0.08; trouble in paradise

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Viernes por la mañana, el pelinegro se encontraba corriendo hacia su lugar de trabajo puesto que su alarma nunca sonó y su compañero de departamento tampoco le pareció importarle despertarlo; pero igual pudo llegar a tiempo.

—Llegas tarde, Lee—“Mierda” susurró para si mismo al escuchar a su jefe hablarle.

—Es la primera vez que pasa, señor Han. Pero no se volverá a repetir—respondió, haciendo una reverencia e intentando escapar

—Espera Lee—volvió a a hablar y el nombrado con un intento de sonrisa volvió a darse la vuelta—acompañame tengo que presentarte a alguien.

MinHo levantó ceja confundido pero de igual manera siguió a su jefe hasta su despacho donde un chico peliazul se encontraba sentado frente al escritorio de su jefe, no entienda ni un carajo.

—Toma asiento, Lee—este obedeció sin siquiera voltear su cabeza hacia aquel chico—Te presento a mi hijo, Han JiSung. Él va ser tu nuevo compañero en el caso de Kim SeungMin.

—¿Perdón? Señor Han creo que habíamos quedado claro que solo yo me iba a encargar del caso—habló MinHo, él no tiene nada encontrá con JiSung o cualquier otra persona; el problema es que no quiere que nadie se meta en el caso del menor, es bastante delicado para Kim y para él, que no le gustaría que más gente sepa a profundidad sobre lo sucedido. Además que ya han pasado dos años y la sociedad ya esta pasando de página, pero un movimiento en falso, aquel caso puede volverse otra vez su capítulo favorito.

—Lo sé, lo sé y has hecho un gran trabajo por tu cuenta...

—¿Entonces?—lo interrumpió y agradece que su jefe no le haya importado.

—La corte ha llamado, Lee. Tienes dos meses y veinte días para presentar una resolución o algún documento en el cual expliques que estas logrando resultados o si no van cerrar oficialmente el caso, culpar a SeungMin por todo y meterlo oficialmente a la cárcel—respondió el señor Han entregándole lo que la corte había dictado hace una semana—Se lo mucho que quieres sacarlo de ahí, pero es mucha información la que tienes y trabajando por tu cuenta no lo vas a lograrlo solo. Deja que JiSung te ayude.

El chico peliazul se quedó en su lugar con su rostro sin emoción alguna, MinHo soltó un suspiro y aceptó esperando que el hijo de su jefe lo ayude de verdad y que no termine mal como lo tiene en mente.

Terminada esa mini reunión los ahora nuevos compañeros se dirigieron a la oficina de Lee para empezar a trabajar.

—Escuchame bien JiSung, de lo que sea que hablemos en esta oficina se quedan en estas paredes ¿de acuerdo?—no, el pelinegro no está amenazando solo quiere dejar las cosas claras.

—De acuerdo—contestó con una media sonrisa—Es muy importante para ti ¿no?.

—¿Quién?.

—SeungMin—habló como si no fuera lo más obvio.

—¿Es importante acaso?—se encontraba sacando todos lo papeles del caso, cuando Han volvió a abrir la boca.

—No deberías estar metido en su caso si te importa tanto. Podrías llevarte sorpresas

—Tú sabes algo—eso no fue una pregunta, ni estaba intentando serla, aquel peliazul sabe más sobre el tema de lo que él le gustaría.

—Puede ser.

—Entonces deberías empezar hablar antes que tenga ganas de disparate—agarró la pistola que se encontraba en su gabinete y empezó a darle vueltas en su mano esperando a que el menor hable.

—Esa si es una mejor amenaza.

[…]

Ya habían pasado tres semanas desde que Hwang daba clases en la escuela y a SeungMin le gustaba mucho como enseñaba, sus clases eran interactivas y fácil de entender, no sólo era lectura, copiar lo esta en la pizarra y listo. Si no que te lo explicaba de la manera más divertida para que pudieras entender con mayor facilidad de porqué paso esto o aquello, además que tenía un montón de material en videos, fotos, audios, entre otros. Se notaba que se esforzaba al dar sus clases y Kim valoraba demasiado eso.

Era salida, y los viernes les tocaba con él última hora, por lo cual no todos estaban tan muertos aún así, en cuanto sonó la campana todos salieron corriendo, incluyendo Kim.
Hwang se quedó a ordenar unas cosas y pedirle a YoungJae que les haga unas cuantas fotocopias para el lunes.
Luego de que pasaran unos cuantos minutos HyunJin se dirigía a la salida la cual estaba casi vacía cuando su teléfono empezó a sonar.

—¿Hola?—contestó sin ver quien era.

—¿¡Se puede saber donde mierda estas metido!?—el rubio tuvo que alejar un poco el teléfono de su oreja puesto que Kang casi le deja sordo.

—Estoy en la escuela, KyunRae. Recuerda que ahora tengo un trabajo —soltó un suspiro.

—Eso ya lo sé, idiota. Dejame reformular mi pregunta—contestó la pelirroja—¿Qué carajos estas haciendo que no vas a recoger a RaeWo?.

Hwang al escuchar eso se detuvo seco, levanto su mano izquierda para ver la hora que era, y efectivamente iba casi con una hora de retraso. Un silencio sepulcral apareció en la línea y KyunRae volvió a hablar.

—Sabes que yo iría con gusto pero los viernes son un día difícil para mi moverme de la universidad, con suerte he conseguido permiso para poder llamarte, así que por favor anda a recogerlo y espero que no me tengan que llamar otra vez diciendo que no han ido a recoger a mi hijo—habló con un tono más dulce y calmado—Besos, nos vemos.

—Adiós—colgó la llamada para pasarse su mano por si cabello y empezar a correr hacia su auto pero una voz lo detuvo al dar el primer paso.

—¿Problemas en el paraíso, señor Hwang? —ahí estaba SeungMin en la puerta de la escuela observando a su profesor con bastante curiosidad, no era que quería escuchar su conversación pero las cosas salieron de ese modo.

—Algo así, señorito Kim.

—No me llames así, por favor—bromeó y el rubio soltó una risita—No sabia que tenias un hijo.

—Si…hace dentro de un mes yo tampoco lo sabía pero que sorpresas te da la vida—respondió y el castaño levantó una ceja confundido—igual no es algo que me gustaría compartir con tus compañeros, ¿sabes?.

Kim asintió con los ojos algo cansados, y le hizo preguntar que seguía haciendo aún en la escuela, a diferencia de él no tiene nada más que hacer.

—Me gustaría seguir hablando, pero que ir a recoger algo importante.
¿Van a venir por ti?—el menor pudo notar el tono de preocupación de Hwang.

—MinHo debería estar acá pero no me envió ni una señal de vida así que probablemente debe seguir trabajando o durmiendo.

—Vamos, te llevo—sugirió, dirigiéndose hacia su auto con un Min siguiéndolo por detrás.

—¿Seguro?

—Claro, aunque primero debes acompañarme a recoger a RaeWo, pero después te dejo.

SeungMin asintió con la mirada y se subió al auto de su profesor.

flor de oro ❀ hyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora