Capítulo 4: Nueve años

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Un pelirrojo miraba por la ventana principal encantado, la ciudad estaba completamente llena de luces de colores y la los árboles navideños adornaban cada rincón que podía lograr observar

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Un pelirrojo miraba por la ventana principal encantado, la ciudad estaba completamente llena de luces de colores y la los árboles navideños adornaban cada rincón que podía lograr observar. Sus ventanas eran básicamente toda una pared, así que se sentó en la alfombra para mirar todo sin perderse ningún detalle.

Eran realmente unas hermosas vistas, lo que podía esperarse de noche buena, sus compañeros le habían mencionado que la pasarían comiendo una gran cena y luego abrirían los regalos que les traería Santa, pero cuando le preguntaron que haría, él solo dijo que intentaría pasarlo bien, no era ingenuo como ellos al creer que Santa le traería algún regalo, después de todo no existía, o eso había dicho Dazai entre risas, notando demasiado tarde que el Chuuya estaba en la habitación.

Algo triste miro alrededor de la habitación y noto que no había ningún adorno, ningún árbol, nada que demostrara que esa bella fecha había llegado, sobre todo era porque dentro de la sede estaba prohíbo decorar con cualquier adorno de navidad, pero eso no le importaba, lo que sí, era que estaba solo, no debería sentirse triste, cuando dormía en las calles era mejor estar solo para que no intentaran robarles sus cosas, pero aun así no podía evitar pensar en lo genial que hubiera sido estar con Dazai, pero....

Flashback

- ¿Dazai-kun estas aquí? - Exclamó Mori ingresando a la habitación del mencionado

Ambos niños se encontraban sentados en la mesa, Chuuya revisando las tareas que le habían enviado y Dazai ayudándolo con lo que no entendía, pero ante la voz ambos se giraron a mirar. El castaño, al ver de quien se trataba se tenso de inmediato, aprentando con fuerza el lápiz que estaba su mano, Chuuya también miraba, pero sin ningún pensamiento en especial, además, de lo raro que era verlo de frente. Dazai siempre se encargaba de que ambos no se chocaran casi nunca.

- ¿Qué quieres? - le exclamo el castaño, con una mirada teñida de rojo

- ¿No te dije que esta noche teníamos una cena con los jefes? Y no te veo vestido como te indique - le dijo sonriendo a pesar de la mirada que el pequeño le estaba dando

- No iré, ahora vete, no vuelvas a entrar aquí sin invitación - dijo con un gruñido Dazai, Chuuya lanzo un jadeo sorprendido por cómo había tratado al jefe de la mafia y se sorprendió aún más cuando Mori comenzó a reírse.

Cuando hubo parado, dirigió su mirada por primera vez desde que había entrado a la habitación hacía Chuuya

- Vayaaa, ¿No eres Chuuya-kun? Como has crecido, siento que no te veo hace mucho tiempo

El castaño se sentó derecho en la silla y solo porque Chuuya lo conocía mucho noto que este se tensaba con ira. Con cuidado se levanto de su silla y le hizo una pequeña reverencia a Mori, tal como le había dicho Kouyou nee-san que hiciera si se llegaba a chocar con el jefe.

A tu lado - Soukoku (Terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora