Sentimientos Erróneos «YeonGyu »

Feliz

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Tres meses después de haber pedido el número de BeomGyu y salir todas las noches casi a la misma hora y pensarlo mucho YeonJun llegó a la conclusión de que era el momento adecuado de lo que estaba apunto de hacer.
Muchas veces se desvelo pensando si sería correcto y si era algo apresurado, tonto o tal vez hasta se lo tomaría mal BeomGyu pero de algo estaba seguro, debía de hacerlo o tan siquiera intentarlo.

— Beommie, bebé — llamó la atención de su menor, muchas cosas habían pasado en ese tiempo como cuando su madre le ofreció volver y dialogar lo sucedido o la extraña relación que había empezado con el menor aún sin importarle que este seguía teniendo pareja.

— ¿Uh?, ¿Qué pasó? — habló aún mirando la pulsera dorada que le había regalado YeonJun hace unas horas atrás, el rubio se la había pasado ahorrando todo el sueldo que conseguía en su trabajo nocturno como vendedor de un minisuper, era algo innecesario en realidad pero sabia que se veria espléndido en la muñeca de su chico especial.

— Te conseguí otro lugar para vivir. — evitó la mirada del menor, jugando con sus dedos restando algo de importancia al asunto para no asustar a BeomGyu.

— ¿Y... en donde?

— En mi departamento.— dije algo dudoso, no podía descifrar los gestos de BeomGyu — Tengo una habitación extra.

— ¿Cuanto tengo que pagar?, no se si tenga la suficiente cantidad.

YeonJun sólo le dio un corto beso en los labios y le sonrió con ternura tomando sus bellas manos entre las suyas dando confort con leves toques.

— No tienes que pagar nada bebé.

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Después de casi una semana BeomGyu ya había trasladado sus pertenencias a la casa YeonJun ayudando este mismo a ordenar y decorar lo que sería su habitación, definitivamente el mayor no se arrepentía de haberle pedido vivir juntos, era la compañía perfecta además de darle un toque más de alegría al lugar, vivían en armonía, paz y amor, mucho, mucho amor.

Aunque la situación se ponía algo intensa en algunas ocasiones pues eran jóvenes y hormonales pero aún así por parte de YeonJun nunca se propaso de BeomGyu por más que el menor se comportaba o vestía de forma provocativa, ama esa parte suya pero no lo tocaría por respeto a su niño mimoso.

La vida para YeonJun por primera vez era feliz, tenía donde vivir, un trabajo con un gran jefe permisivo y la persona que amaba a su lado, que más podía pedir, le estaba yendo de maravilla.

— Bebé quieres que ponga una de terror o prefieres romántica — Preguntó el peli-negro a su menor ya que escucho el rechinar de las gradas de madera que le indicaban que estaba bajando.

—Cualquiera esta bien — le dio una sonrisa algo temerosa evitando mirarlo pero aún así YeonJun vio una mueca de preocupación en su rostro.

Al notar la acción del más bajo no pudo evitar caminar hacia el y tomarlo de las manos con preocupación, era más que evidente que algo no está bien.

—¿Bebé pasa algo?

— Amor... — comenzó BeomGyu tomando una leve pausa intentato buscar la forma correcta de decir lo que tanto le afligia — Mañana vendrá mi novio a casa.

YeonJun no dijo nada, ni lo miro y aun así BeomGyu podía escuchar su lenta respiración y el bajo suspiro que soltó para después salir de la casa.

Necesitaba un momento a solas para afrontar lo que estaba por pasar.

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Min YG

𝐸𝑑𝑖𝑡𝑎𝑑𝑜: 19/09/21