Decisiones

Preámbulo: Conversación Post Toxic

Había pasado una semana tras las gala 4. La actuación había sido todo un bombazo que había enloquecido al público y a sus propios compañeros, y la semana de duro trabajo había dado sus frutos. Sin embargo, algo había cambiado después de aquella actuación. No sabía muy bien cuál era la razón, pero Natalia podía notar perfectamente que las cosas con Alba habían cambiado y no sabía muy bien el por qué. De la noche a la mañana habían pasado de ser dos lapas que se pasaban el día pegadas a parecer dos extrañas que ni siquiera se miraban a pesar de estar encerradas en la misma casa. La de pamplona había intentado propiciar algún encuentro con Alba, pero por más que lo había intentado, lo único que había conseguido, más allá de un par de palabras sueltas y aquel abrazo que se dieron tras la visita de Albert Espinosa, era ver cómo la ilicitana la ignoraba una y otra vez. 

Por lo menos hasta aquella noche. Durante el chat, mientras Dave y Carlos hacían su versión de la mítica canción "Mujer contra mujer", Natalia y Alba, que habían terminado sentándose juntas debido a los cambios de sitio provocados tras cada actuación, habían sentido el impulso irrefrenable de entrelazar sus manos delante de los profesores y de sus compañeros. No se dirigieron palabra alguna, simplemente se cogieron la mano en silencio tras una pequeña mirada cómplice y se dedicaron a disfrutar en silencio de aquella canción que parecían estar dedicándoles especialmente a ellas. Después de una semana extraña y complicada entre ellas, llena de silencios, desencuentros y miradas a destiempo, aquella unión de sus manos parecía recomponer los lazos que se habían quebrado durante aquella semana, haciendo aflorar todos los sentimientos con los que habían estado batallando en silencio durante aquella semana. 

Tras aquel momento tan intenso, ambas siguieron como si nada, riéndose junto a sus compañeros y disfrutando del buen rato que siempre les hacían pasar en el chat, pero ninguna fue capaz de sacar el momento de su mente en toda la noche. Tanto es así que ya en la habitación, mientras el resto ya dormía después del rato de descontrol que siempre se formaba en la habitación después de cada gala, Natalia era incapaz de pegar ojo recreando una y otra vez aquel momento e intentando poner en orden los miles de pensamientos que andaban rondando por su cabeza desde hacía días y que parecían haberse intensificado aquella noche. En esas estaban cuando de pronto notó movimiento en la cama de Alba y escuchó lo que parecía un sollozo. ¿Estaba llorando? Casi de un salto se levanto de la cama y se acercó a la de la rubia, quien al notar su presencia se sobresaltó un poco.

N: Perdona, no quería asustarte -Dijo con un susurro para evitar despertar a sus compañeros-. ¿Estás bien? -Preguntó acariciándole la espalda-.

A: Sí, sí. Estaba pensando en Dave y en lo mucho que le voy a echar de menos aquí -Susurró limpiándose las lágrimas que caían por sus mejillas con la manga de su pijama-

N: Ya, la verdad es que se va a notar su ausencia. Pero bueno, piensa que él estará en la gloria con su gente, con sus pasodobles y con los demás, y que lo veremos al salir de aquí -Trató de animar mientras la abrazaba para consolarla-.

A: Sí. Estoy un poco tonta hoy, perdona -Dijo con una leve sonrisa-. No quería despertarte.

N: No me has despertado, tranquila. La verdad es que tampoco podía dormir.

A: ¿Y eso? -Preguntó mientras terminaba de recomponerse del sofoco de hacía un momento, separándose del abrazo para quedar la una junto a la otra-.

N: Pues estaba dándole vueltas a la gala, a la semana que ha terminado, al chat...a.... al momento cuando nos hemos dado la mano -Dijo mirándola con intención, haciendo que Alba bajara tímidamente la mirada hacia un hilo de su camiseta-. Yo... Echaba mucho de menos estar así contigo después de esta última semana.

A: Yo también, Nat. -Confesó estirando la mano para agarrar la de Natalia, tal y como habían hecho durante la actuación-. Siento haberme alejado así de ti