×Hunter x Hunter× One-Shots (Pedidos Pausados)

9.-¿Eres tú? (Gite)

Situación: Ging Freecss, el actual rey de su gran reino, compromete a su único hijo, Gon. Al ser el próximo en la línea debía casarse con una princesa pero él no quería eso, mucho menos sabiendo lo mimadas que son algunas. Pero contaba con la suerte de contar con la ayuda de su buen amigo Killua (Que estaba en una situación similar). Él sabía más que nadie a quién amaba su amigo pelinegro y lo ayudaría con la condición de que él hiciera lo mismo.   

AU: Medieval.

Advertencia: Posible Killupika agregado a la historia xd (Perdón, es uno de mis ships favoritos <'3).
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Apenas eran las 9 de la mañana y el castillo ya era un completo desastre. Pero apesar del ruido proveniente de las afueras del lugar y de su habitación, un tierno pelinegro dormía plácidamente en su cama. Hubiera seguido con su agradable sueño de no ser porque de pronto un pequeño viento recorrió su cuerpo, le habían quitado su cobija.

-Gon-sama -Escuchó una voz tranquila llamarlo. Y esa voz subió el tono al no obtener respuesta- Gon-sama... ¡Gon-sama!.

El joven Freecss se despertó golpeándose en la cabeza con la persona que lo llamaba. Ambos presentes se quejaron del dolor ocasionado por el golpe.

-¿Kite? -Susurró abriendo uno de sus ojos para ver a su fiel consejera, ayudante y... También ocupante de su corazón. Aunque ella no lo sabía y posiblemente nunca se enteraría de los sentimientos del príncipe hacia ella.

-Buenos días, Gon-sama -Saludó reverenciándose ante el ojimiel- Lamento el escándalo pero ya puede hacerse una idea de lo que sucede.

El chico suspiró con pesadez, lastimosamente era consciente de su situación. Todas las doncellas del reino se preparaban para él gran baile de esta noche. Se notaba que se esforzaban para llegar a tener una oportunidad con el dulce príncipe.  

-He traído su desayuno, preparé su baño y su traje también -Continuó la pelirroja caminando hacia el balcón para abrir las cortinas que adornaban la entrada de este.

Una agradable brisa acompañada de la luz del sol hizo que una leve sonrisa se dibujara en la inocente cara de Gon. Con el par de años que llevaba conociéndola sabía muy bien que ella adoraba observar los paisajes por las mañanas. Pero lo que más le agradaba era que siempre que abría las cortinas del balcón, el sol la hacía ver aún más reluciente ante sus ojos.

-Tomaré una ducha -Avisó tomando las cosas que le preparó su leal compañera.

-Lo esperaré Gon-sama -Susurró cuando el pelinegro entró al baño.

Con todo el asunto del matrimonio Kite se sentía sumamente extraña. Extraña de mala forma, no le agradaba el pensamiento que rondaba en su cabeza.

"Olvidalo, tú sólo eres su consejera. Se casará pronto y necesitará ayuda para manejar el reino...".

Soltó un suspiro bastante triste y largo. Sabía que aveces podía ser muy simple y por eso... Pensaba que Gon merecería algo que estuviera a su altura. Por esa razón no tomaba la valentía de hablarle abiertamente de sus pensamientos y sentimientos que mantenía ocultos en lo más profundo de su ser. Ella era muy tranquila y calmada en cualquier caso, no le costaría mucho decírselo de forma normal. Pero no lo haría, cargaría con esas emociones hasta que desaparezcan.