La tierra, año 2080. Nada será lo mismo.
Silver es un chico intrépido y decidido que sueña con conocer el mundo. Luego de discutir con su padre, escapa a la noche de San Diego y conoce a un grupo de misteriosos cambiaformas.
Encuentro que lo conduci...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
—No imaginé que tu casa fuera tan... ¡Normal! —dijo Silver, dando una mirada completa al interior de la casa de Becca.
—¿A qué te refieres con "normal"? —preguntó ella con una mirada confusa.
—No sé... No está llena de seguridad y ese tipo de cosas. En mi casa no puedes poner un pie en la entrada sin que se activen sistemas de movimiento y seguridad —aclaró Silver.
—¿Y siempre ha sido así? —preguntó Becca de regreso un poco interesada.
—La mayoría del tiempo. Cada casa en la que vivimos, él se encarga siempre de tener el mejor sistema de protección —respondió Silver. Siguiendo a Becca a la sala principal de la casa.
—¿Y cómo es él?... tu padre —preguntó Becca con cautela. Deteniéndose justo en el centro de un gran salón.
—¿Tienes algo para beber? —devolvió Silver, intentando evitar responder a la pregunta. Su mirada analizaba el lugar, todo era blanco con tonos marrones y caoba desde los muebles hasta los cuadros y piezas de porcelana, una escalera doble daba a la segunda planta de la casa. Silver no se sentía con el ánimo para hablar de su padre, no después de lo que había pasado.
—Debería haber algo en la cocina —respondió Becca, mirando suspicaz a Silver, entendió que Silver estaba queriendo evitar esa conversación.
—¡Becca! —Una voz masculina los sorprendió a ambos.
Becca giró para encontrarse con un hombre alto de piel dorada, ojos cafés y cabello negro. Silver se quedó parado lo más cerca posible de Becca, no quería que nada se saliera de control.
—¡Hola, Grey! No sabía que habías vuelto —respondió ella de forma casual.
—Tu padre me llamó. Dijo que me quería de regreso lo más antes posible. Ya sabes cuando el gran león ruge, hay que obedecerlo —respondió el hombre con un tono tranquilo.
—Habla por ti. Tu eres su pareja, no yo —devolvió Becca con una sonrisa—. Este es mi amigo Silver, se quedará esta noche. Tuvo un mal día y necesita relajarse. —Becca tomó a Silver por un brazo y lo empujó hacia adelante. Silver apretó el asa de su mochila que llevaba a medio colgar. Sonrió con algo de vergüenza.
El hombre no mayor de 30 años se acercó a Silver y le ofreció un saludo de manos. Silver tomó su mano con algo de recelo.
"Que color de ojos tan peculiar". Escuchó Silver como una especie de susurro.
—Sí, señor, eso siempre me lo dicen —respondió. Justo antes de darse cuenta que lo que había escuchado había sido en su mente. Sus ojos se abrieron en clara sorpresa.
Grey frunció el ceño y miró confundido a Silver. No había pronunciado palabra alguna o ¿Sí?
Becca tomó por la mano a Silver y lo arrastró con ella, lejos de la sala donde se encontraban.
