I Came Back For You [JiKook]

Capítulo 10

Eran las 6 de la tarde y JungKook se dirigía a paso lento para la puerta de salida de la empresa, el dolor en su pecho aun estaba ahí, no podía ignorarlo porque sentía como si tuviera un enorme agujero en medio de su pecho, su corazón latía desbocadamente, no podía creer la estupidez que iba cometer. JungKook se repetía en su mente que no podía seguir con la relación que mantenía con Jimin no era correcto, JungKook sentía que tenía que alejarse de Jimin, lo que estaban haciendo está muy mal, ambos están casados y sus esposas eran muy buenas y no se merecían lo que ambos les estaban haciendo.

Tan perdido estaba en sus pensamientos que ni cuenta se dio cuando ya estaba fuera de la empresa, JungKook no quería llegar a casa, no podía ver a Minah a la cara. Se sentía muy mal, tenía que desahogarse con alguien o si no iba a explotar, JungKook en ese momento era como una bomba de tiempo no sabía en qué momento iba a explotar y tampoco sabía lo que podía llegar hacer, aun que lo único que tenía en mente era ir al hotel en el cual Jimin se estaba quedando, quería ir y reclamar lo que le pertenecía.

Saco su teléfono del bolsillo y le envió un mensaje a Minah diciéndole que tenía mucho trabajo y que debía quedarse hacer horas extras que no lo esperara. Después de enviar el mensaje su esposa, busco en su directorio el teléfono de su buen amigo NamJoon. Marco el numero y al tercer pitido su amigo contesto.

-Hola Kook.- Se escucho al otro lado de la línea.

-Hola Nam, necesito verte. Tenemos que hablar.- Dijo el pelinegro casi en un susurro.

-Kook, ¿Te encuentras bien?, ¿Le paso al Minah? - Pregunto su NamJoon preocupado.

-No, ella está bien, es algo que necesito contarte, tengo que hablarlo con alguien, si no saco todo esto terminare por volverme loco. Ciento que ya no puedo más, estoy a punto de perder los estribos.- Su voz sonó suave pero desesperada.

-Nos vemos en 10 minutos en Deva.-

-Gracias.- Soltó JungKook en un pequeño suspiro cortando la llamara.

Deva es un bar piano muy elegante que se encuentra en uno de los edificios más grandes en el centro de Tokio, el bar tiene grandes ventanales donde se puede ver toda la cuidad, las bebidas son extravagantes y sus cocteles los mejores de toda la cuidad, sus mesas son de una madera muy fina y en una esquina muy bien sitiada hay un piano de cola negro a acompañado de un micrófono, donde los clientes pueden hacer sus pequeñas interpretaciones, sus luces son tenues y amarillas dando en toque nostálgico y lleno de elegancia.

De sus paredes colgaban unos que otros cuados y estos eran de paisajes nocturnos, el barman es un hombre muy amable y atento igual que los otros camareros. Ese era el lugar favorito de JungKook, siempre que podía se encontraba con su amigo NamJoon y disfrutaban de unas copas y de la buena música que los mismo clientes interpretaban.

JungKook seguía caminando, se le había olvidado que tenía su carro en el estacionamiento de la empresa, no tenia cabeza para nada, solo pensaba en Jimin y en lo que iba a suceder con Chorong. Se estaba torturando cada paso que daba sentía que su cuerpo pesaba cada vez mas.

Llegando al elevador, presiono el botón que lo llevaría hasta las puertas de Deva, ya iba con 10 minutos de retraso pero no le importaba sabía que NamJoon lo esperaría.

Camino tranquilamente por el bar buscando con su mirada a su amigo y cuando logro divisarlo en una mesa alejada cerca de los grandes ventanales se acerco a él y se sentó frente a su amigo.

NamJoon es tres años mayor que JungKook, se conocieron en el instituto en clase de música, le había tocado hacer equipo ya que el maestro les había pedido componer una canción para una pequeña presentación que debían hacer para los maestros, en esta presentación estaba incluido todo el instituto, estaba claro que solo los mejores alumnos con dotes musicales iban a presentarse ya que NamJoon era muy bueno con las letras y JungKook era un excelente cantante y pianista el maestro pensó que hacían un gran equipo. Y de ahí se convirtieron en los mejores amigos.

-Hola, te he pedido una copa mientras esperaba.- Soltó el mayor.

-Gracias, siento haber tardado he olvidado mi coche en la empresa.-

-Tu nunca olvidas tus cosas y menos tu coche, algo muy malo debe de estar pasando para que estés tan distraído. ¿Sabes que somos mejores amigos?, y sabes que puedes confiar en mi somos como hermanos, después de que me llamaste vine corriendo hasta el bar.-

NamJoon no pudo seguir hablando ya que JungKook lo corto de un solo.

-Estoy enamorado.- Dijo el pelinegro en tono cansado y desesperado.

NamJoon se quedo callado, no sabía que decirle era normal estar enamorado de su esposa no le veía lo malo en ello, pero pensó de porque su amigo no estaba feliz porque si se supone que cuando te enamoras eres feliz y sonríes todo el día como un idiota, pero la expresión de su amigo era todo lo contrario.

-Por tu semblante puedo adivinar que esa persona no es Minah.- Soltó sin más.

NamJoon era muy sincero, jamás se guardaba nada y siempre decía las cosas como las pensada y JungKook admiraba eso de su amigo.

-No... no es de ella.- Susurro en tono cansado, pero NamJoon logro escucharlo.

-Si sabes que ella no se merece eso, pero no voy a juzgarte.-

-¿Y tú crees que no lo sé?- Lo dijo casi gritando golpeando con sus puños la mesa haciendo que su amigo diera un pequeño brinco. -Me he enamorado como un idiota.-Dijo cubriéndose la cara con las manos.

NamJoon puso su mano derecha en el hombro de JungKook y con calma le dijo.

-Necesito que me cuentes todo y no quiero que me ocultes nada.-

-Me he enamorado de un hombre NamJoon, y no de cualquier hombre. Él, el... es el yerno de mi jefe.- Quitando las manos de su cara para poder enfrentar a NamJoon.

NamJoon se quedo callado unos minutos, no sabía que decirle a JungKook. Solo se le ocurrió hacerle la típica pregunta.

-¿Desde cuándo estas enamorado de él?- Bebiendo luego un trago de su copa.

Antes de que JungKook pudiera contestar un camarero se acerco con su bebida, bebiéndola de un solo trago y antes de que el camarero se fuera pidió otra. Necesitaba valor para sacarlo todo y también deseaba dejar de pensar en lo que estaría haciendo Jimin con su esposa en estos momentos, los celos se lo estaban comiendo vivo.

-Su nombre es Park Jimin, lleva ya dos meses y medio aquí, el es de Corea del Sur pero está aquí por asuntos de trabajo.-