0.09; a next time

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HyunJin parecía más nervioso de lo que SeungMin estaba en su auto, de lo que había olvidalo recoger a su hijo hace casi una hora, y no sabe que pensar de aquello. Pero prefirió mover todos sus pensamientos al terrible padre que estaba siendo en estos momentos, pero sabía que todo esto de ser un buen padre no iba durar toda la vida, sabía que en cualquier momento lo arruinaría y por fin llegó el día, pero no lo malinterpreten, no está para nada orgulloso.

En el camino no hablaron nada a pesar de que Kim tenía todas las ganas de preguntar sobre ese supuesto hijo de HyunJin y lo más importante, si es que estaba casado. Nunca vio una sortija en ninguna de sus manos, pero a veces algunas parejas no los utilizan por distintas razones, pero aún así tenía curiosidad de saber si estaba en una relación.

—¿Quieres venir? ¿O prefieres quedarte en el auto? —preguntó Hwang sacando al menor de sus pensamientos.

—Te acompaño—acomodó su mochila en la parte donde iban los pies y bajo del auto en dirección a la guardería.

Al entrar, había una chica jugando con un niño, y en cuanto su acompañante lo vio empezó a correr hacia ellos. Cuando HyunJin mencionó que tenía un hijo no imagino que sería un casi niño, pensaba que tenía máximo un año, pero aquel ser humano que el rubio tenía en sus brazos tenía tres años mínimo, eso sí que confundió al estudiante ¿qué edad tenía HyunJin cuando su hijo nació? Esa pregunta y muchas más empezaron a brotar de su cabeza.

—Soy un terrible padre, lo sé—le habló a RaeWo mientras este lloraba en el hombro de su padre, y un SeungMin colocó su mente en blanco para observar eternecido aquella escena—Ya, mi vida. Ya estoy acá.

El castaño nunca se imagino que Hwang fuera padre y mucho menos uno tan tierno. No es por nada en particular pero HyunJin es aún bastante joven, los veintitrés años no son exactamente la flor de la joventud, pero sigue siendo una buena edad para salir, conocer gente; y su profesor tiene toda la apariencia de alguien que sale cada fin de semana y se conquista a alguien por que quiere y puede, se ve que cometió un gran error al juzgar un libro por su portada.

—¿SeungMin?—el nombrado volvió a salir de sus pensamientos una vez más cuando aquella chica pronunció su nombre. El menor reaccionó rápidamente y no le dio tiempo a que la cuidaradora dijera algo más puesto que este salió casi corriendo de ahí.

Hwang miro extraño la situación pero al ver que Park no le tomó importancia, decidió que él tampoco le iba a importar. Después de agradecerle una vez más por cuidarlo hasta que llegue salió de la guardería encontrándose a Min apoyado en el auto, con los ojos cerrados y respirando lentamente.

—¿Todo bien?.

—Todo perfecto—respondió, abriendo sus ojos e intentando mostrar la mejor sonrisa.

HyunJin le devolvió la sonrisa y volvió a colocar su mirada a su hijo.

—¿Te parece si vamos por un helado?—Rae se limpiaba sus lágrimas con sus pequeñas manitos y toda su atención se coloco en su papá en cuanto escucho la palabra "helado” —de esos del parque, que son tus favoritos.

El pequeño Hwang empezó a asentir con la cabeza efusivamente, no había mal que un helado no cure.

—Bueno, primero vamos a dejar a SeungMin en su casa y luego vamos por ese helado ¿bueno?—habló, acomodando bien el asiento de su hijo en la parte trasera del auto.

—No—respondió este negando con la cabeza y cruzando los brazos.

—¿Cómo que no?—RaeWo siguió negando con la cabeza—¿Quieres que nos acompañe?.

El niño respondió con un “sip” , el quería su helado de una vez y no le importaba si aquel chico castaño de apariencia tierna les acompañaba o no. HyunJin cerró la puerta del auto, y vio que su estudiante aún seguía afuera de este con la vista pegada al celular.

flor de oro ❀ hyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora