Capítulo cuatro

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Las primeras clases del día habían finalizado y la hora del almuerzo llegó. El grupo de Savannah se encontraba en la cafetería comiendo y riendo sobre cualquier cosa.

Luke alzó la mano hacía la mesa donde se encontraban sus compañeros del equipo y algunas las porristas, y el grupo se lo devolvió.

Desde que Luke había entrado al equipo de fútbol americano tres años atrás, muy pocas veces se había sentado con ellos, solamente en ocasiones muy especiales. Savannah le habría preguntado sobre aquello y él solamente respondió:

"—Tal vez sean geniales y tengamos buena onda tanto fuera de la cancha como dentro de ella, pero Trevor y Nick son mis mejores amigos desde la primaria, ellos son como mis hermanos. Y a los hermanos no se los cambia."

Savannah se había sorprendido ante tal declaración. Ella no sabía qué era tener hermanos, pues era hija única, pero tenía primas y a Mackenzie y había entendido a Luke cuando respondió.

La rubia rueda los ojos divertida al ver como Luke le guiñaba el ojo a una chica que pasó por la mesa de ellos; Trevor negó con la cabeza y Nick soltó una risa.

— ¿Nunca descansas? —le preguntó Savannah a Luke.

—Jamás —le respondió este.

Mientras los chicos y Savannah hablaban sobre alguna película de Marvel, Nick empezó a buscar con la mirada a alguien. Durante cinco minutos observó el lugar hasta que dio con la persona.

Ahí sentada sola, comiendo mientras leía un libro, se encontraba Phoebe Brown. Había querido hablar con ella después de la clase de historia, pero sus amigos lo habían arrastrado hasta la clase español porque iban a llegar tarde, por lo que no pudo y estaba esperando el almuerzo para poder hablar con ella y conversar sobre lo que harían.

—Chicos, ya vengo —anunció Nick y todos asintieron, incluyendo Savannah que frunció el ceño, pero no dijo nada y siguió con sus amigos.

Nick se levantó y empezó a caminar hasta la mesa donde Phoebe seguía devorando los libros. Notó que llevaba un jean negro, unas sandalias del mismo color y una remera manga larga. Su cabello iba suelto y observó que le quedaba por la mitad del pecho. Ni largo ni corto.

Nick sonrió un poco y se sentó frente a ella. Phoebe sintió la presencia de alguien y extrañada levantó la vista del libro para encontrarse con la mirada del chico. Un lindo chico ante sus ojos.

—Hola —saludo este.

—Hola —saludo la otra.

Se quedaron en silencio por unos segundos sin saber qué decir, algo que Nick pensó que era absurdo, pues solamente había ido para hablar sobre el trabajo.

—Soy Nick y tenemos un trabajo juntos —dijo él.

—Phoebe —se presentó—, y sí, tenemos un trabajo juntos. ¿Repartimos la tarea? —preguntó ella.

— ¿Qué? —cuestionó extrañado él—No, claro que no. Lo haremos juntos, es lo justo y así debería ser.

Phoebe se sorprendió. En su anterior colegio, los compañeros que tenían eran muy vagos y nunca hacían nada, por lo que siempre hacía los trabajos ella. En parte no le molestaba porque prefería trabajar sola, siempre había sido independiente; pero, por otro lado, le molestaba que sus compañeros siempre le tomaban el pelo.

Pero lo que más le molestaba era el hecho de que ella nunca se defendía.

—Oh, entonces... —trago saliva nerviosa—, ¿cómo nos organizamos?

— ¿Te parece estudiar en la biblioteca que se encuentra a unas cuadras de acá? —Phoebe asintió—Excelente, ¿mañana a las tres? Entre más rápido empecemos, mejor.

Phoebe estaba más que de acuerdo con él.

—Perfecto.

Nick le sonrió y ella se la correspondió.

A lo lejos, Savannah estaba riendo con sus amigos hasta que la mirada cayó en la mesa donde se encontraba Nick y la chica nueva hablando. La rubia sintió algo en su pecho, pero no sabía qué era. 

Infinitos Quebrados. #WDA20Where stories live. Discover now