Petricor | Ragoney

El instante dorado llegó

Ahí estaba. El negro de la tinta resaltando sobre el blanco de la hoja. Los trazos adornaban ese trozo de papel que Raoul tanto había deseado que estuviera en sus manos. Y con el último punto colocado, ya estaba hecho.

Estaba divorciado.

Oficialmente ya no estaba casado con Rodrigo. Era raro, llevaba toda la vida con el moreno a su lado, pero se sentía liberador. No porque no hubiera sido feliz, lo había sido, eso lo tenía claro, había logrado formar la familia que tanto había soñado y había disfrutado mucho la vida esos diez años. Pero mirando hacia el pasado ahora, no sabía en qué momento esa felicidad había quedado atrás sin que lo notara. ¿Realmente valía la pena intentar mantener una familia en la que una de las partes no estaba presente la mitad del tiempo? ¿Realmente había disfrutado eso todos esos años?

La respuesta era no. Claramente no valía la pena. Su vida se había transformado en una monotonía insoportable en la que se sentía más solo que acompañado.

Su vida se había convertido en una sequía interminable.

Agoney había vuelto a aparecer en su vida en el momento indicado. Justo para hacerle abrir los ojos y rescatarlo de aquello.

Y ahora, por fin, había llegado el momento en que pudiera vivir con libertad aquello que el moreno despertaba en él. No quería nombrarlo con todas las letras todavía, aunque lo tenía más que claro internamente. Estaban yendo poco a poco ¿no? No iba a apresurarse a nada. Ahora lo que tocaba era la cita que tanto tiempo habían deseado. Pero antes, tenía que darle la gran noticia al canario.

Hola guapisimo

Le envió entusiasmado. Se moría de ganas por ver la reacción ante la noticia, estaba tan ansioso por decírselo que no se podía esperar a que se vieran, así que aunque sea se lo diría por mensaje.

Hola raoul lo siento no puedo ahora

Que seco de repente. Si estaba todo bien entre ellos... hasta la noche anterior habían estado hablando perfectamente ¿Qué bicho le había picado ahora?

No es contigo eh, en un rato te hablo <3

Le aclaró un momento después. Y menos mal, porque no es que él fuera exagerado... bueno un poco sí que era... pero el punto era que se había cagado un poco. Tenía que dejar de ponerse siempre en lo peor por todo. Con Agoney las cosas eran diferentes, si le pasara algo con él sabía que se lo diría. Siempre fue muy sincero con él después de todo.

Vale

Ha pasado algo?

Si pero no te preocupes

Todo bien?

Todo bien, no te rayes, te hablo en cuanto acabe que estoy un poco liado ahora mismo

Claro

No sabía mucho que decirle. El emoji de corazón como respuesta lo dejó mucho más tranquilo.

¿Sería algo del trabajo? Nunca había contestado así por eso. En fin, tenía que dejar de darle vueltas, ya se lo contaría cuando estuviera libre. Mientras tanto, tenía una cita en la que pensar.

~.~

Agoney llevaba desde por la mañana alterado. Desde que se había despertado con la llamada de su abogado diciéndole que necesitaban reunirse en unas horas el día había comenzado mal. No eran malas noticias al parecer, pero todo el tema de Jonay le ponía los nervios de punta, no podía evitarlo.