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Desconfianza.

Busán, Corea del Sur.
12:30am.

Llegó a su destino rápidamente y observo que las luces de su casa se encontraban encendidas. Deducio que alguno de sus amigos se encontraba despierto, claro, después de haberlo dejado plantado a mitad de una fiesta.

Aparcó su motocicleta y se dirigió a la entrada mientras buscaba las llaves de esta misma. Al ingresar, escucho varios susurros que provenían de la cocina.

—Ten más cuidado, idiota. —Le dice Seokjin al peligris mientras le daba una palmada en el hombro.

—¡No me pegue, Hyung! —Se defiende. —Es maltrato.

—Animal. —Completa Jimin con una sonrisa divertida mientras recibía una mirada asesina del contrario.

—Después no me vengas pidiendo favores, imbécil. —reprocha fingiendo molestia.

Jimin le sonríe tiernamente y se intenta acercar al contrario pero este solo se apartó en busca de protección de su alfa.

—Era una broma, Tae. No te refugies en Suga Hyung. —Hace un puchero.

Todos rien por la situación, incluso la castaña que se encontraba sentada encima de la repisa mientras la curaban, mostro una diminuta sonrisa.

En ese instante entra Jungkook llamando la atención de todos los presentes. Este mismo iba estaba dispuesto a reclamarles a sus amigos por lo que le habían hecho, sin embargo, sus ojos se posaron a la temerosa mirada que le brindaba la chica que sus amigos ayudaban.

La mirada de Jungkook se ponía un poco severa y confusa, los demás lo miraban un poco nervioso y la castaña se empezaba a sentir incómoda por su presencia.

El pelinegro al notarlo apartó su mirada para posarla en cierto rubio mientras alzaba un ceja y se cruzaba de brazos.

—Puedo explicarlo. —Dice con una sonrisa nerviosa mientras se acercaba al pelinegro para tomarlo de sus hombros y llevarlo hacia el pasillo.

Los demás se quedaron en un ambiente tenso por lo que podría suceder.

—Bueno en que estábamos... —Taehyung habló con una sonrisa tratando de aliviar el ambiente.

Jimin en ese momento reaccionó y siguió nuevamente tratando las heridas de la chica, tomó un algodón y lo sumergió en un poco de alcohol para pasarlo en los leves raspones en sus brazos y piernas, sorpreniendose que la castaña no mostraba ningún estímulo por el ardor que provocaba este producto manteniendo su mirada en un punto fijo totalmente pérdida en algún lugar de su mente.

Acto que no pasó desapercibido por otra persona que se encontraba con ellos.

—¿Cual es tu nombre? —Jimin le preguntó tratando de no sonar ansioso por obtener alguna información para poder ayudarla. 

La castaña le miro dudosa, tenía un gran lío en su mente, sabía que cualquier pasó en falso le podia costar muy caro.

Sin embargo, tanta amabilidad por parte de ellos era más que suficiente para sentirse segura después de mucho tiempo.

—J-Jhilyan. —murmura lo suficientemente bajo para que el pelirosa la escuche. —Park Jhilyan.

Jimin le brinda una sonrisa en agradecimiento. Era poco, pero con tal de saber por lo menos su nombre se podía dar el siguiente paso.

—Que bonito nombre. Ahora, ¿tienes algún familiar el cual llamar y ponerlo al tanto de la situación?

Jhilyan se tenso inmediatamente, sentía el miedo y las alertas de peligro dominar su cuerpo al pensar en ello nuevamente, al recordar de porque se encontraba en el hogar de aquellos amables desconocidos. 

Se aparto bruscamente del pelirosa mientras sentía su cuerpo temblar llamando la atención de la pareja que se encontraba junto a ellos. Su respiración comenzaba a sentirse agitada y su corazón comenzaba a latir con rapidez.

Estaba entrando en un ataque de pánico y Jimin se sintió culpable y un poco confundido por la reacción de la castaña.

—P-Por favor, no...

Su voz apenas era audible mientras sentía las lágrimas mojar sus mejillas, sentía un zumbido sacudir sus oídos mientras imágenes distorsionadas llegaban a sus pensamientos escuchando gritos y risas maliciosas por todas partes.

—¡Ya basta! ¡Para! —gritaba mientras jalaba su cabello y se hacía bolita en un rincón en la pared. —¡Dejenme! No me hagan daño...

Taehyung miraba espantado la escena frente a sus ojos mientras Jimin un tanto temeroso se intentaba acercar para ayudarle sin obtener éxito alguno.

Sin embargo, cierto peligris no dudó un segundo y se agachó a la altura de la castaña tomando sus muñecas con un poco de fuerza para que dejará de hacerse daño y así poder llamar su atención.

—Basta, todo está bien. Estas a salvó, estas en tu hogar. No te haremos daño. —dijo en un intento de que se sintiera segura en su ataque de pánico.

Cosa que funcionó por que empezaba a tranquilizarse de apoco.

Pero no funcionó del todo por la entrada inesperada de Seokjin y Jungkook totalmente alarmados por los gritos que se escuchaban mientras hablaban. Jhilyan se levantó y empujó bruscamente a Suga para que la soltara y comenzó a correr rápidamente hacia la puerta para salir de aquel lugar con todas las alarmas de peligro en su ser. Sin embargo no esperaba encontrarse con  dos personas entrando por la puerta principal totalmente cubiertos que al observar la inesperada presencia de la castaña se quedaron fijamente observandola.

Se sintió muy vulnerable y todo a su alrededor daba vueltas mientras nuevamente sentía los recuerdos tormentosos surgir en sus pensamientos. Empezó a dar pasos hacia atrás dispuesta a huir nuevamente, sin embargo unos brazos la envolvieron fuertemente por la cintura para que evitara moverse. En su desespero comenzo a lanzar manotazos al aire y retorciendose para poder liberarse del agarre.

—¡Sueltame, jodido imbécil! —le grito al pelinegro al darse cuenta que era quien la sostenía. Jungkook le miro furioso por cómo le había llamado y por el alboroto que estaba formando.

En ese momento llega Jimin junto a Seokjin totalmente exaltado por la situación.

—¡Sueltala, Jeon! Esta teniendo un ataque de pánico, maldición. —Trata de explicar.

Seokjin se da cuenta de los recién llegados y muerde su labio totalmente nervioso al sentir la mirada interrogativa que le daba el más moreno de los dos, Namjoon.

—Maldición, no grites. Me dolerá la cabeza. Calmate. —Aparece Suga totalmente irritado con una jeringa en sus manos mientras se acercaba a Jhilyan.

Jungkook frunce el ceño al ver la intención del peligris, sin embargo ayudó a sostener con más fuerza a la castaña para que este le inyectará el sedante.

—N-No me hagan más daño...

Fue lo último que dijo antes de quedarse totalmente dormida el los brazos del pelinegro, sin percatarse de que su presencia entre ellos generaban malos presentimientos.

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Predestinados#1 |𝙹𝚎𝚘𝚗 𝙹𝚞𝚗𝚐𝚔𝚘𝚘𝚔| 𝙾𝚖𝚎𝚐𝚊𝚟𝚎𝚛𝚜𝚎Where stories live. Discover now