¡DEVUÉLVEME A MI NOVIO!

21.

Yukhei se encontraba sentado sobre la mesa de pedidos con las piernas envueltas alrededor de la cintura de su novio mientras se besaban dulcemente.

— Hyung, sus labios son tan suaves y deliciosos. — Confesó Yukhei separándose un poco para sonreirle a Jungwoo.

El mayor se sonrojó un poco y sintió la suave caricia de su novio sobre sus mejillas, logró alzar su rostro y volvieron a unir sus labios en un tierno beso, Yukhei se bajó de la mesa y sin separarse de Jungwoo se dirigieron a una parte donde no serían molestados, el mayor de los dos empujó al otro para arrojarlo sobre un sofá cercano y posicionarse cómodamente sobre él, aquellos labios rosas y esponjosos se dirigieron al cuello de Yukhei y succionó la piel expuesta con hambre de su ser.

Un jadeo se escapó de su boca, la cual volvió a ser atacada por el mayor, quien empezaba a mover sus caderas de arriba hacia abajo rozando su erección con la del menor.

Yukhei llevó sus manos hacia el trasero ajeno y coló sus manos por dentro de la ropa, presionando cuidadosamente la entrada de su hyung, luego cambiaron de roles y Yukhei se veía encima de Jungwoo, despojándolo de su camisa, llevó su boca hacia su pezón izquierdo con su mano maltratando el otro.

— Yu-Yukhei...

El menor fingió embestidas contra el trasero de Jungwoo, perdiéndose en el deseo y placer de querer fundirse con el de una buena vez.

En eso la campana de la tienda sonó, anunciando la llegada de un cliente.

En aquella tienda jamás llegaban personas en busca de comprar té, pero ese día, justo ese a alguien se le ocurrió entrar.

Los chicos arreglaron sus cabellos y ropas para luego salir un poco agitados.

Al salir se encontraron con la señora Lee, madre de Mark.

— Yukhei, Jungwoo, ¿Ustedes saben dónde está Mark?, él no contesta mis llamadas.

— Él esta en Busan, de seguro se quedó sin señal. — Habló Yukhei mordiendo su labio.

— Muchas gracias, lamento haberlos molestado en un momento como esto, disfruten de ser jóvenes. — Dijo la señora antes de retirarse. 

Jungwoo sintió vergüenza y Yukhei soltó una carcajada antes de ir hacia su novio y lamer su lóbulo.

— Xuxi, mmmh, ¿Y si vamos a Busan?

Yukhei dejó de hacer lo que hacía y sonrió.

— Buena idea, vamos a hacer que Mark y Donghyuck queden juntos.

— ¡Sí! Desde que estuvieron aquí los shippeo.

...

Por otro lado Mark y Donghyuck se encontraban en el carro de la abuela del menor, rodeados por un silencio incómodo.

— ¿Hijo, cómo se conocieron? — Preguntó la anciana dirigiéndose a Mark.

El chico tardó unos diez segundos en contestar y habló.

— En la universidad, Yerim, la amiga de Donghyuck nos presentó.

Bueno, al menos eso no era mentira. — Pensó Donghyuck.

— Yerim, esa chica, estoy agradecida con los cielos de que no viniera con ustedes, debe estar muy triste por su relación. Verás hijo, ella está enamorada de Donghyuck pero el muy tonto no se da cuenta de ello.

Donghyuck iba a decir algo en contra de ello pero Mark habló.

— Yo pienso lo mismo señora, no hay peor ciego que aquel que no quiere ver.

— Así es hijo mío, ¿Podrías decirme cómo te llamas?

— Lo siento, que maleducado de mi parte, yo soy Lee Mark... ¿Y usted...?

— Dime Yongsun cariño, tu nombre es muy lindo, ¿Cómo te enamoraste de mi nieto?

— Aún no sabría decirlo, pero sus ojos son tan especiales, su compañía es algo que me mantendría con vida, tiene una personalidad muy bonita y sé que su amor puede llegar a ser muy real.

La anciana le sonrió y cantó una melodía reconocida.

— Donghyuck, él es un buen chico, estoy feliz por ti.

La anciana sabía muy bien que aquellos dos no tenían una relación establecida, pero desde que vio a Mark supo que era el elegido para su querido Donghyuck.