La Anciana

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La lluvia caía fuertemente y el sonido de la gotas golpeando el techo se escuchaba alto y claro en toda la posada.

Era un día lento y sinceramente sería un milagroso si consiguiéramos clientes hoy. Yo no trabajo en la posada, sino que es propiedad de mi hijo y mis nietas.

Verdaderamente nuestro familia si que ha caído estas última generaciones. Antes éramos famosos monjes y sacerdotisas, los guardianes del viejo templo al pie de la montaña, pero ya no más.

La primera gran guerra shinobi arrasó las aldeas circundantes, quitando al templo seguidores y recursos. Sólo hace pocos años que se reconstruyó una nueva aldea, pero el daño ya esta hecho.

Desde la primera guerra mi familia trató de mantener el templo y sus enseñanzas vivas, pero sin seguidores o recursos, y tan alejado de la civilización, resultó ser una causa pérdida.

Cuando ya no pudimos mantener el templo, cuyo nombre mis descendiente ya no recuerdan, mis hermanos y hermanas en vergüenza abandonamos nuestro apellido. Sin el templo no éramos más monjes o sacerdotisas, ya no éramos un clan.

El templo murió, y nuestro clan con el.

Por eso no me negué cuando mi hijo abrió una posada, no podía negarle el sustento a su nueva familia.

Pero fue una linda sorpresa que la abriera tan cerca del viejo templo, se sabe que no es un área muy transitada lo que lo convierte en un inconveniente para una posada. Se que ese hijo mío lo hizo por esta vieja kaa-san suya.

De verdad estoy muy feliz de que reconstruyeran esa aldea, al menos ahora el tráfico de viajeros nunca escasea y no tengo que sentirme culpable. De verdad fue un lindo detalle ¡Pero ese hijo mío podría ser un poco egoísta! Por el Rikudo al menos que pensara en la comodidad sus hijas.

—Aquí tienes tu té baa-chan.

—Aaah~ gracias Yoko-chan. Tu siempre tan atenta.

Con una sonrisa arrugada acepte el té ofrecido y con una reverencia mi nieta vuelve a retirarse, lo más seguro a continuar con las labores de la posada.

Mi nieta Yoko con 12 años es la más joven de mis nietas, y aunque suene mal, ciertamente es mi favorita. Ella, a diferencia de su padre y sus hermanas mayores, me ha preguntado activamente sobre la historia de nuestra familia y el templo. Puede que sea una anciana amargada, y tal vez sea por eso, pero transmitir las tradiciones de nuestra familia es lo más importante para mi.

¿Quien sabe? Tal vez en unos años cuando muera, Yoko tome mi lugar como sacerdotisa y reabra el templo.

Claro, solo es un buen sueño, pero una anciana puede soñar.

El sonido de la campanilla interrumpe el golpetear de la lluvia, atrayendo mi curiosidad.

Un grupo de shinobis empapados entraron por la puerta. El shinobis mayor, el de cabello plateado y máscara, se acercó a mi nieta mayor pidiendo hospedaje.

Si que eran un grupo diverso esos shinobis, además del shinobis mayor también esta acompañado por un trió de mocosos de la edad de mi dulce Yoko-chan. Una chica quien supongo es kunoichi por su banda en la cabeza, de corto cabello rosa y vestido rojo. Un chico, que no puede ser nada menos que un shinobi, de cabello negro y vestido se blanco y azul. Y otro chico rubio, quien por su ropa naranja me hace cuestionar si es un shinobi.

Los tres shinobis más jóvenes parecían más un trió de gatitos mojados más que un trio de peligrosos asesinos entrenados, pero no baje la guardia sólo por eso. Mientras más vieja, más sabía, sabía que hasta un Genin, el rango más bajo en las aldeas shinobis, podía matarnos a mi y todos en la posada sin problemas.

Es perturbador, pero así es la vida en este mundo donde la humanos pueden escupir fuego y los niños empuñan armas. Sólo de pensar en algunas de mis nietas como kunoichi me duele el alma.

Como sea, hay algo raro... Diferente en ellos... No, solo en los más jóvenes, más específicamente en chico rubio y el pelinegro.

Hmm... Esta sensación... Si, ya se que es... Si, si es eso... ¿Pero por que será tan fuerte?.. Ahh~ un misterio...

¿Debería ofrecer mis servicios? Si, tal vez ¿Por que no? Hace tiempo que no me he encontrado con alguien así, y aquí de repente aparecen dos ¿No me lo esta pidiendo el destino? Tal vez el mismo Rikudo Sennin.

Si, si... Que par tan interesante.

—... Vengan, vengan viajeros. Acercarse un poco a esta vieja obaa-sama. Esta les revelará secretos olvidados, secretos de otras vidas, de vidas que ya no recuerdan... Jijiji... Claro, por buen precio... Jijijiji...

Ecos de otras VidasWhere stories live. Discover now