Epilogo

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Epilogo

Ubicación: Planeta Saenir,  mundo capital del sistema Mendor.


Algunos días más tarde Caeldrel bajó en el espacio puerto, no esperaba a nadie para recibirla así pues en cuanto tocó el suelo levantó sus fardos y se encaminó a la oficina de migración, en donde hizo pasar su cristal de identidad, en cuanto distinguió de quien se trataba el oficial se ofreció para llevar su maleta, pero ella se negó con una amable sonrisa.

—No será necesario oficial Jenkins, siga en sus labores, yo puedo sola —respondió ante tal ofrecimiento mientras levantaba la maleta más grande.

Varios minutos más tarde bajó del transporte de alquiler luego de haber recorrido el camino donde como de costumbre observó con pesar los cráteres dejados por un bombardeo orbital de hacía varios años durante las guerras religiosas. La puerta automática del vehículo se abrió permitiéndole bajarse, de hecho tampoco permitió que la ayudase el chófer y caminó por la banqueta deteniéndose en la puerta de acceso a la torre de su familia.

Con cierto desgano se paró frente al acceso, las puertas se abrieron en cuanto verificó sus datos bio-metricos entonces entró, y fue recibida por los mismos guardias del lugar a quienes no pudo decirles que no en cuanto se acercaron para ayudarle, un par de minutos más tarde las puertas del ascensor se abrieron y pasó al piso donde estaba la oficina de su hermano, sin embargo debió esperar varios minutos pues al parecer estaba atendiendo a alguien más, así pues solo cruzo las piernas y recargó la cabeza en la pared la cual estaba decorada de manera muy espartana, la secretaría le dedicaba miradas furtivas esperando que ella no se percatase de ello, pero la verdad no le importaba si aquella muchacha quien estaba muy nerviosa la miraba de tal o cual manera.

—Thessa Breria —le saludo con desinterés antes preguntarle—. ¿que tengo tan interesante para ti?

—N... nada mi señora Caeldrel

—Tranquila, ¿puedes decirme quien esta con mi hermano?

—S... su tía Arhialla creo yo

—¿Como que crees?, no estas segura de ello

—E... es que en realidad n... no estaba en mi escritorio cuando llego su señora tía.

—Entiendo Thessa, gracias linda —contestó muy despacio—, entonces estarán largo rato charlando, mejor iré a mi habitación, por cierto, ¿sabe como están mis subalternos y los Caballeros Mentales?

—Aaammm, hasta donde se están muy divertidos en la propiedad de su familia a donde les envió, y según se están junto con los subalternos de la comandante.

—Gracias linda —expresó Caeldrel antes de levantarse e irse a su cuarto a paso rápido aunque con cierto agotamiento, una vez dentro tomó una ducha muy larga en la tina, estiró una de sus bien formadas y atléticas piernas por sobre la espuma viendo como escurría el agua jabonosa por su piel blanca, luego movió los dedos de su pie y recorrió con la mirada aquel cuarto el cual tenía más de un año que no veía, el cancel de cristacero escurría las gruesas gotas de agua sobre el vapor condensado encima de aquella superficie lisa, soplaba la espuma haciéndola desprenderse y caer con torpeza, estaba contenta y dejo escapar un largo suspiro sobre todo cuando pudo ver el muslo donde había recibido aquella herida la cual casi la mata en aquel abordaje, pasó los dedos sobre la casi inexistente cicatriz dejada por el sistema de regeneración por nanorobots.

Captain Caeldrel MelOù les histoires vivent. Découvrez maintenant