capitulo 53

541 43 19
                                    

Narra amaia
Fui con Aitana hacia el dormitorio. Sabía que ella estaba incómoda, pero creo que no era consciente de lo incómoda que me sentía en esos momentos. Aitana no paraba de mirar al suelo y aún seguía roja por el beso así que le dije
Amaia: a ver Aitana. No te voy a reñir por nada como tú crees.
Aitana: ¿enserio? Si te he visto roja cómo un tomate. Creía que me ibas a prohibir verle más.
Amaia: por eso puedes quedarte tranquila. Pero que sepas una cosa, no sé si ya has dado cierto paso con él, pero tienes que saber que soy tu hermana y aunque no quiero que me cuentes ciertos detalles me puedes preguntar lo que quieres. Aunque te advierto que me cuesta algunas cosas y no verte como la pequeña Aitana de diez años.
Aitana: tranquila Amaia que sigo siendo virgen, pero cuando me vea preparada y lo haga serás la primera en saberlo.
Amaia: gracias hermanita y me alegra que no tengas prisa en ese asunto.
Aitana: ya lo sabes yo siempre fui la sensata
Amaia: en eso tienes razón
Fuimos con Alfred y raoul que estaban teniendo una charla que parecía ser muy parecida a la que nosotros estábamos teniendo. Ellos habían tenido una infancia muy diferente a la de nosotras, pero no por ello estaban menos unidos como otras familias.  Todo lo contrario ellos dos se cuidaban y eso se notaba. Me gustaba mucho rodearme de este tipo de personas en mi vida, porque solo estas personas son las que me hacen bien. No como mi padre…
Madre mía me daba muy mala espina que me lo hubiera encontrado ya dos veces en este pueblo mientras que nunca antes en toda mi vida hubiera tenido ninguna noticia suya.

Narra Alfred
Le había pedido salir a Amaia y me había dicho que sí. Casi no me lo podía creer, era como un sueño hecho realidad. Es verdad que para el resto de personas estábamos saliendo, pero lo más importante para mí era que lo fuéramos para nosotros mismos.
Lo peor fue que después de nuestra cita vimos a su padre y la verdad que fue uno de los momentos más incómodo jamás vividos. No me gustaba ver a Amaia sufrir de esa manera por verlo a él. Él había sido su peor pesadilla y ahora ya lo había visto dos veces en el mismo día. Ojalá no aparezca nunca más y se vaya lejos de nuestra vida para siempre. Cuando le miré a los ojos solo pude ver odio y me dio mucho miedo que existieran persona así en el mundo, pero lo peor de esto es que pese a la justicia que existía en el país no era suficiente para tener a una persona como aquella estuviera en prisión.
Llegamos a casa y cuando llegamos vimos a Aitana con Raoul dándose el lote en el sofá. Vi la cara de amaia y estaba bastante agobiada. Su cara empezó a enrojecer al ver esta escena. No es que a mí me gustara verlo, pero al fin y al cabo tienen quince años y es normal que se den besos aunque me da miedo que den más pasos en su relación. Raoul me lo solía contar todo y no me dijo nada sobre eso, así que espero que sea dentro de mucho tiempo…
La verdad es que tenía ganas de escuchar lo que habían hablado Aitana y amaia. Cuando amaia se ponía en plan protector me gustaba mucho, era como ver una cara mucho más tierna de ella ya que aunque estuviéramos oficialmente juntos siempre habría una parte de ella que parecía inquebrantable. A decir verdad me gustaba que fuera así, ya que eso le daba un toque misterioso y único.
Al fin vinieron las hermanas romero, pero aunque intenté sonsacarle alguna información a Amaia no logré sacarle nada. Tan sólo me dijo que eran cosas de chicas y que no tendría porqué preocuparse.
Acabamos los 4 en el sofá y nos pusimos a ver una peli. La peli era de miedo y se llamaba sinister. A mí me encantaban esta clase de pelis, pero al parecer a Amaia nada, pero como le gustaban también a Aitana acabamos viéndolas. Raoul tampoco ha sido nunca de ver esas películas. Siempre que las veía solía tener pesadillas, pero esperaba que esta noche no fuera así porque con lo cagado que era. Había dos sofás en el salón y en uno de ellos estábamos amaia y yo mientras que en el otro estaban Aitana y raoul. La verdad que amaia estuvo más tiempo escondiendo su cara en mi pecho que viendo la película, pero estaba muy a gusto. Hasta que noté que se quedaba dormida, entonces decidí que yo me iba también a dormir. La cogí en brazos como si de una princesa se tratase, ya que al menos para mí lo era y fui hacia nuestra habitación, pero cuando llegamos amaia abrió los ojos como si fuera por arte de magia y empezó a reírse sin parar. Yo me quedé sin entender nada, no sabía porque se estaba empezando a reír así que le pregunté

Alfred: ¿qué pasa amaia? ¿por qué te ríes?
Amaia: ¿no es obvio? He conseguido lo que quería. Dejar de ver la peli
Alfred: pero serás dije entre risas mientras me ponía encima suya y me ponía a hacerle cosquillas sin parar. La verdad que en el fondo me hacía mucha gracia como actuaba amaia. Era como un bebé que intenta conseguir las cosa de alguna manera. Además a mí el hecho de llevarla hacia  la cama.
Nos dormimos abrazados y la verdad es que es de las mejore sensaciones del mundo ya que las vivo con ella, el amor de mi vida. Y si he dicho amor de mi vida porque nunca antes me había sentido de una manera parecida. Ella tiene algo especial y para mí ahora mismo es muy fácil proyectarme en un futuro con ella. Cuando pienso que en algún momento esto se podría terminar como alguien descubriera que empezó siendo una falsa me moriría por dentro y no sería capaz de superarlo.
Me da bastante miedo decirle a Amaia que pienso en un futuro con ella, porque aunque haya dicho que sí para lo de ser novios ella nunca ha sido una mujer de compromisos. Nunca le han gustado mucho y si soy sincero a mí tampoco, pero desde que la conozco pese a mis 20 años soy capaz de pensar en eso y más.
A la mañana siguiente me desperté más temprano porque tenía una melodía en la cabeza y tenía que lograr tocarla para poder escribir la partitura después. Cuando la toqué me di cuenta que fallaban algunas cosas, pero eran un buen comienzo así que empecé a cantarla, pero de pronto apareció amaia con esa cara de recién levantada que vuelve loco a cualquiera y esa sonrisa de oreja a oreja. Yo no sé cómo lo hacía, pero incluso hasta por la mañana estaba guapísima.

Amaia: oye, ¿qué tal si hacemos otra canción los dos y la escribimos juntos? entre los dos seguro que sale increíble. Me encanta lo que has escrito, pero se me acaba de ocurrir algo que puede hacerla todavía mejor.
Amaia me enseñó sus ideas y la verdad es que empastaban a la perfección al igual que nuestras voces en esta bonita canción. Esta canción tenía algo que me encantaba y en mi interior pensaba que jamás me cansaría de una canción como esta.
Grabamos la canción con el móvil y se lo pasamos a Raul que nos dijo que le había encantado y que incluso íbamos a grabarlo la semana que viene cuando volviéramos de nuestro fin de semana. Nos dijo que descansáramos mucho y volviéramos muy morenos así que eso hicimos y nos fuimos todo el día a Cadiz a disfrutar de su maravillosa playa.
Los cuatro nos lo pasamos genial, pero al fin era hora de volver a la rutina y dejar atrás el sur que tantos buenos momentos nos había dado. Habíamos disfrutado mucho y nos había servido para unirnos los cuatro mucho más de lo que estaba antes. Yo tengo mucha mejor relación con Aitana al igual que Amaia con Raoul.
No cambiaría por nada del mundo este fin de semana, nos había servido también para fortalecernos como pareja aunque todavía notaba a Amaia con el tema de ser pareja. Sé que a ella le cuesta más que a otras personas, pero quería que nuestra relación siguiera dando pasos hacia delante, pero con cuidado para no asustarla demasiado.
Llegamos a Madrid y sinceramente estaba eufórico, pero no me hacía a la idea de lo que podía cambiar mi vida en un tiempo ni cuánto me arrepentiría de algunas decisiones y de no haber hecho caso a algunas situaciones con las que me había enfrentado.











Amor pactado (Terminada Y Editando )Where stories live. Discover now