La Recuperación

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Ubicación: Base secreta del psi-corps.

La teniente Caeldrel flotaba de manera placida dentro del cálido líquido amarillento, este era una solución la cual tenía suspendidos millones de nanorobots cirujanos destinados a curar sus heridas y quemaduras, también contenía nutrientes y analgésicos destinados mantenerla alimentada, sedada y cómoda, este fluido estaba hecho también para que la chica fuese capaz de respirar dentro de él; estaba contenido dentro del tubo de recuperación de polialeación blindada transparente.

Fue metida allí para recuperarse de la horrible herida recibida en la pierna derecha durante el combate por hacerse con el cuarto de control de armas de la fábrica de montaje del imperio graor

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Fue metida allí para recuperarse de la horrible herida recibida en la pierna derecha durante el combate por hacerse con el cuarto de control de armas de la fábrica de montaje del imperio graor. El médico estaba haciendo su ronda como de costumbre en la sala de recuperación mientras revisaba tanto su estado como los datos y demás vicisitudes de quienes descansaban en aquel lugar. En sus palabras resultaba la sala más tranquila no solo del hospital, sino de la base, siempre había un extraño sonido aunque los monitores por alguna razón mostraban una inusual actividad cerebral en la mayoría de los allí reunidos; el galeno observaba con detenimiento a esta hermosa rubia assaree quien tenía sobre su cuerpo esta extraña membrana de tonalidades verdosas con líneas muy blancas y brillantes las cuales parecían tener vida propia pues aparentaban fluir de arriba hacia abajo del atlético cuerpo de la oficial. Fue entonces que escuchó pasos entrando al lugar, de reojo el oficial médico originario del mundo conocido como Tyertnoss vio entrar a una aelfa sombría enfundada en su uniforme de labores, estampado en un patrón de camuflaje del tipo de ciudad; bajo su brazo izquierdo sostenía la gorra y sin más se paró frente al tubo de regeneración por nanorobots donde estaba sumergida su amiga Caeldrel aunque en cuanto la distinguió dentro de ese tanque puso una expresión de extrañeza muy genuina, dirigió sus ojos rojizos hacia el doctor Drensser y le preguntó.

–¿Qué es eso que tiene sobre su cuerpo la teniente Mel, doctor?

–No tengo idea teniente –contestó aquel oficial médico–. Cuando le removimos su armadura de infiltración esto se encontraba sobre su piel, parece un tipo de simbionte el cual esta unido a ella, no tengo idea como llego a su cuerpo, pero si puedo decirle que de no ser por eso muy posiblemente no estaría viva.

–¿Pero cómo? –preguntó de nueva cuenta Nrrelia.

–Ya le dije que no sé como llego a ella esa cosa y no es posible quitárselo –respondió aquel tiernarth de ojos grises en tanto revisaba los datos sobre Caeldrel en su tableta holográfica táctil.

–Escuche doctor ella es mi amiga, se la encargo mucho, en cuanto despierte avíseme –replicó Nrrelia con una expresión muy seria.

–Así lo haré señora –contestó aquel hombre cuadrándose.

Entonces Nrrelia se dio la vuelta para dejar aquel lugar con una muy sincera expresión de preocupación y dolor en su rostro, debido la herida en el muslo derecho de Caeldrel, inclusive le resultaba incomprensible el que no lo hubiera perdido e incluso muerto, puesto que la severa quemadura se extendía por un área muy grande, pero esa cosa resultaba ser aquello que la perturbaba más puesto que nunca se percató en el momento en el cual lo obtuvo, además de que nunca había visto algo parecido y debido a que por órdenes fue obligada a hacer una misión especial para su casa y se enteró de la suerte de la chica Mel en cuanto revisó los informes de los miembros sobrevivientes de las Sombras Carmesí, sus pasos eran rápidos e indicaban la ansiedad que sentía en esos momentos y cualquier miembro de su casa quien la viera la desconocería pues la idea general era que los aelfos sombríos solían ser seres fríos y calculadores, pero esta mujer de aquella raza de piel violácea por así decirlo se había encariñado con su encargo, el cual tomó forma desde que conoció a la tía de Caeldrel hace más de doscientos años.

Captain Caeldrel MelWhere stories live. Discover now