Capitulo 4

1.9K 154 59
                                    


Necesitaba pensar en lo que había pasado recién, pero sabía que no podría ir a ningún lado sola.

Jumin había dicho que los guardaespaldas estarían conmigo en todo lugar mientras estuviera fuera del Pent House. Me resigné y volví a su departamento.

Pensé en todo lo que había visto en la regresión y en lo que dijo Urannai. Si bien era difícil de creer, la sensación de desesperación mientras veía aquellas imágenes era tan real que me es imposible ignorarlas. Decidí que vería como se iban dando las cosas con Jumin, posteriormente consideraré si es correcto contarle lo que acabo de presenciar.

Al llegar al departamento los guardias de la entrada me informaron que Jumin ya había regresado de la oficina.

Entré a la sala de estar y me encontré a un sombrío hombre, sentado frente al ventanal con una copa de vino en la mano. – Hola Jumin, ya regresé. ¿Cómo te fue con tu padre?-.

Quizás aquella pregunta estaba de más, con solo sentir el ambiente de la habitación se podía notar que no tenía buenas noticias. – Bienvenida Mc, espero que tu salida haya sido productiva. Yo por mi parte no sé qué pensar, mi padre esta empecinado en ese matrimonio arreglado-.

Su rostro no tenía expresión, se notaba que no haber logrado convencer a su padre lo hacía sentir muy mal. – No sé qué decir, pensé que tu padre era alguien que entendía razones. ¿Crees que acepte hablar conmigo? Quizás yo podría convencerlo...-. – ¡NO! ¡No dejare que él te influencie como lo ha hecho con todas las demás mujeres, tu eres mía!-.

No me esperaba esa reacción, de hecho me asustó; me quedé helada de pie frente a este hombre, el cual en un acto de furia me agarró de las muñecas y me miraba de frente. – J-Jumin, tranquilo, no lo decía con esas intenciones. Yo solo quiero ayudarte, no dejaré que tu padre haga nada conmigo-. – Tú no lo entiendes, él cambia de novias como si de camisas se tratara, nada le costaría engatusarte. Me opongo rotundamente a que lo veas-.

Sus ojos grises mostraban la angustia que sentía al pensar tal situación. – Está bien, no lo haré si eso hace que te tranquilices. Y por favor suelta mis muñecas me haces daño-.

Me soltó de inmediato y su expresión cambio instantáneamente, pasó de la angustia a la preocupación. – Lo siento Mc no fue mi intención hacerte daño, perdóname por favor. Llamaré a un médico, espera-. – Cálmate Jumin, no es para tanto, no necesito un doctor. Siéntate y por favor relájate-. – Yo no quería hacerte daño, eres lo más preciado que tengo en estos momentos-.

Se sentó en el sofá y puso su cabeza entre sus manos, me senté a su lado y apoyé mi cabeza en su hombro. – No te mortifiques, estoy bien y comprendo que quieras protegerme de tu padre. Ahora estoy aquí contigo y no me iré-.

Sentí como su cuerpo se relajó, levantó la cabeza y me atrapo entre sus brazos. Me apretó tan fuerte contra su pecho que podía sentir el latir de su corazón. – Gracias por quedarte a mi lado-.

Posteriormente Jumin recobró su compostura habitual y se alistó para salir al almuerzo que su padre había arreglado con Sarah. – Pensé que no irías-. – Iré sólo para dejarle en claro a esa arpía que yo jamás tendré nada que ver con ella. Me hubiese gustado mil veces más almorzar contigo, pero tengo que hacer esto ahora. Por favor pide al chef que te prepare lo que quieras comer. Yo volveré antes del anochecer para que cenemos juntos-. Se veía decidido a cancelar los planes de su padre. Tomó su chaqueta, me dio un suave beso en la frente y se fue.

 Tomó su chaqueta, me dio un suave beso en la frente y se fue

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Almas inseparables (Jumin x Mc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora