Capítulo 15.

1.4K 126 117
                                    

—¿Q-Q-Qué sucede, Richie?— pregunta Bill cuando siente que Tozier se levanta de la cama.

—Tengo que ir a mear.

Bill rió adormilado.

—R-Recuerda que el baño está en u-una caseta, afuera d-d-de la
c-cabaña— luego se acomodo y siguió durmiendo.

Richie salió de la habitación (y posteriormente de la cabaña) y caminó con los pies descalzos por el césped con una linterna en la mano.

La noche era imponente, ningún faro cerca. Richie apresuró un poco el paso hasta la caseta del baño, sólo por si acaso.

Adentro, hizo lo que tenía que hacer. Todo normal. El problema vino cuando salió de la caseta, dispuesto a volver a la cabaña.
Un ruido lo alerto, el crujido de unas ramas a sus espaldas. Volteó, pero no vio nada.

—No imagines boberías, Tozier— se regañó, continúan.

Mi casa...— esta vez oyó claramente una voz.

Volteó rápidamente.

—¡¿Quién anda ahí!

Mi casa... No puedo ir a mi casa...

Era una voz femenina, sonaba a lamento.

Richie tragó saliva, acelerando el paso.

—Joder Beverly, si eres tú te juro que...

Una mujer de vestido blanco, Richie la vio claramente entre los árboles.

—¡Ay mierda!

Corrió hacia la cabaña en modo TurboRichie.

....

—¡De verdad la vi! ¡Lo juro!

—Oh vamos, Richie— Stanley rodó los ojos—. Los fantasmas no existen.

Se encontraban en la mesa del salón, desayunando.

Bill miró a Richie de manera comprensiva, pero sin acabar de creerle.

—T-Tal vez solo t-tuviste una p-pesadilla— propuso suavemente.

—Genial, ni siquiera mi novio me cree.

—N-No es e-eso, Richie, e-es que...

—¿Eddie spaguetti? ¿tú me apoyas?

—Me despertaste a las cuatro de la mañana— Eddie lo mira con el ceño fruncido. En efecto, Richie no había querido molestar a Bill y había corrido con Eddie luego de su supuesto encuentro con el fantasma—. Vete al carajo, Richie.

—Uhh, que tensos— Beverly río, comiendo su waffle—. ¿Por qué no salimos a nadar? Así liberan tensión.

Richie se pone de pie.

—Hay un fantasma aquí, y se los probaré— promete—. Pero primero quiero ir al lago.

Bill medio sonríe.

—P-Por supuesto.

....

En trajes de baño salen los chicos hacia el lago.

Richie y Beverly saltan desde el muelle sin pensárselo dos veces. Bill les sigue. Luego, saltan Mike y Ben.

Eddie y Stanley se miran y suspiran.

—¿Esto te recuerda a algo?

Saltar desde el muelle es más fácil que desde la cantera. Eddie y Stanley se abrazan bajo el agua, y entonces Stan le da a Eddie un corto beso en los labios. Luego empiezan a lanzarse agua (sin ser muy bruscos, los dos son suaves).

Por su parte, Bill y Richie no contienen en lo absoluto su sesión de besos.

—¿E-Estoy p-perdonado?— pregunta Bill, refiriéndose a la discusión de esa mañana.

—Mmm— Richie se relame los labios—. Luego de unos besos más, quizás.

Bill rueda los ojos y se inclina para seguir besándolo.

Luego, los perdedores juegan al caballo de bronce y a arrojarse agua. Nadan, exploran. Ben y Mike rozan las manos y Beverly les da a ambos más abrazos de la cuenta, pero nadie lo nota.

Lucen felices y sin problemas.

¿Han oído del efecto "regreso a la media"? Las cosas no pueden ser muy buenas ni muy malas, siempre regresan a un estado intermedio.

Las cosas eran muy buenas, algo tenía que regresarlas, ¿no?

....

Es de noche, pero nadie duerme.
Los perdedores están sentados en el suelo del salón "principal" de la cabaña, rodeados de mantas, cojines y palomitas.

Eddie tiene la cabeza recargada en el hombro de Stan y ambos suspiran aburridos. Beverly y Ben hacen juegos de manos. Mike y Bill juegan a las cartas. Todo eso mientras Richie explica detalladamente su plan para cazar al fantasma en una pizarra invisible e inexistente.

—Déjalo Richie, no construiremos una jaula sobrenatural, ¿entiendes?— le dijo Beverly, suspirando.

Richie bufó, sin entender aún porque no le creían.

—Pero...

—Ya Richie, enserio— le dijo Stanley—. Y si es un fantasma no puede hacerte nada, no te preocupes tanto.

—Bill, cariño, apoyame.

—Creía q-q-que ya habíamos hablado d-de e-esto— Bill se cruzó de brazos.

—¿Eds?— Richie miró a su mejor amigo, esperanzado.

—¡Un fantasma!— exclama Eddie, poniéndose de pie de forma sorpresiva.

—Gracias, Eddie, aprecio el entusiasmo— Richie se acomoda las gafas.

—E-Eddie, no lo a-alientes.

—¡No! ¡Un fantasma chicos! ¡Ahí!— Eddie señala hacia la ventana que está detrás de Richie y todos voltean a ver.

En efecto, hay una mujer vestida de blanco en la ventana, observándolos con el rostro sucio y el cabello enmarañado.

—La chica del aro, la chica del aro— Stan se esconde detrás de Eddie.

—¡Ay mierda!— Richie da un salto y Bill acaba tomándolo en brazos estilo nupcial.

Beverly y Ben gritan, de Mike se escapa solo una exclamación.

El fantasma los mira y dice con voz de ultratumba:

Mi casa... No puedo ir a mi casa...

—Mierda, mierda, mierda.

Las luces se apagan en ese preciso instante, dejando a los perdedores a oscuras.

Y todos gritan fuerte y claro esta vez.

Mi casa...

...

Nueva aventura para los perdedores :O

¿Qué les pareció el capítulo? ¿sugerencias?

¿Creen que el fantasma secuestre a alguien? ¿a quién?

¡Nos leemos pronto spaguettis!

Te quiero y no estoy bromeando | Staddie & Bichie.Where stories live. Discover now