0.13; the least i can do for you

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—¡HyunJin!—el nombrado hizo todo lo posible para colocar una sonrisa en su rostro en cuanto vio a su hermano mayor atravesar el local el cual había citado para tomar un café.

—JinYoung—comentó levantándose de su asiento para poder abrazar a su hermano, habían pasado unos buenos cinco años desde que no lo veía, pero aún así seguía igual que siempre. La edad no le afecta.

El abrazo duró un buen tiempo, más de lo que el menor hubiera querido pero no podía separarse así no más, no recordaba que su hermano sea tan cariñoso.

—Este debe ser el pequeño RaeWo—comentó sorprendiendo al padre de este, no era posible que con tan solo verlo automáticamente piense que era su hijo—los papás me comentaron un poco de él.

—Por supuesto que lo hicieron...—susurró para sus adentros observando al mayor, ya había descubierto que era lo diferente con él. Se había hecho otro piercing en la oreja izquierda—Rae, el es tu tío JinYoung. Saluda.

—Hola YoungYoung—comentó, colocando una sonrisa grande que logró derretir el corazón del mayor. RaeWo realmente era muy bueno para los apodos.

—Hola pequeñín.

Tomaron asiento frente a frente mientras que el menor estaba a su lado, empezaron a ver los menús y pedir la comida, y una vez esta en su mesa empezaron a hablar de la vida.

—Deja de mirarme así y preguntame lo que tienes en mente—comentó, llevándose un pedazo de su pastel a la boca.

—¿Por qué volviste?—preguntó intentando no sonar tan brusco—hasta donde sabía tenías una comprometida en Tailandia.

—De hecho, nunca llegó a ser mi comprometida, lo estaba pensando y lo iba a hacer pero de repente llegó alguien—contestó, soltando una risa nerviosa—y ese alguien básicamente es la razón por la que estoy aquí. Y que Naya no quería volver a verme.

—¿Y quién es ese alguien?.

—Es un chico.

HyunJin dejo de alimentar a su hijo para mirar con cierta confusión a su hermano, no lo conocía tanto a pesar de ser de sangre, pero de algo que estaba seguro era que JinYoung era la persona más heterosexual que conocía, había tenido novias toda su vida y hablaba de ellas como si fueran diosas griegas—y lo eran—, nunca le gustó mucho la demostraciones de afecto que le hacían sus amigos ni la de su hermano. Por lo cual que JinYoung salga homosexual es bastante sorpresivo, pero claramente no le disgusta.

—Vaya, no sabía que eras gay.

—Yo tampoco, pero si tengo a un hermano que es gay; dfícil que no me influya un poco.

—Primero, no nos vemos hace cinco años así que no me eches la culpa—bromeó, soltando una risa sincera desde que se reunió con su hermano—y segundo no soy gay, soy bisexual.

—Vas por los dos y ninguno te da atención, todo mal, HyunJin.

El rostro de el menor de los hermanos era digna de una fotografía, podías sentir lo indignado que se sentía por aquel comentario—que aunque le doliera era cierto—, hasta su propio hijo se empezó a morir de risa por el rostro de su padre.

—A lo que iba, yo amaba de verdad a Naya, era la chica de mis sueños—continuó, volviendo al tema principal—pero de repente este chico, que es un ex compañero de la escuela me comienza hablar de la nada, y no se, de un día otra empezamos a hablar todos lo días sin falta ya sea por chat, llamada o videollamada, contándonos nuestras vidas, nuestros días y joder, el sentimientos que sentía era tan fuerte a pesar de estar distanciados. Me sentía tan bien, tan vivo, tan cómodo...

—Que decidiste dejarlo todo para venir acá e intentar algo verdadero con él—completó Hyun observando a su hermano que por primera vez lo sentía tan pequeño e indefenso.

—No me juzgues.

—¿Como podría juzgar al hijo pródigo?—bromeó otra vez para aligerar un poco el ambiente—pero enserio, Jin. Jamás podría juzgarte, es tu vida y puedes hacer lo que quieras si es lo que te hace feliz y espero que lo haga.

HyunJin podría no querer lo suficiente a JinYoung como otros hermano lo hacen pero al fin y al cabo le tiene suficiente aprecio para estar siempre ahí para él, esperando que sea feliz con lo que quiera, ya sea con una chica, un chico, con cingo gatos, dos perros o solo. Él quiere ver a su hermano feliz sin importar que.

—Gracias HyunJin—sonrió con tanta sinceridad en sus acciones y palabras—pero creo que te jodi un poco la vida con mi llegada ¿no es así?

—Ni que lo digas—respondió ayudando a Rae a que termine el sandwich de jamón y queso que le pidió.

—Dejame ayudarte entonces—comentó sacando una tarjeta de su billetera—mi amigo trabaja en una  librería y me dijo que podría darte trabajo, la paga seria es muy buena y solo trabajarías en la tarde.

—Ya trabajo en la mañana como profesor y por más que quisiera darle una buena vida a mi pequeño tampoco me gustaría tener que dejarlo todo el día.

Una cosa era dejar a RaeWo toda la mañana en la guardería, ahí se entretenía, jugaba y aprendía de vez en cuando. Pero además de no tener suficiente dinero—ni querer abusar de Bambam—no sabría que hacer con su hijo en la tarde que no sea la guardería, no puede dejarlo solo en su casa ni tampoco a cuidado de Felix ni de JeongIn; y Chan no era una opción porque al igual que él, trabaja.

—Es lo menos que puedo hacer por ti para ayudarte, así que piénsalo ¿si?—alentó su hermano—sea cual sea tu decisión, llámalo.

La salida con JinYoung resultó ser mucho más agradable de lo que imaginaba, ya no eran dos adolescentes que no podían respirar el mismo aire que él. Ambos son adultos empezando a vivir la cruda realidad.

[...]

—Ya que RaeWo va a estar con KyunRae, yo digo que Chan, tú y yo vayamos de fiesta mañana—comentó Felix entrando al departamento de su amigo luego de que haya colgado la llamada.

—¿Enserio estabas escuchando mi conversación?—la madre de RaeWo le había informado que sus amigas le invitaron a una de sus casas a cenar para poder conocer a su hijo, así que mañana en la noche iría a recogerlo y lo devolvería al día siguiente ya que no sabría a que hora terminaría su cena y para no molestarlo a altas horas de la mañana, se lo llevará a su casa.

—Tal vez, pero no es lo importante ¿qué dices?—preguntó Felix bastante entusiasmado—de tiempo que no salimos de fiesta, ya pues.

Hizo un puchero para convencer a su amigo de salir, habían pasado por lo menos unos dos meses desde que los tres amigos no salían ya sea a bailar o a tomar, sus dulces veintes fueron arrebatados en un abrir y cerrar de ojos.

—¿Dónde quieres ir?—preguntó, no le haría mal relajar un poco su mente del cuidado de Wo.

—En la casa de un amigo de la universidad—comentó sonriente que Hwang este pensando en aceptar—es de confianza así que va estar a otro nivel. Entonces ¿le entras?.

—Bien, acepto.

Felix empezó a dar saltitos de felicidad por que aceptó salir. Fue a abrazar a su amigo con todas sus fuerzas, para luego llamar a Chan y convencerlo de salir, y así el trío de oro volvería a sus mejores épocas, donde solía cada fin de semana a disfrutar de la vida.

flor de oro ❀ hyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora