05.

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Jeno se levantó al día siguiente con un fuerte dolor de cabeza y en una habitación que no era la de él, con pánico intentó levantarse sin perder el equilibrio, cosa que le fue muy difícil de hacer, abrió la puerta de la habitación y se encontró con un gran aroma que dedujo, provenía de la cocina.

Fue hasta ese lugar y se encontró con un chico no más alto que él y de piel pálida que preparaba algo de comer, sosteniéndose del marco de la puerta aclaró su garganta para hacer acto de presencia ante este.

— Veo que ya te levantaste — Dijo sin mirarle — Mi nombre es Lee Mark y bebiste conmigo a altas horas de la noche, cuando me ofrecí a llevarte a tu casa balbuceaste barbaridades y te desmayaste, por lo que no tuve más remedio que traerte hasta aquí, puedes desayunar antes de irte si así lo deseas.

El chico se sintió apenado por su comportamiento, además de ser una carga para un completo desconocido que le acogió en su hogar.

— Muchas gracias por traerme hasta acá y no dejarme morir de frío afuera, de verdad le estoy agradecido y jamás lo olvidaré, ¿Podría usted darme su número de celular para pagarle con una comida?, por favor.

Mark intercambió número con Jeno, este no se quedo a desayunar porque sentía que ya había molestado mucho a Mark y al llegar a su casa todos le recibieron sumamente enojados.

— ¿Donde estabas Jeno?, ¿Acaso quieres que muera de un infarto a tan temprana edad? — Preguntó su madre intentando guardar la calma.

— Yo...

— ¿Dónde pasaste la noche? — Preguntó Yerim interrumpiéndole, ella se encontraba aún más histérica.

— Es una larga historia...

— Tenemos toda la mañana para escucharte.

El chico relató que se fue a beber y conoció a un chico llamado Lee Mark que lo llevo a su casa cuando el se desmayó.

— ¿Lee Mark? — Preguntó Yerim atónita.

— ¿Que así no se llamaba tu último novio?, ¿El blanquito? — Preguntó su madre, provocando que esta se pusiera nerviosa.

— ¡Sí el chico que yo conocí era completamente blanco, muy muy blanco! — Exclamó Jeno — Incluso intercambiamos número.

— Wow, el mundo si es pequeño — Dijo la madre de ambos chicos — Mark siempre me pareció un gran chico, ¿Por qué terminaron Yerim?

— No es de su incumbencia — Contestó la chica retirándose a su habitación.

Jeno no recordaba nada de lo que había hablado con Mark la noche anterior, por lo que se encogió de hombros y se fue a la cocina con su mamá, rogándole a la mujer por algo de comer.

...

Donghyuck caminaba de un lado a otro en su habitación preguntándose miles de cosas hasta que su hermano Jisung entró sin tocarle la puerta.

— ¡Debes tocar la puerta! — Le gritó Donghyuck asesinándolo con la mirada.

— Perdona... Pero necesito tu ayuda.

— ¿Para qué? — Preguntó sorprendido puesto que su rubio hermano jamás acudía a el desde que dejaron de ser niños.

— ¿Como descubriste que eras gay?

Jisung se veía entre serio y asustado, su mirada era la de un cachorrito desamparado que no sabía que hacer con su vida.

— Bueno Sung... Simplemente me di cuenta de que no sentía nada por las chicas, que no me provocaban ningún sentimiento más que cariño, así como el que siento por Yerim, en cambio con los chicos era distinto... Me di cuenta de ello cuando cumplí quince, porque me empezó a gustar el presidente de mi clase, quería que me prestará atención y siempre quería ayudarlo con cualquier tarea que le mandarán a hacer con tal de estar a su lado, tenía sueños mojados con él, aunque eso está de más... — Dijo arrepentido de haber contado lo último.

Jisung le miraba con demasiada atención, lo cual asustó un poco a Donghyuck.

— ¿Por qué me lo preguntas Sung?

— Es que... ¿Sabes en la cafetería en la que trabajo a medio tiempo?, bueno, existe un cliente que frecuenta mucho la tienda, a mi parecer es muy atractivo y cada vez que va me hace un cumplido respecto a como me veo... ¡Y siento mucha vergüenza!, mis compañeros dicen que cada vez que sucede algo así me pongo peor que un tomate, ¡Qué humillante!

 — ¿Y no te invita a salir aún?

— No...

— Lástima, esa es una de las maneras de saber si realmente te atrae...

— ¿Existe otra?

— Oh, por supuesto, la otra es dejar que tu imaginación vuele, debes verte con el en distintas situaciones, como si fueran pareja, ¿Qué sentirías?, ¿Crees que sería lindo estar con él de esa forma?

Jisung se mordía las uñas demostrando nerviosismo, sus ojos se abrieron de sobre manera y se fue corriendo a su habitación, no sin antes gritarle un "Gracias" a su hermano.

¡DEVUÉLVEME A MI NOVIO! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora