Capítulo diez

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—Está claro que el profesor de literatura me odia —dice Samantha con una expresión de enojo al salir de clases. Savannah se ríe en voz baja, pero no lo niega. Ambas caminan hasta llegar al casillero de la porrista.

—Debes hacer el mejor trabajo que él puede esperar —aconseja Savannah. Ella la mira y asiente.

—Es verdad. Tengo que demostrarle que se equivoca y que soy la mejor —afirma.

Ambas se quedan charlando por un largo rato esperando para ir a la próxima clase. Había pasado una semana desde la reunión en esa cafetería y todo iba genial en el grupo. Después de unos días, Luke se dio cuenta que Samantha era una buena chica y no buscaba nada malo con su amiga; eso hizo que las cosas se volvieran más llevaderas. En cuanto a Phoebe, Savannah se llevó bien con ella, aunque no se vean todo el tiempo.

—Deberías juntarnos mañana para seguir con el trabajo de historia —propone Samantha y Savannah asiente de inmediato.

El profesor pospuso la entrega del trabajo una semana más, ya que se iba a ausentar esa semana por problemas personales. A ninguno de sus alumnos le importo porqué faltaría, pero sí que habían estado contestos por el plazo del tiempo de entrega.

—Estoy impresionada —soltó Samantha de repente. Savannah frunció el ceño—. Mira —señaló detrás de su nueva amiga; esta le hizo caso. Nick y Phoebe se encontraban hablando y sonriendo—. Phoebe es hermosa y sinceramente estaría un poco celosa si mi novio estuviese así con ella.

Savannah siguió mirando hacia esa dirección, y aunque entendía lo que su amiga decía, seguía pensando que no había nada malo.

—Nick es mi novio y no me está dando motivos para volver una loca novia obsesiva. Confío en él, lo juro.

Samantha asintió y no dijo más nada. Ella no había tenido en su corta vida, y no porque no tuviera oportunidad, ya que tuvo muchas citas (al ser del grupo de las porristas, su popular es evidente en la sociedad estudiantil); pero ninguna le dio la seguridad de empezar una relación. 



—Estoy seguro de que podemos terminarlo —dijo Nick animando a su compañera de trabajo.

Phoebe estaba agradecida con su profesor por pasar la fecha de entrega. Lamentablemente, ella y su compañero era de esos grupos que no tenían el trabajo a tiempo. Ella se sentía realmente mal al ver que tenían que apurarse para llegar a hacer el trabajo a tiempo; al contrario de su compañera —ahora amiga—, Nick estaba tranquilo pues, para él, estaban con buen tiempo y no tenían muchos cabos sueltos en el trabajo.

Aunque quisiera negarlo, Nick se encontraba divertido la ver la expresión de su amiga al ver que tenían poco tiempo, como creía ella. En el tiempo que llevan haciendo el trabajo juntos, él pudo notar que Phoebe era una chica expresiva, sin querer serlo.

Phoebe suspiró y asintió ante las palabras de su amigo.

—Tienes razón, no hay por qué alarmarse, ¿no?

A pesar de que lo intentó, Nick notó el tono de miedo en su voz y soltó una risa sin poder contenerse.

—No eres de los que se tardan en entregar los trabajos, ¿cierto? —pregunta.

Phoebe niega y Nick entiende el por qué de su reacción.

¬¬»Tranquila, no tenemos mucho qué hacer para terminarlo. Confía en mí, ¿sí?

Phoebe lo miró y los ojos de su amigo la hipnotizaron. Ella no había tenido muchos amigos a lo largo de su vida, si era completamente sincera. Muchas veces se preguntó por qué era así, pero entendía que al ser una persona tan tímida como lo era, se le dificultaba hacer amigos. Siempre odio esa parte suya, no entendía porqué tenía que ser así y detestaba ver como otros hacían amigos fácilmente y ella apenas podía ir a comprar a la tienda sin tartamudearle al vendedor. Cuando conoció a Nick —no solo en la cafetería, sino en el transcurso de los días— pensó que el destino le había dado un regalo del cielo al dejarlo en su camino. Muchas veces se preguntó si Nick estaba fingiendo ser su amigo, pero al final entendió que era lo contrario. Él se había mostrado tal cual es y estaba siendo sincero con ella.

Por lo que no dudó en responderle:

—Claro que sí.

Por alguna razón, Nick, al escuchar esa respuesta, sintió una sensación de orgullo y de satisfacción. Su estómago se contrajo y se quedó observando los ojos de su amiga que parecían más brillantes que nunca.

Nick había amado el color de ojos de Phoebe desde el primer momento, pero esa vez, sus ojos parecían de otro planeta al estar tan brillantes.

»¿Desde cuándo sus ojos brillan tanto... y desde cuándo me parecen los más hermosos que vi?«





Capítulo muy corto, pero algo es algo. Prometo venir con más y lamento la tardanza, mi mente se bloqueó. Espero que hayan tenido unas hermosas fiestas <3

Infinitos Quebrados. #WDA20Donde viven las historias. Descúbrelo ahora