Preámbulo 3: Contactos con el exterior

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Las firmas habían resultado todo un éxito. Por mucho que imaginasen que iban a recibir apoyo por parte de los fans, cuando salieron no podían ni imaginarse algo parecido a lo que habían visto y lo que habían sentido gracias a todos los fans que se habían acercado a mostrarles su cariño y llenarles de regalos. Además la mayoría habían podido ver a sus familiares, lo que había resultado un chute de energía importante que ya empezaban a necesitar después de tantos días encerrados en la academia.

El grupo de Alba ya había llegado a la academia y no podía dejar de comentar todo lo que habían vivido aquel día. Los fans, las locuras de Pablo, el novio de María, lo que les habían dicho sus familiares, las carreras que se había pegado Alba huyendo de los de seguridad para ir a saludar a los fans... Sin duda iban a tener tema de conversación para toda la semana después de aquel día.

A: Ay, tengo ganas de que vengan ya los demás. -Dijo sin dejar de lanzar miradas a la puerta, esperando ver llegar a una de sus compañeras en particular-.

Para Alba aquella salida había sido increíble. Ver a su hermana, a la que echaba tanto de menos, y ver a sus padres juntos la había hecho muy feliz. Además, durante los pocos minutos que pudo compartir con ellos, los tres de habían encargado de transmitirle que todo estaba bien en el exterior y que se encargase de disfrutar. Un mensaje, acompañado de un guiño de su padre y de una sonrisa de su madre que ella había entendido a la perfección y la habían tranquilizado sobremanera.

Por su parte, el grupo de Natalia estaba aun en su camino de vuelta a la academia, compartiendo impresiones y rememorando los mejores momentos que habían vivido durante la firma. A pesar de la conversación que había tenido con Alba la noche anterior tratando de calmarla, la navarra había vivido aquella salida con muchos nervios, temiendo qué podría llegar a encontrarse. Cuando llegaron al recinto en el que debían firmar se encontró con toda su familia, lanzándose sin pensarlo a abrazar a sus padres y sus hermanos como andaba necesitando. En un principio ni siquiera le había visto porque se había mantenido en un segundo plano, pero Mikel, su novio, al final había ido a verla a las firmas junto a su familia. Tras saludar a sus padres al final le vio acercarse a ella, saludándola con un pequeño beso en los labios que Natalia no esquivó y en el que ni siquiera se paró a pensar, ya que todo el momento había sido demasiado rápido y era la manera natural de saludarse después de todo. 

Horas después, cuando estaban a punto de llegar de nuevo a la academia, Natalia todavía no había tenido tiempo de analizar el encuentro con su novio ni prácticamente nada de lo que había vivido durante aquella firma. Sabía que necesitaría tiempo para asimilarlo todo. Sin embargo, desde que habían comenzado el viaje de vuelta a la academia su mente estaba puesta en Alba, en cómo le habría ido, en si lo habría disfrutado tanto como ella, en las ganas que tenía de compartir todas sus impresiones... Acostumbrada a pasar las 24 horas con ella, durante ese día la había echado muchísimo de menos.

En cuanto entraron por la puerta el alboroto no tardó en llegar. Todos corrieron a abrazarse y a compartir todo lo que habían vivido. Natalia fue corriendo en busca de Alba, fundiéndose en un fuerte abrazo.

A: Me han dado muchos amores para ti

N: A mí para ti también -Contestó con una gran sonrisa-.

A: ¡NOS LLAMAN ALBALIA, TÍA!

N: ¡Ya! -Contestó con una sonrisa, porque le había hecho mucha gracia el apodo-.

Aunque a todos se les notaba la alegría de volver a encontrarse después del día que habían pasado, Natalia y Alba no podían parar de buscarse y abrazarse cada vez que tenían la oportunidad, como si tuviesen que darse todos los abrazos que no habían podido darse a lo largo de la mañana. Durante la cena todos comentaban las anécdotas que les había dejado la experiencia, desde pedidas de matrimonio hasta los regalos que les habían hecho y de los recuerdos que les dejaban para los compañeros que no estaban con ellos. Cada vez que hacían comentarios sobre los familiares que habían ido a verles Natalia se ponía un poco tensa, pensando que alguien pudiese comentar la presencia de Mikel antes de tener la oportunidad de hablar con Alba en la habitación, pero por suerte no fue así.

Aquella noche, aunque había muchas cosas por contar lo cierto es que estaban bastante agotados tras el cúmulo de emociones que habían vivido, por lo que la mayoría se había ido a dormir bastante pronto. Alba y Natalia se habían acomodado en la cama de la ilicitana junto a María y Julia, con las que habían estado un rato hablando hasta que ambas se despidieron dejándolas a las dos solas.

A: Que guay tía. Es que necesitaba tanto algo así para cargas pilas, ¿sabes? -Decía sin poder borrar la sonrisa-. O sea, y ver a mi hermana y a mi madre, tía, que les estaban pidiendo fotos también. Que heavy.

N: Ya ves tía. Y además que mi familia estaban como super emocionados, casi llorando, y yo en plan, joder, me muero de amor, ¿sabes?

Pasaron unos segundos en silencio, sonriendo aun recordando todo lo que habían vivido, pero Alba notaba a Natalia algo nerviosa, y podía imaginar el motivo, por lo que se giró para hablar con ella.

A: ¿Ha ido Mikel a la firma? 

N: Sí. Pensaba que no iba a ir, porque a él todas esas cosas le dan mucha pereza, pero al final estaba allí con mi familia.

A: ¿Y qué tal? ¿Estás bien? -Preguntó cogiéndola de la mano para que viese que estaba todo bien-.

N: Sí, no sé. Ha sido como muy rápido todo, porque he tenido solo unos segundos para poder abrazar a mi familia y ni siquiera me ha dado tiempo a pensar en nada, ¿sabes? Simplemente le he visto acercarse a saludarme y... nos hemos dado un pico y me ha abrazado. -Ante aquello notó como la mano de Alba apretaba un poco más fuerte la suya-. Pero ha sido como raro.

A: ¿Raro en qué sentido?

N: No sé, me ha dado la sensación de que era como una especie de despedida, ¿sabes? -Trataba de explicar rememorando el momento-. Ha sido en plan, que nos hemos saludado, me ha dicho que se alegraba de verme y que enhorabuena por todo, pero he sentido como si estuviera encontrándome con un amigo, y es como que he sentido que para él también era así.

A: ¿Crees que ha notado algo? -Preguntó preocupada por cómo podía afectarle a Natalia el tema-.

N: Pff, no lo sé. Es que, a ver, nos conocemos desde hace tiempo, siempre hemos sido amigos y creo que los dos habíamos visto que en los últimos meses como que no terminaba de funcionar nuestra relación. No sé si ha notado algo de esto -Dijo señalándose a ellas-. o si simplemente los dos sabemos que las cosas habían cambiado y estos meses nos han servido para darnos cuenta a los dos. ¿Me entiendes?

A: Sí. No sé, puede ser. -Alba tampoco sabía muy bien qué decir, porque ella no era ni mucho menos la indicada para opinar de un tema que a ella le afectaba de forma directa, pero se alegraba de ver que podía hablar el tema con Natalia y que no había secretos entre ellas-. A ver, si ha ido a verte significa que no está enfadado contigo, ¿no? Eso es bueno.

N: Sí. No sé. Cuando salga de aquí está claro que tenemos que hablar y aclarar las cosas. -Dijo bajando la mirada hacia sus manos unidas-. Lo que más me preocupa es hacerle daño, porque es una persona a la que quiero mucho y siento que le debo mucho, pero verlo hoy y escuchar lo que me ha dicho es como que me ha tranquilizado un poco.

A: Pues ya está.

N: No te haces una idea de lo que te he echado de menos hoy, de verdad. -Confesó abrazándose a ella y dejando varios besos en la mejilla de Alba que la hicieron sonreír-.

A: Y yo a ti también Nat. Mucho. -Dijo con voz infantil apretando el abrazo y cerrando los ojos en el cuello de la navarra-. ¿Te quedas un ratito aquí conmigo?

N: ¿Está mimosita la niña? -Preguntó con una sonrisa dándole un beso en la cabeza-.

A: Sip

Sin soltar el abrazo, ambas se acomodaron mejor en la cama para estar más cómodas y se dedicaron a abrazarse en silencio, pensando en lo bien que les hacía algo tan simple como estar así, abrazadas compartiendo el silencio. Y así se quedaron dormidas sin darse ni cuenta.



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