Capítulo 12.

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Bowers le da un golpe de puño cerrado de lleno en la cara a Eddie, quién trastabilla y cae de espaldas, lo que activa un ataque de asma. Jadea y se arrastra hacia atrás, intentando ponerse de pie.

—¡Déjalo!— Richie golpea a Henry con un bate en la cabeza.
Al mismo tiempo, Stan y Mike llegan con Eddie para asistirlo.

—Tú inhalador. Eddie, ¿dónde está?— Mike le pregunta. Stanley le soba la espalda y Eddie nota como al judío le tiemblan las manos.

—No...lo sé— jadea Eddie—. No lo sé.

Del otro lado, Beverly está junto a Ben intentado ayudarlo a detener el sangrado del gran corte que Henry le ha hecho en el brazo.

—Dios, Ben...

Sangra mucho.

Richie y Bill se enfrentan a Henry, a quién— quizás por la adrenalina o la locura— no le ha hecho ni cosquillas el golpe que Richie le ha dado en la cabeza. Por el contrario, se ha largado a reír.

—¿Creen que pueden jugar contra mí?

Lo más inteligente sería que uno saliera y pidiera ayuda, pero la puerta de la casa está atorada, y Henry no les permite acercarse a ella.

—Ninguno saldrá de aquí— dice Bowers, sonriendo—. Y yo agregaré siete cuerpos a mí colección.

—¡Bastardo!— grita Bill sin tartamudear, lanzándole objetos.

Henry los esquiva y llega hasta Richie, tomándolo por el cuello de la camiseta con fuerza.

—El primero— le pasa el cuchillo rozando la mejilla, haciéndole un pequeño corte por el que baja un hilo de sangre.

—¡Richie!— grita Bill, corriendo hacia él.

Mike llega primero, salta a la espalda de Henry justo a tiempo, y forcejea con él para quitarle la navaja. Esto provoca que Bowers suelte a Richie, pero en el forcejeo apuñala en la mano a Mike, quién grita de dolor.

Bill salta sobre él también, todos en un esfuerzo de distraerlo lo suficiente para que no hiera al otro.

Beverly ve que Henry está lo suficientemente lejos de la puerta. Sus bicicletas aún están afuera, pueden hacerlo. Corre hacia la puerta y comienza a forcejear con la cerradura, pateandola.

Bowers se desmonta de todos y corre hacia ella al verla. Se le ha resbalado la navaja, pero no le importa.

Beverly da un grito y logra con una última patada abrir la puerta, justo cuando Henry llega a ella y la agarra del torso con ambos brazos, tirandola hacia atrás.

—¡Bev!

Beverly se da de lleno contra y pierde el aliento. Ben agarra el bate que Richie dejó tirado y golpe a Henry una, dos, tres veces, hasta que se aleja de Beverly, quedando aturdido en el piso.

—¡C-Corran!— grita Bill.

Todos están muy magullados y heridos, pero corren. Bill ayuda a Ben a moverse. Stanley levanta a Beverly. Richie (que es el que está en mejores condiciones) toma a Eddie (que jadea) a cuestas y lo carga hasta afuera. Mike sale al final.

Suben a sus bicicletas. Eddie jadea (aún lleva el yeso por lo de su brazo roto) y no está en condiciones de usar su bicicleta, por lo que Richie lo coloca con cuidado en el gran canastillo de la bicicleta de Mike.

Henry sale de la casa, gritando, y se apodera de la bicicleta de Eddie que ha quedado tirada.

La persecución comienza.

Te quiero y no estoy bromeando | Staddie & Bichie.Où les histoires vivent. Découvrez maintenant