POMPEIA

Diez

Ya habían pasado varios días desde aquella vez en el parque y todo parecía ir bien, todos los días era la misma rutina de siempre para ambas chicas; iban a la escuela y después se veían en el hospital, la ojimarron hacia lo que le correspondía mientras la pelinegra cuidaba de Jeremy y una vez Daniela terminaba su turno subía a acompañarlos, las cosas comenzaban a progresar para ¿Ambas? cada día al salir del hospital decidían ir a algún lugar para comer y platicar, podían pasar todo un día platicando sin aburrirse gracias a; las bromas y comentarios de la ojiverde que parecía no cansarse de ser tan directa y vanidosa, y a la inocencia de la castaña y su notable curiosidad y cariño. Eran sin duda muy diferentes una de la otra, pero ya saben lo que dicen "Polos opuestos se atraen".

El día de hoy sería inolvidable ya que darían un gran paso para su "relación", aunque en realidad no habían quedado en nada más que ¿Amigas?bueno, unas muy buenas amigas.

Estaba por terminar el turno de Daniela en el hospital por lo que comenzó a preparar sus cosas para subir hacia la habitación de Jeremy en donde ya se encontraba María José, una vez concluyó con lo que estaba haciendo subió al cuarto del pequeño y fue recibida por dos balines de goma los cuales esquivó antes de que le dieran en la cara, volteó la vista a la fuente proveniente de estos y se encontró con una divertida escena; Jeremy tenía una pistola pequeña de juguete y un escudo en su mano junto a un casco camuflado en la cabeza, mientras que la ojiverde tenía una cinta roja atada en la frente, un parche en el ojo y una espada de plástico, ambos parecían listos para un combate.

—Ya rindase, la tengo rodeada y los refuerzos vienen en camino —gritó el niño mientras apuntaba con su arma a la pelinegra

—Nunca, hasta que no obtenga la bandera y conquiste su territorio —pronunció apuntando con su espada hacia Jeremy

—¡Al ataque! —gritó antes de comenzar a correr

—¡Es espartaaa! —ahora fue ella quien gritó alzando su espada y después comenzando a correr por toda la habitación siendo perseguida por el niño

—Rindase ahora —proclamó Jeremy disparando los balines hacia la chica

—Nunca —contestó corriendo detrás de la camilla para usarla de escudo

—Necesitamos refuerzos, capitán se llevan la bandera —dijo el niño fingiendo ser dos personas a la vez mientras corría tras María José quien tenia la "bandera" que en realidad era un palo con un paliacate, en su mano

—Me rindo

—La tenemos, ahora hay que arrestarla —ordenó el menor mientras la ojiverde estaba de rodillas en el piso

—No, porque yo tengo a la princesa —objetó María José antes de levantarse corriendo hacia la puerta de entrada donde se encontraba Daniela, la tomó por la cintura y la pego hacia ella

—Dejala ir

—No lo haré

—Entonces salvala de la torre —opinó el pequeño

—La tengo madam, ahora salgamos de este lugar —dijo la pelinegra parándose frente a ella antes de agacharse y cargarla sobre su hombro provocando un pequeño grito de esta y luego su risa

—Cuidado con el dragón, yo lo detendré —avisó el niño corriendo delante de ellas y disparando a una almohada

—Vamos al carruaje —habló tomando al pequeño Jeremy en su brazo libre mientras en el otro aun cargaba a la castaña, caminó hacia la camilla en donde se lanzó de espaldas para que ambos quedaran encima de ella

—Gracias por rescatarme, caballera ¿Cómo podre recompensarselo? —dijo  dulcemente Daniela

-Mmm... No lo se, ¿Cómo cree usted?