Capitulo 12

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Me sorprendió saber que él estaba aquí, no me lo esperaba, y quizás no era el mejor momento de todos para hacer una visita.

Bajé las escaleras raudamente, antes de que mis padres se dieran cuenta de que él estaba afuera.

Salí por la puerta principal y antes de cruzar el jardín lo pude ver, él estaba ahí parado con una expresión serena en el rostro y con un gran ramo de rosas rojas en sus brazos.

Al verme él esbozó una sonrisa.

– Buenas noches Mc, me disculpo por venir sin avisar antes, pero no me pude contener necesitaba verte-.

Abrí la puerta que daba a la calle y sin decir palabra alguna me colgué de su cuello y lo besé apasionadamente. Ya había decidido que no escondería más mis sentimientos por él.

Al separarnos de aquel beso Jumin tenía una expresión de sorprendido y soltó una pequeña risita.

– Que buen recibimiento, me alegra que tú también me extrañaras-.

Me sonrojé – Lo siento si te sorprendí, necesitaba hacerlo-.

Ambos nos quedamos mirando fijamente a los ojos con una sonrisa en el rostro.

– Te traje un pequeño regalo, aunque tú te mereces todas las flores del mundo-

Me entregó aquel ramo que era absolutamente hermoso.

– Gracias, jamás me habían regalado flores-.

Me quedé contemplando las flores embobada, mientras él acarició suavemente mi mejilla.

– Acostúmbrate porque tendrás todas las flores que desees de ahora en adelante-.

Lo miré algo confundida por sus palabras.

– ¿Qué quieres decir con eso? ¿Has comprado una floristería?-.

– Si tu lo quisieras podría hacerlo, pero no me refiero a eso-.

Metió la mano al bolsillo del abrigo que traía puesto y sacó una cajita de terciopelo negro; acto seguido se arrodilló frente a mí. Abrió la cajita, dejando a la vista un anillo con un diamante rosado en forma de corazón en el centro y pequeños diamantes blancos alrededor de este.

– Marie Christine Lemercier tú... ¿te casarías conmigo?-.

No podía creer lo que estaba ocurriendo, me quedé con la boca abierta ante aquella petición. La felicidad me invadió por completo y entre lágrimas respondí.

– ¡Sí! Si quiero casarme contigo-.

Él se puso de pie con una gran sonrisa en el rostro y me puso el anillo en el dedo anular de la mano derecha. Me tomó entre sus brazos y me alzó, acercándome más a su rostro y dejándome a centímetros del suelo; nos unimos en un profundo beso que selló aquel mágico momento.

– Entendí por qué la gente se casa cuando te dejé ir esta tarde. Dos personas que se aman no se pueden separar e ir a la casa de cada uno, así que se casan y viven juntos en la misma casa. Gracias por aceptar pasar tu vida conmigo Marie, estaba nervioso que me dijeras que no-.

– Jumin ¿cómo podría decirte que no?-.

Ambos nos miramos con el rostro ruborizado y sonreímos como dos adolescentes enamorados.

De pronto el sonido de la puerta de mi casa nos sacó de nuestro mundo color rosa; eran mis padres.

– No lo puedo creer, Marie te acabamos de decir que no te volvieras a ver con este tipo y ahora estas aceptando su propuesta de matrimonio, ¡esto es absurdo!-.

Almas inseparables (Jumin x Mc)Where stories live. Discover now