V e i n t i c u a t r o .

266K 17.5K 10.6K
                                    

Durante años escribiendo
Una cosa me he enseñado
Y es que hay más de una manera
De decirte que te amo.

28 de octubre de 2018

—Arriba los dos. —Me despertó una voz femenina, que no me esforcé en reconocer.

Mi brazo estaba apoyado en el pecho de Ethan y mi pierna izquierda sobre su cuerpo. Estaba completamente pegada a él, la distancia entre nosotros era prácticamente inexistente.

Ethan gruñó y cambió de posición, obligándome a cambiar con él. Abrí los ojos lentamente, pero entonces, alguien encendió la luz y me cegó por completo.

—Vamos, tórtolos.

Cuando finalmente pude acostumbrar mi vista a la luz, vi que Louise estaba de pie junto a la puerta.

—¿Para esto me hacéis sacar la cama de abajo? Hay que ver... Espero que no hayáis hecho nada indecente —bromeó—. Al menos no sin protección.

—¿Qué hora es? —protestó Ethan, ignorando el comentario de su madre.

—Las ocho y media—respondió ella—. Tu madre me llamó ayer y dijo que pasaría a recogerte en cuanto te levantases.

—Vale —asentí.

—Os iré preparando el desayuno, venid a la cocina cuando os despejéis un poco.

Louise abandonó la habitación, dejándonos a Ethan y a mí solos de nuevo. Me senté en la cama, apoyando mi espalda a la pared. Peiné el pelo de Ethan con mis manos y él cerró los ojos.

—¿Y mi beso de buenos días? —murmuré.

Ethan sonrió, y se incorporó en una posición similar a la mía. Sujetó mi barbilla con su mano, obligándome a mirarlo a los ojos, y me acercó a su rostro para besarme. No se parecía en nada a los besos que habíamos compartido el día anterior, no hubo lengua ni roces, pero no por ello tuvo menos efecto en mí. Cuando separó sus labios de los míos, no pude evitar esbozar una sonrisa.

—Creo que despertar a tu lado debe de ser una de las mejores cosas que he vivido —aseguró, acariciando mi mejilla con el torso de su mano—. Sobre todo, ahora que puedo besarte también.

Yo daría lo que fuese por despertar así cada mañana, pensé.

—Sí, creo que dormir contigo se ha convertido en una de mis actividades favoritas.

—¿En ambos sentidos de la palabra? —Sonrió con picardía. Mis mejillas se encendieron al instante, pero no lo negué. Recordé la noche anterior. Sin duda esa actividad también me había gustado.

—Sí, creo que sí —admití. Su sonrisa se ensanchó ante mi inesperada respuesta. Cada vez me sentía más cómoda a su alrededor, de hecho, en esos momentos sentía que podía hablar de cualquier cosa con él.

—¿Cómo lo haces para estar tan preciosa recién levantada? Supongo que te habrás dado cuenta, pero en mi familia todos despertamos con el pelo revuelto y unas ojeras horribles. —Rio.

—Sí, pero tu despertar es algo mejor que el de Zoe. —Reí también—. Y nada en vosotros es horrible. Seguís siendo más guapos que la mayoría aún despeinados y con ojeras.

—Creo que fue buena idea vestirnos antes de dormir —señaló—. Louise nos habría molestado bastante si nos hubiese encontrado desnudos y abrazados en mi cama.

—Sí, esto ya me ha parecido suficientemente vergonzoso, no quiero ni imaginar qué hubiera pasado si no nos hubiésemos vestido —dije—. Aunque no parecía demasiado sorprendida.

Kate & Ethan ✔️ | YA EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora