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𝙿𝚎𝚕𝚒𝚐𝚛𝚘.
𝙿𝚛𝚒𝚖𝚎𝚛𝚊 𝚙𝚊𝚛𝚝𝚎.

Busan, Corea del Sur.
6:45pm.

Las feromonas de miedo y los fuertes gritos de los omegas desesperados que corrían de un lado a otro junto con sus crías buscando escapar para así poder encontrar un lugar seguro para evadir la muerte, era lo único que podían percibir los chicos que aun se encontraban escondidos en la cabaña del alfa líder.

Hace unos minutos, Choi Minho había salido de la cabaña a defender su pueblo junto con los demás alfas que se habían transformado para así darle una oportunidad de escapar a los omegas y cachorros de la aldea.

Por los últimos ataques de sus enemigos a diferentes aldeas en los últimos meses, sabían que aquellos imbéciles se interesaban más en llevarse a las crías de diferentes edades.

El olor a sangre se hacía más presente y los gruñidos de los lobos cada vez eran más agresivos, Namjoon solo pensaba en que Minho y los demás pudieran salir victoriosos.

Jhilyan se mantenía quieta en posición fetal en un rincón con sus ojos fuertemente cerrados, mientras que con sus manos tapaba sus oídos pretendiendo evitar escuchar el gran alboroto de afuera que solamente le provocaba ver imágenes distorsionadas y un gran profundo vacío en ella.

En la gran oscuridad de aquel asqueroso lugar, aquella persona gritaba de dolor mientras era penetrada una y otra vez con rudeza de ese monstruo mientras saltaba carcajadas al ver reflejado el sufrimiento de su víctima, sus manos estaban sujetadas violentamente por cadenas evitando que pudiera hacer un mínimo movimientos para defenderse. Sus ojos bañados en lágrimas buscaban auxilió en aquellas personas que observaban la escena indiferentes de brazos cruzados, notando el leve brillo de satisfacción en sus ojos. Ellos estaban disfrutando su agonía, y supo ahí que nadie le salvaría.

Un leve sacudido le hizo abrir sus ojos sobresaltada, su mirada se encontró con la del pelirosa que le brindaba una pequeña sonrisa.

—Vamos a estar bien. —le susurró Jimin.

Sin embargo, Jhilyan no le creyó. Pudo notar la angustia y la duda en sus palabras, además sus ojos cristalinos y el notorio temblor de su cuerpo eran lo suficiente para delatar que el tampoco sabía en como terminarían las cosas.

—N-No quiero volver a ese lugar... —Dice con voz temblorosa. El tan sólo pensar en regresar a su hogar le aterraba, prefería morir. —Ellos me van a castigar por escapar, me encerraran de nuevo y luego el vendrá y me....

Jimin se abalanza hacia ella para estrecharla en un fuerte abrazo al darse cuenta que la castaña empezaba nuevamente a sufrir un ataque de pánico. Jhilyan se tenso por completo, sin embargo, la incomodidad fue desapareciendo mientras un cálido sentimiento surgia en lo más profundo de ella.

Levanto su mirada y se dio cuenta que los demás los estaban observando, inconscientemente empezó a soltar lágrimas que empezaron mojar sus pálidas mejillas y escondió su rostro en el pecho del pelirosa la sentir vergüenza.

Jeon que se mantenía cerca de la puerta con un semblante serio, apretó sus puños al sentir el enojo y la adrenalina apoderarse de el luego de escuchar las palabras Jhilyan.

¿Como se atreven a dañar personas inocentes?

No merecen siquiera respirar y sentirse vivos, Matalos a todos.

—Acabaré con todos ellos. —Asegura mordazmente.

Fue lo último que los chicos alcanzaron a escuchar sin la oportunidad de reaccionar para detenerlo ya que el pelinegro cruzó rápidamente la puerta transformándose en un gran lobo negro, con ojos brillando en rojo y filosos colmillos que buscaban desmembrar al enemigo. Accediendo totalmente a los impulsos asesinos de su lobo.

—¡No! — La señora Lee suelta un grito desgarrador. —¡No vayas, Jungkook! ¡Te matarán! —Trata de ir por pelinegro, sin embargó, Namjoon y Jin la detienen justo antes de que cruzará la puerta.

La mujer mayor lanza maldiciones y manotazos a los que la tenían apresada, Taehyung se se separa del peligris para ir a ayudar a calmar a su nana.

Jimin y Jhilyan veían la escena estupefactos, mientras esta última sentía el impulso de ir por el pelinegro que salió totalmente descontrolado.

Todo estaba jodido.

—Es tu culpa, ¡Todo esto es tu culpa! —le grita la señora Lee a la castaña mientras la miraba ferozmente. —Si algo le pasa a alguno de mis niños, te las veras conmigo maldita. Yo misma me encargaré de devolverte a aquel infierno. —Advierte.

Jhilyan le miraba aterrorizada incapaz de contestar.

Si solo ese día se hubiera rendido a sus impulsos de supervivencia, esto no estaría pasando. Lo que estaba sucediendo era solamente su culpa. Si tan sólo no hubiese visto ese documento de aquella persona que la motivo a salir para encontrarlo, esto no le estaría sucediendo a las personas que la ayudaron.

Ella los había condenado de muerte a todos ellos.

Con la impotencia invadiendo todo su ser, va tras Jungkook rápidamente. Iba a entregarse para que nadie más resultara herido.

—¡Mierda!

Dice Suga al ver la acción de Jhilyan, empezando a ir tras ella mientras también le daba paso a su alfa a tomar el control de su cuerpo.

¿Acaso podrían todos escapar sanos y salvos?

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Predestinados#1 |𝙹𝚎𝚘𝚗 𝙹𝚞𝚗𝚐𝚔𝚘𝚘𝚔| 𝙾𝚖𝚎𝚐𝚊𝚟𝚎𝚛𝚜𝚎Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu