Recover; Stray Kids

13.

Eunji despertó por unos golpecitos en su vientre y un rico olor a fresas. Esta bien con despertar e ir a ver ya que solo había tomado una pequeña siesta vespertina.

—Beba ¿Tu también hueles eso? —Solo golpeó como respuesta haciéndole reí. Era como si pudieran comunicarse.

Bajó cuidadosamente encontrándose con la mesa decorada, una botella de champagne y dos lugares puestos sobre esta. Jisung estaba en la cocina, llevaba un delantal rosa y unos guantes de cocina mientras sacaba del horno una charola caliente de donde provenía ese exquisito olor a fresas.

Eunji no habló solo se dispuso a mirarle, le era relajante verlo adentrado en la cocina ya que era uno de los gustos culposos del chico.

—Amor me asustaste —Saltó llevándose una mano al pecho, estaba agitado realmente le había asustado ya que él creía que seguía dormida.

—¿Tan fea soy? —Fingió molestia.

—Eres la mujer más hermosa de este mundo —Se acercó para besarle en medio de una sonrisa, bajó a su vientre y depósito un dulce beso en este.

—Yo también quiero mi beso —Llegó Minho tomando a Jisung de la cintura. Señalaba su mejilla izquierda esperando un beso del menor, este lo deposito haciendo reír a los jóvenes.

—¿Vas a salir min? —Preguntó Eunji al observar la mochila sobre sus hombros. El chico su agarré para acomodar la antes mencionada.

—Tengo una reunión con viejos amigos y será hasta tarde. Me quedaré a dormir con ellos —Sonrió dejando un beso en la mejilla de la chica —Nos vemos mañana, se portan bien —Se burló. Salió sin antes tomar un abrigo del perchero. El sonido tenue sonido del motor avisaba que este se había ido.

—Tengo una sorpresa preparada, esta noche solo seremos tú y yo —La abrazo por la cintura, rodeó sus brazos desde atrás hasta lograr acariciarle el vientre.

—Yo también te tengo una sorpresa —Ella rió.

—Entonces iré a darme una ducha y volveré para nuestras sorpresas —Sonrió dejándole un sonoro beso para después desaparecer al subir los escalones.

Eunji no se quedó ahí, fue a arreglarse un poco, cambió su pijama por un lindo vestido naranja y unas sandalias. Bajó a esperar a Jisung quien en cuestión de minutos ya estaba a su lado.

Le ayudo a tomar asiento recorriendo una de las sillas como todo un caballero. Encendió las velas y sirvió un poco e  Champagne en las copas, la cantidad de ella era menor ya que el excederse podría dañar al bebe.
Encendió el estéreo amenizando la velada con su canción favorita.

—¿Qué festejamos Sunggie? —.

—Hoy es un día realmente importante —Sonrió. Sirvió lo preparado en ambos platos. Eunji quedó fascinada desde el primer bocado. Hablaron de temas triviales hasta el momento del postre. Jisung colocó un platillo un una tapadera de plata.

—¿Me harías el honor de destapar el postre? —Eunji sonrió retirando la tapadera. Sus ojos se iluminaron al ver al centro del plato una cajita de terciopelo tinto. No había nada más que ello.

—Sunggie —Habló al punto de las lágrimas, estaba realmente conmovida. Jisung se paró tomando la caja, rodeó la mesa hasta llegar a su lado. Ella estaba de pie y Jisung se arrodilló a su lado. Abrió la caja dejando ver un hermoso anillo con un diamante al centro.

—Aquella niña de dos coletas con un vestido azul con bolas blancas, esa niña hermosa que llegaba en las tardes al café de mis padres en compañía de los suyos. Recuerdo desde el primer instante en que te vi. Nuestra primera plática, nuestro primer juego. Cuando me llevaron a Malasia lo que más extrañaba era a esa niña. Regresé por ti, regrese buscando encontrarte. Y lo hice. Tenía frente a mí a la dueña de mis pensamientos. Te protegí, y cada vez que lo hacía me daba cuenta de cual inmenso era mi amor por ti. Hasta que nos reencontramos, ese fue el día más feliz de mi existencia. Por fin tenerte a mi lado. Eres lo más valioso que tengo, eres mi felicidad, eres un ángel que llegó a llenar mi vida. Me dejas sin palabras, mi corazón se acelera al solo escuchar tu nombre.
No puedo bajarte el cielo, la luna y las estrellas pero prometo darte todo mi amor, amarte con pasión y hacerte la mujer más feliz sobre la faz de la tierra. Eunji ¿Te casarías conmigo? —Le miraba con una cálida sonrisa esperando una respuesta.