O C H O

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•at the border•

–. Oí que serás el representante de la escuela en el festival que viene, ¡felicidades!

Exclamó BaekHyun en medio del almuerzo un martes, su alegría iba dirigida hacia cierto chico alto frente a él, quien compartiendo su felicidad, asintió frenéticamente.

–. ¡Si! ¿No es eso increíble?, realmente me emociona.

–. Kyung lo ha sido siempre desde segundo año, por supuesto que es increíble poder ver una cara nueva dando el discurso.

Soltando un suave suspiro lleno de resentimiento, el mencionado se levantó de su silla, tomando su almuerzo entre sus manos para marcharse con presteza, sin ninguna dirección aparente, solo caminado bajo la pesada mirada de los dos chicos que se quedaron allí un tanto confundidos por aquello.

Se había sentido realmente mal en estos últimos días, su corazón estaba llenandose de pensamiento negativos, temía incluso que le arrebataran su muy amado blog donde escribia sus poemas.

Pensando en aquello, termino frente a la cancha de básquet, sentado en una fría banca mientras miraba a la nada, no llegando a notar una presencia más a su lado, quien lo observaba con detenimiento.

–. Así que escapando, ¿En qué tanto piensas?

Se había acostumbrado a sus apariciones tan repentinas que no le sorprendió para nada ver al alto a su lado cuando volteó.
En respuesta solo levantó los hombros, restándole total importancia a su presencia.

–. Estás enojado.

Eso había sido una afirmación no una pregunta y aunque el pelinegro realmente lo estaba, siguió ignorandolo, como siempre lo hacía.

No estaba dispuesto para nada en absoluto con el, ni siquiera quería mirarlo, se sentía reemplazado, incluso olvidado y lo peor es que no podía culpar a nadie más que a él mismo.

Se suponía que su plan debía salir bien, solo iba a dejar de hablar no de comunicarse, pero todo se había ido por el caño.
Tal vez si fuera un estudiante promedio, sin tantas obligaciones y frustraciones como las tenía el, que era de todo en aquel instituto, no habría salido nada mal.

Si tan solo su voz no fuera de esa manera, si no fuera un tormento tener que escuchar aquel tono chillón, si simplemente se aceptará tal y como era, no hubiera tenido necesidad de nada de esto.
Recordaba las veces que lo habían molestado a su causa, todas las palabras y tratos que había tenido que soportar gracias a ello, lo hacían sentirse totalmente afligido.


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