capítulo 13 La estrella blanca (André y Golondrina)

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-Es la quinta de esta semana-Le comentó el capitán de la guardia a una chica bajita, de largos cabellos azabaches que se perdían en el interior de su gabardina. Lo más llamativo eran sus ojos color café, levemente rasgados, además de un pequeño colgante con forma de golondrina que besó antes de que su superior tirara bruscamente de la sábana dejando a la vista Él maltrecho cuerpo de una muchacha joven de unos veinte años de largos cabellos dorados y ojos ensangrentados . La chica se agachó junto al cuerpo y comenzó examinarlo minuciosamente.

-Ummm veamos- pensó mientras apartaba el cabello con delicadeza dejando a la vista un orificio a la altura de la carótida- ¿una bala? Ummm, no, una bala le hubiera destrozado la garganta. Tampoco es obra de un puñal pero entonces que es... fue provocada por un objeto punzante de eso no cabe duda ¿pero que objeto es capaz de atravesar una zona tan sensible sin provocar una hemorragia? -Fascinante- concluyo al acercarse un poco más y descubrir decenas de filas de venas sobrepuestas alrededor del orificio

- Los hombres especulan que podría tratarse de un vampiro- le comento con cierto reparo

-Los colmillos de los vampiros son un poco más pequeños y suelen ir en pares ya que sus dientes se regeneran al consumir sangre provocando que no puedan perderlos además si fuera un chupasangre estaría como una breva,...No, lo que sea que la ataco no era un vampiro. ¿Se sabe la causa exacta de la muerte?

- Lo más escalofriante es que la causa es un traumatismo craneal seguramente debido a la presión ejercida en los ojos es como si algún bruto le hubiera clavado los pulgares hasta reventárselos

- No veo nada extraño en ello.

-No lo entiende, la cosa es que debería haber muerto antes de recibir el golpe- Le explicó sombrío mientras realizaba un ademán con la mano para indicarle a sus hombres que le dieran la vuelta dejando a la vista dos enormes cortes en forma de arco que surcaban desde su hombro izquierdo hasta el costado derecho seccionándole la columna vertebral en el proceso.

- ¡Qué mierda...!-Murmuró antes de alargar la mano y extraer una pequeña flor ensangrentada que se encontraba atorada en el fragmento de columna expuesto- Parece que tenemos algo- le aclaró con una leve sonrisa en los labios.

- ¿Una flor?- le preguntó confuso

- No es solo una flor, se trata de una Llama Espectral, más conocida como la flor de los enamorados, un producto de lujo y excesivamente raro. La chica se quedó mirando la mano izquierda de la muchacha que permanecía cerrada dejando entrever unos pétalos que sobresalían cerca de la palma- parece otra flor de los enamorados pero esta podrida curioso parece que no toleran el agua pero por alguna razón la sangre no las perjudica- murmuró antes de incorporarse

- ¿Y ahora qué?- demandó el capitán ya que había examinado el cadáver con anterioridad y no había encontrado nada reseñable.

- Lo mejor seria llevársela y rajarla- le comentó con cierto desdén antes de alejarse del cuerpo con las manos en los bolsillos- Ah y otra cosa,llamadme antes de abrirla necesito comprobar algo, en privado

- Pensaba que estabas en la taberna- Murmuró la chica nada más salir del callejón a un joven alto de cabellos canela levemente enmarañados. Se la quedó mirando a la vez que esbozaba una sonrisa antes de preguntarle como había ido.

-Sospecho que es alguien rico y obsesionado con el amor- le explicó la pequeña detective realizando varios ademanes con la mano.

- Pero eso es fantástico ya tenemos una pista podemos empezar a investigar sin que tengas que hacerlo...- dijo confiando en que su amiga le diera la razón pero para su desgracia esta negó con cierta resignación a la vez que suspiraba

- Ya lo hemos hablado André tengo que hacerlo, es mi trabajo- Le aclaró antes de que el muchacho agarrara su mano.

-No quiero que te hagas daño, si sigues con esto...- masculló a la vez que una lágrima rodaba por su mejilla.

-André... estaré bien lo he hecho cientos de veces y no tengo ni un rasguño- le recordó antes de sugerirle que se fuera a dar una vuelta ya que ese sitio no parecía tan deprimente como el último y que se reunirían a la hora de comer.

-Prométeme que si notas algo raro saldrás inmediatamente.

-Puffff te lo prometo- le aseguró con hastío zafándose de su torpe agarre.

Ya en el depósito la guardia esperaba con cierto desgano la llegada de la joven detective.Se encontraban esparcidos por toda la habitación ya fuese fumando,bebiendo o simplemente hablando estaban apoyados sobre las camillas o estantes.

-Siento la tardanza he tenido un pequeño contratiempo- les informó entrando en la sala con paso tranquilo. Finalmente se detuvo junto a la camilla. Todos se la quedaron mirando expectantes ansiando ver eso de lo que todos hablaban, el extraño poder de antaño que te permitía revivir los recuerdos de los difuntos, la legendaria Estrella Blanca- ¿Podríais salir? aprecio el silencio cuando trabajo- les espetó señalando la puerta.

- ¿Qué?, no, queremos verlo- Le impuso uno de los reclutas más jóvenes antes de que el capitán apuntara con la barbilla a la salida para indicarles que los quería fuera.

-Puede proceder, nada ni nadie la interrumpirá- le aseguró cruzándose de brazos a la vez que clavaba sus ojos en la muchacha que suspiró antes de quitarse el guante derecho y posar tres dedos sobre la fría frente de la difunta .

-Veamos, ¿qué tienes para mí?- susurró cerrando los ojos a la vez que cientos de imágenes borrosas aparecieron zumbando en su cabeza- Hace frío-Pensó levantando la mirada encontrándose a un hombre alto y robusto que ocultaba su rostro bajo una capucha medio raída que la miraba fijamente antes de levantar la mano y señalarla. Sentía como se acercaba, como los viejos cantos rechinaban bajo sus tacones para después comenzar a sentir una férrea quemazón en la espalda que se intensificó hasta el punto de obligarla a apretar los puños y los dientes para evitar gritar de dolor. Sintió como algo la sujetaba y la obligaba a darse la vuelta topándose con un horripilante rostro blanco arrugado quedando los ojos semiocultos.

La pequeña detective se desplomó mientras murmuraba palabras sin sentido y su cuerpo convulsionó hasta quedar completamente inmóvil.

-¡Ay dios, ay dios! Joder esta muerta ahora pensaran que he sido yo tendré que huir de la ciudad, buscarme un nuevo empleo, empezar de cero, no, otra vez no,tengo que acabar con esto antes de que empiece- masculló sombrío agarrando una pala corroída por el óxido. Cuando se disponía a deshacerse del cadáver este se incorporó como si de un resorte se tratara a la vez que inhalaba una bocanada de aire. Esto causó que el capitán diera un bote chocando con una estantería cercana tirando varios frascos.

- ¿Por qué no pude escuchar nada? y ¿Qué era esa cosa?-Susurró mientras las gotas de sudor helado recorrían su rostro

EL Círculo ( Editando Y Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora