capitulo 39

597 44 10
                                    

Narra amaia

Llegué a mi casa con un amargo sabor de boca. No me gustaba ver a Alfred de la manera que lo vi por la noche, pero lo que menos me gustaba era verlo actuar conmigo de esa manera tan fría. Me hacía mucho daño y lo peor es que no sabía que le pasaba. Todo había ido tan bien ese fin de semana en Londres que creía que al menos podía ir bien entre nosotros...

Pero no entendía para nada que me hablara como lo hizo cuando estaba borracho. Dicen que los borrachos siempre dicen la verdad y él me dijo de todo menos bonita... no entendía nada y quería hablar con él sobre eso. Sabía que ahora se sentía mal, pero cuando estuviera recuperado lo haría y hablaría con él de todo esto.

No sé por qué me importaba tanto el hecho de que Alfred e comportara así conmigo, pero lo hacía de una manera que nunca creí posible. La verdad que cuando me senté en el sofá de mi casa no pude evitar ponerme a llorar sin parar. Necesitaba soltar toda esta angustia que sentía por dentro, aunque por más que llorara no hacía que esta mala sensación se me quitara por dentro.

Lo peor fue que mientras estaba llorando apareció Aitana que vino hacia el sofá y me dio un gran abrazo, ya que en estos momentos un abrazo era lo que más necesitaba en estos momentos. Lo que no sabía es como era que Aitana no estaba en el colegio.

Aitana: ¿amaia estas bien? Anoche te fuiste y has vuelto por la mañana. He estado muy preocupada por ti

Amaia: nada Aitana. Es que Alfred estaba raro y estaba muy borracho

Aitana: ostras eso explica muchas cosas

Amaia: ¿el que?

Aitana: están rulando unas imágenes por internet de Alfred potando y tú sujetándole la frente

Amaia: mierda... mira que yo estoy acostumbrada a que me saquen ese tipo de imágenes, pero Alfred no está acostumbrado a eso...

Aitana:¿pero que le pasaba?

Amaia: pues la verdad que no lo sé pero estaba súper raro conmigo y me dijo muchas cosas impropias de él

Aitana: ¿ y lo habéis hablado?

Amaia: estaba un poco malo como para hablar con él...

Aitana: pero amaia ¿tú le has hecho algo?

Amaia: ¿yo? ¿a qué te refieres? Si no lo veía desde Londres y la verdad es que estuvimos muy bien allí- dije eso y sin poder evitarlo se me enrojecieron las mejillas. La verdad es que todo lo que sucedió en Londres fue muy mágico y casi ni podía creerme que hubiera sido real ya que había significado muchísimo para mí.

Aitana: ostras ¿te lo follaste amaia? Madre mía si yo lo sabía a ver si os casáis ya hombre y os dejáis de tonterías hombre ya

Amaia: Aitana, por favor no digas esas cosas. ¿Quién te ha enseñado a hablar así?

Aitana: pues tú- dijo entre risas

Aitana: además no me has negado lo otro en

Amaia: no te voy a contar nada sobre eso

Aitana: bueno no soy tonta, pero Amaia no seas tonta y lucha por él. He visto cómo te mira y ojalá hubiera alguien que me mirara como él lo hace contigo de verdad

Amaia: Aitana, sabes que lo nuestro no es real

Aitana: madre mía tú estás ciega. Ojalá cuando te des cuenta no sea demasiado tarde de verdad

Amaia: no quiero discutir contigo sobre esto ahora. ¿ me vas a decir por qué no estás en el instituto?

Aitana: pues porque hoy había una excursión y yo no voy

Amaia: bueno... y Aitana ya que estás cotilleando tanto sobre mí ¿Cuándo me vas a decir con quién hablas? porque por cómo coges el móvil últimamente no puedes mentirme...

Aitana: bueno te lo digo porque tengo que contártelo... y por qué a lo mejor viene a Madrid este fin de semana...

Amaia: a ver dilo hermanita

Aitana: Raoul-dijo Aitana mientras miraba abajo para no ver la cara que ponía ante lo que acababa de decir. Casi no me lo podía creer. No podía ser otra persona... era nada más y nada menos que el hermano pequeño de Alfred y lo peor es que fuera ahora que estaba tan mal con él a saber por qué...

Amaia: pero a ver Aitana ¿raoul el hermano pequeño de Alfred?

Aitana: si...

Amaia: dios... la verdad que no me lo esperaba. Mira que hay chicos en...

Aitana: ya pero que le vamos a hacer hermanita tenemos gustos muy parecidos y nos gustan los de la misma familia

Amaia: que a mí no me gusta Alfred pesada

Aitana: te conozco y a mí no me engañas. Además si no, no te estarías comiendo tanto la cabeza como lo estás haciendo ahora por él. Amaia no todas las personas son como Carlos...

Amaia: a Carlos mejor ni lo nombres... y no me importa, es simplemente que si hemos firmado un contrato al menos me quiero llevar bien con él

Aitana: llámalo amor pactado o cómo quieras, pero tú te has enamorado

Amaia: a cabezota no te gana nadie hermanita

Aitana: lo sé todo lo malo se hereda pequeña amaia

Amaia: pequeña dices, pero serás...

Aitana: bueno amaia cuéntame que tal en la fiesta de Rosalía que entre una cosa y otra no me contaste nada

En ese momento recordé todo lo de la fiesta en cómo me había besado con Diego y cómo después en la habitación cuando lo íbamos a hacer dije nada más y nada menos que Alfred.... Esto nunca me había pasado antes, eso de decir el nombre de otro en la cama, pero la verdad es que no podía parar de pensar en lo sucedido con Alfred en Londres. Lo peor de esto fue que me deje el móvil en casa de Rosalía y tuve que volver a la mañana siguiente para recogerlo...

Justo en ese momento la voz de Aitana me hizo bajar de mis pensamientos y dijo

Aitana: amaia cuéntame deja de quedarte en babia

Amaia: pues nada Aitana estuvo bien ¿qué quieres que te cuente de eso?

Aitana: pues no sé cómo nunca me llevas a las fiestas de famosos no puedo saber lo que hacéis allí- dijo Aitana mientras me miraba con ojos tiernos y haciendo un puchero

Amaia: mejor que no lo sepas pequeña. Tienes todavía quince años.

En ese momento recordé todo lo relacionado con el móvil y pensé en la posibilidad de que Alfred hubiera podido llamarme para pensarse algo. Cogí mi teléfono y vi que en efecto Alfred me había llamado por la mañana y parecía que se lo habían cogido. A saber lo que le habrían dicho. Ahora entiendo cuando me dijo que se iba a follar a una ya que eso es lo que él cree que hice con Diego y aunque en un principio pensara hacerlo no lo hice porque mi estúpido subconsciente me lo impidió y no me dejó...

Tenía que hablar con Alfred sobre todo esto, pero cuando escuchara que yo quería hacerlo con Diego va a seguir enfadado conmigo como lo está ahora. Aunque si soy sincera sigo sin entender por qué está tan enfadado cuando nosotros realmente no tenemos ningún contrato de exclusividad. Mientras no nos pillen no hay nada malo en todo este asunto.

Ahora tenía una cosa clara Alfred estaba muy enfadado conmigo y por un lado tenía razones, pero por el otro no. Toda esta situación me estaba confundiendo bastante y me hizo pensar también en las palabras de Aitana que pese a tener tan solo quince años era mucho más inteligente que cualquier persona que conozco. Además era una persona que siempre pensaba mucho las cosas antes que hacerla. Yo cuando tenía su edad no pude ser una adolescente de verdad debido a que las discográficas me agobiaban mucho con los plazos y las canciones, pero al menos ella aunque sea a su manera está viviendo su adolescencia.

No podía parar de pensar en esta circunstancia y me preguntaba a mí misma ¿y si de verdad estoy enamorada de Alfred García? Y si resulta que era así ¿lo habré perdido para siempre por eso que le he hecho?









Amor pactado (Terminada Y Editando )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora