Capítulo 1: Seis años

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Un niño de ojos café se encontraba sentado en barandilla de la ventana de una gran biblioteca, hace poco había terminado sus "clases privadas" y gracias a ello, agregaba nuevas vendas a su pequeño cuerpo

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Un niño de ojos café se encontraba sentado en barandilla de la ventana de una gran biblioteca, hace poco había terminado sus "clases privadas" y gracias a ello, agregaba nuevas vendas a su pequeño cuerpo. Para su corta edad, ya tenia gran parte de su cuerpo vendado.
Mientras el viento ingresaba por la ventana a la biblioteca, moviendo los castaños cabellos del pequeño, se escucharon pasos apresurados que ingresaban a la biblioteca. Unos ojos azules preocupados conectaron de inmediato con la mirada del castaño.

- Dazai, ¿Tu y yo somos amigos? - pregunto un pequeño pelirrojo sin siquiera saludar, agarraba sus manos con nerviosismo. El castaño, que hasta ese momento había estado leyendo un libro, lo miro con curiosidad.

- ¿A qué te refieres, Chuuya? - pregunto el castaño dejando el libro de lado para escucharlo con mayor atención.

- ¡Es que hoy, la profesora, leyó un libro para nosotros! Y tenia un dibujo donde salía dos niños como nosotros jugando y decía que eran amigos porque tenían cosas que les gustaban a los dos...y- El pequeño se quedó callado mirándolo con los ojos llorosos, el castaño se sorprendió al ver que una lagrima caía lentamente por su pequeña mejilla, pero este se apresuró a secarla avergonzado.

- ¿Y que Chuuya? - pregunto acercándose a él para tomarle la mano, siempre hacían eso cuando uno de los dos se encontraba triste.

Chuuya nervioso, le soltó la mano sorprendiéndolo, pero solo fue por unos segundos, ya que lo hizo para dejar su mochila en el piso y luego volver a tomarle la mano

- Me dijeron... me dijeron mis compañeros que tu y yo no éramos amigos, porque éramos muy distintos- susurro apretándole la mano al castaño y mirándolo a los ojos, tenia las mejillas sonrojadas por las lágrimas que seguían corriendo libremente por sus mejillas.

- ¡Nosotros somo amigos, Chuuya! ¡Siempre hemos estado juntos! - Dijo el pequeño castaño convencido, no había duda de que en su mundo el pelirrojo era su único amigo. Cuando el llegaba herido de los entrenamientos de Mori, el que siempre estaba ahí para consolarlo era Chuuya.

Desde un principio, cuando a ambos los habían encontrado en las calles se habían vuelto inseparables, no eran del mismo lugar ni de la misma zona del barrio, pero el lazo que compartían era innegable. Sin embargo, entre los dos se notaban grandes diferencias dentro de la mafia, Dazai, era realmente un genio nato, aprendió casi todas las materias de inmediato, provocando que el jefe de la organización le tomara especial aprecio, pero no en un buen sentido, era más bien un sentimiento de posesión hacia el castaño. Así que, pensando que Chuuya influiría de mala manera en él, los separo, mando al pelirrojo a una escuela publica y a Dazai comenzó a enseñarle personalmente cómo funcionaba la mafia. En simples palabras a ambos niños se les enseño el mundo de distintas maneras, sin embargo, siempre lograban escabullirse para estar nuevamente juntos, ya sea, compartiendo la habitación o simplemente pasando tiempo juntos.

- Pero.... No tenemos nada que nos guste a ambos, yo...yo suelo jugar con mis juguetes y tú siempre estas leyendo

- Si tenemos cosas que nos gustan a ambos, además, yo también leí un libo de amistad y decía que para ser amigos tiene que haber amor - Exclamo emocionado el castaño

- ¿Amor? ¿Qué es eso? - pregunto curioso el pelirrojo, el castaño lo miro pensando, el tampoco sabia muy bien que era el amor, es decir, ambos solo tenían 6 años, ninguno entendía muy bien la profundidad de esa palabra.

-Es cuando alguien te gusta muchooo, más que las galletas que comemos a escondidas

El pelirrojo abrió los ojos sorprendido, eso era mucho, a él le gustaban mucho las galletas de chocolate que robaban a escondidas de la cocina principal del edificio

- Entonces ¿Me quieres más que las galletas de chocolate? - pregunto Chuuya mirándolo a los ojos con inocencia sin soltar su mano

- ¡Si, me gustas más que las galletas! ¿Y tú?

- Me gustan las galletas de chocolate, pero me gustas mas tu- respondió de inmediato - pero y ¿lo que dijeron mis compañeros?

- Los niños mienten - le respondió orgulloso el castaño, había escuchado esa frase una y otra vez de los adultos - no debes creerles

- ¡Tienes razón!

Ambos se sonrieron cómplices y se sentaron juntos, Dazai continúo leyendo su libro y Chuuya comenzó a dibujar en uno de sus cuadernos de dibujo. Luego de unos minutos en silencio, el pelirrojo se levanto y le entrego un dibujo.

- Este si es un dibujo de amistad - le exclamo, mientras le señalaba el dibujo que había hecho, en el había dos niños sonriendo - en este si hay amor, en el dibujo de la profesora no había.

El castaño le sonrió emocionado y con cuidado guardo el dibujo entre las páginas de su libro, sabia que, ese dibujo sin duda era un gran tesoro.

El castaño le sonrió emocionado y con cuidado guardo el dibujo entre las páginas de su libro, sabia que, ese dibujo sin duda era un gran tesoro

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Gracias por leer ❤️❤️❤️❤️

A tu lado - Soukoku (Terminado)Where stories live. Discover now