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𝚄𝚗 𝚗𝚞𝚎𝚟𝚘 𝚑𝚘𝚐𝚊𝚛.

Busán, Corea del Sur.
05:56am.

Da un largo suspiro con un sentimiento amargo, la idea de dejar la casa en donde habían vivido tantos años lo ponía triste.

El había llegado a este lugar con tan solo 14 años de edad mientras vagaba sin rumbo alguno. No recordaba mucho su infancia, solamente pensar en ello dejaba una gran incertidumbre en lo más profundo, un vacío que jamás se llenaría.

Namjoon toma asiento en una silla al lado de la chimenea siendo acogido por el calor que emanaba el fuego de esta misma. Recordaba con una sonrisa genuina el estado que se encontraba este lugar: las paredes sucias y agrietadas, ventanas rotas, el olor a suciedad y humedad en cada rincón; pero al menos le brindaba un refugio en donde resguardarse de la lluvia y el frío.

Decidió que esa casa en ruinas sería su hogar, así que al pasar de los días fue sacando el montón de basura y escombros que habia dentro de ella. Se alimentaba de comida que robaba de una pequeña aldea cercana, o simplemente recogía las sobras de la basura. Una vez, mientras escarbaba los desechos de una de esas casas, buscando algunas migajas que comer vió a una mujer que miraba su actuar con curiosidad.

Se sonrojo inmediatamente a causa de la vergüenza e intentó huir. Sin embargo, la mujer lo llamó suavemente brindándole un poco de comida decente que traía con una sonrisa sincera.

Aquella mujer se le había presentado como Lee Yangmi, que al igual que el, no tenía a nadie en este mundo ya que sobrevivían por si mismos. Namjoon se ofreció a darle un lugar donde vivir, no era la gran cosa, pero al ver que ella sobrevivía del día a día sin tener un sitio en donde descansar no podía quedarse de brazos cruzados.

Yangmi aceptó enternecida y junto con Nam se fueron a su hogar de ahora en adelante. Al llegar, el pequeño no pudo evitar sentir alegría ya que nunca más estaría más solo en la noche.

Al pasar de los meses, la mujer fue reuniendo dinero junto con el pequeño niño para poder remodelar por si mismos su casa. Namjoon trabajaba arreglando el jardín de cada persona en la pequeña aldea, sin embargo, nunca supo de donde Yangmi sacaba el dinero.

Solamente sabía que se iba tarde en la noche y regresaba al amanecer con una sonrisa en su rostro tratando de disimular sus prendas de vestir maltradas y moretones en su cuerpo. Porque así era Lee Yangmi, a pesar de cada situación mala, siempre llevaba consigo una sincera sonrisa.

Una que reservaba especialmente para sus peqeños niños.

—Kim, ya está todo listo es hora de irnos. Los chicos esperan en el auto. —Suga llega interrumpiendo los pensamientos del más alto mientras arroja al fuego las últimas evidencias de que ellos vivieron aquí.

Namjoon asiente y se pone de pie dándole una última mirada a su hogar, sus ojos cristalinos buscaban recorrer cada rincón para guardar en su mente cada detalle.

Sin embargo, el no se despedía. El tenía la esperanza de que algún día volvería.

ya le mande un mensaje a Jeon. Dice que nos vería allá. —dice el peligris.

—Bien, es hora de irnos.

Ambos salieron hacia el auto, el más bajo agudizó sus sentidos manteniéndose alerta de cualquier situación inesperada. Al subir al auto pudieron sentir las miradas preocupadas y interrogantes de los demás.

Predestinados#1 |𝙹𝚎𝚘𝚗 𝙹𝚞𝚗𝚐𝚔𝚘𝚘𝚔| 𝙾𝚖𝚎𝚐𝚊𝚟𝚎𝚛𝚜𝚎Where stories live. Discover now