a Andrew.

-Miranda, no llores.. -dijo Andrew- no tienes que estar llorando por mis problemas. Sé que cada uno tiene su vida, y que cada uno se preocupa por lo que en realidad le importa, pero por favor, no intentes hacer nada por mí. Estoy bien, y mi vida es sólo algo que nos toca pasar al nacer. Y en este caso es mala. Pero yo no lo decidí. Esto es por algo, ese algo es lo que puede beneficiarme. De muchas formas. Puede hacer que mis padres dejen de estar golpeándose, que dejen de pelear, y que dejen de ser unos pésimos padres conmigo, ¿comprendes? Yo estoy cada vez mejor... y supero todo esto, pues este es el tipo de vida que me tocó, y tengo que aceptarla hasta lo más pueda. Los chicos que me hacen Bullyng me molestan por estar sólo en los descansos, por no encajar en el aula y en el ámbito social. Pero es porque no se ponen en mi lugar. Ellos no durarían ni un segundo en mi vida, y lo saben. Pero eso no es les causa nada. Nada. Es como si les entrara el sentimiento de culpa, pero se fuera en 3 segundos de su corazón.

Y en ese momento fue cuando supe que mis problemas no eran nada comparados a los de él. Pero luego recordé que cada uno con sus problemas y molestias en su vida. Aunque, la última parte la comprendía. Pero tampoco sabía que los que molestan a la víctima tampoco tuvieran sentimientos, realmente me lo imaginaba como algo más sádico.

Para una persona: hasta un insulto puede ser algo que se te quede marcado. Sea cómo sea, eso se te queda en la mente, y no sabes como sacarlo. Es cómo si algo te lo impidiera.

Y al fin y al cabo, terminas odiando a ese algo.

-Andrew. -dije.

-¿Sí?

-Gracias.

-¿Por qué me agradeces?

-Te agradezco por distraerme de todo esto que a veces me tiene muy centrada en una idea la cuál no me deja escapar.

-No eres tú la que tiene que agradecerme. Yo tengo que hacerlo. Pues ahora mismo estoy riendo, y mis padres están golpeándose otra vez.

Joder