Ángel de alas rotas

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Antes que nada pido disculpas por haber tardado tanto en actualizar pero con el estudio se me hizo imposible escribir. Probablemente vuelva a actualizar poco y nada durante julio asi que pido disculpas desde ahora.
Muchisimas gracias por leer y por dejar comentarios, me gusta muchisimo leerlos.
Bueno, ya dejo de ser pesada. Espero que disfruten del capítulo 😊

Harto.

Agoney estaba harto.

Los primeros días fueron tranquilos a pesar de todo. A pesar de estar solo. Pero en el transcurso del mes las cosas fueron a peor en vez de mejorar como él creía. No se estaba pudiendo relacionar con nadie y, encima, se metían con él. Aunque debía agradecer que no fuera de frente suponía. Eran susurros y risitas a sus espaldas. Cada vez que le hacían hablar en clase, cada vez que pasaba junto a algún grupito con ese andar particular entre saltitos, cada vez que algún profesor decía su nombre.

Y ahí estaba. Un mes después del comienzo de clases. En el patio, completamente solo.

Y Raoul lo vio. Claro que lo vio. Porque siempre lo veía desde aquel primer día en que sus ojos se cruzaron. Había algo en ellos que le llamaba la atención. No sabía el qué pero le intrigaba todo de aquel chico. Había oído como se metían con él y la verdad es que nunca había tenido la valentía de defenderle más que con una frase susurrada que por lo general nadie escuchaba. Por suerte sus amigos, aunque lo ignoraban, no se metían con él nunca y eso le daba cierta tranquilidad. Al menos no se juntaba con idiotas.

Pero ese día en particular se sentía diferente.

Todo cambió con un simple trabajo de clase.

—...y pónganse en parejas, trabajarán de a dos — agregó el profesor antes de que el caos de desate en el salón en el intento de encontrar con quién hacerlo.

Raoul estaba a punto de decirle a su compañero de pupitre, y amigo, Damián que lo hicieran juntos como siempre habían hecho el año anterior. Pero sus ojos, como imanes, se dirigieron automáticamente al canario.

Estaba solo, como siempre. Y ni siquiera hacía el intento de buscar un compañero.

— Damián — le llamó — ¿Te molesta si no lo hago contigo esta vez?

— Pero siempre vamos juntos ¿con quién lo haré ahora?

— Seguro que otro de los chicos quiere. El pobre Roi que siempre se empareja con alguien de fuera del grupo porque queda solo.

— Vale — aceptó poco conforme y dubitativo pero no cuestionó más al rubio.

Cuando ya estaba a punto de levantarse a preguntar si lo podía hacer él sólo, Agoney sintió inesperadamente el sonido de una mochila apoyándose en la mesa, siempre vacía, junto a la suya. Las patas de la silla arrastrándose por el suelo le hicieron girar finalmente el rostro.

— ¿Y esa cara? — rompió el hielo el catalán ante la mirada asustada del moreno — ¿Ya tienes pareja verdad? Me voy, no pasa nada — sabía que no la tenía pero quería hacer sentir bien al canario.

— No — se apresuró a decir cuando lo vio hacer el intento de ponerse de pie nuevamente — Sólo me asusté. No suelen acercarse mucho.

Intentó soltar una risa que se quedó a medias. Raoul, lo miró con pena.

— Bueno chicos — interrumpió el profesor — ¿Ya están formadas las parejas?

Un sí entonado conjuntamente, aunque descoordinado, retumbó en todo el salón.

» Perfecto. Empiecen a trabajar entonces que deben entregarlo la clase que viene.

En cuanto el profesor terminó de hablar ambos se pusieron a intentar resolver las preguntas. No hablaron de nada más fuera de lo necesario.

Petricor | RagoneyWhere stories live. Discover now