Infinitos Quebrados. #WDA20

Capítulo catorce

—¡Savannah, rápido! ¡Llegaras tarde, cariño!

La rubia suspiró al escuchar a su madre y asintió para sí misma. Durante la noche, no había podido dormir por la conversación que había tenido con su novia el día anterior. No entendía porque Phoebe no le había dicho la verdad, pero se sacaría la duda al llegar a la escuela.

Después de desayunar y saludar a su madre, salió de la casa y empezando su rutina diaria. Llegó y fue directo a su casillero a buscar un par de cosas para su primera clase. Abrió la taquilla e ignoró el desastre de este, buscó lo que necesitaba y, antes de que pudiera cerrar la puerta ella, se cerró de golpe, asustándola. Unas risas se escucharon y miró mal a sus amigos que, sorpresivamente, estaban con Sam.

—Qué graciosos.

—Lo somos, fuimos nombrados los mejores bromistas del condado —bromeo Luke.

—Una muy mala elección, entonces —dijo Sav.

—Bueno, debo irme —anunció Samantha. Su amiga la miró confundida.

—Pero las clases no empiezan todavía.

—Lo sé, pero tengo reunión de porristas, por lo que me pierdo la primera clase —explicó y les guiño un ojo.

—Suertuda.

Samantha se fue, dejando al trío de amigos en el pasillo. Trevor miró a Savannah.

—¿Y Nick?

—No tengo idea, vine directo para acá y no hablamos a la mañana —respondió la novia. Ambos amigos fruncieron el ceño.

—Qué raro.

—Seguro llega tarde —dijo Savannah, pero no estaba prestando atención a la conversación.

Si hubiese pasado algo grave, Nick le hubiese avisado o a algunos de los chicos.

»Perdón, chicos, debo irme. Nos vemos en clases.

Sin esperar respuesta de alguno de los chicos, Savannah se alejó al encontrar a la persona que buscaba. Los chicos la miraron confundidos al verla irse de aquella forma. Nick, que recién llegaba, los miró divertido.

—¿Y esas caras? —preguntó.

—¡Llegaste! —exclamó Trevor—. Pensamos que llegarías tarde.

—Nahuel estaba de mal humor en la mañana y saben cómo es —explicó, sus amigos asintieron recordando al pequeño Jones.

Nahuel Jones no era un chico problemático sino un chico dulce, amable y ocurrente; pero con el peor humor de toda la familia. Ese carácter fuerte lo había sacado de su abuelo paterno, aunque lo superaba considerablemente.

»¿Sav?

—Se acaba de ir rápido —contestó Luke.

—¿Por qué?

—No tenemos idea, ni siquiera nos dejó despedirnos o algo.

Nick frunció el ceño confundido por la actitud de su novia. »¿Seguirá enojada por lo del fin de semana?», pensó.

Después de su llamada, hablaron por mensajes y poco. Ambos estaban enfocados en los trabajos y en las tareas. El último año era difícil, principalmente, si quieres conseguir las mejores notas y ganarte esa beca para la mejor universidad, o a la que te encantaría ir.

—De acuerdo...

Savannah pensaba mientras caminaba hacia su objetivo. No sabía exactamente cómo empezar la conversación, pero necesitaba hacerlo. No le gustaba los problemas y su madre siempre le aconsejó hacerle frente si tenía uno; Phoebe estaba siendo uno. Tal vez exageraba, pero ella le mintió sin una razón lógica que pudiese encontrar.

—¡Phoebe! —exclamó.

La mencionada se dio la vuelta confundida al escuchar su nombre. Precisamente no era popular ni muy conocida en el colegio para que alguien la llamará; pero se tranquilizó al ver a Savannah llamándola, aunque el sentimiento de culpa estaba empezando a aparecer.

Sabía que haberle mentido estaba mal, pero no sabía qué hacer.

—Savannah, hola.

—Hola, Phoebe —sonrío de lado la rubia—. Lamento haber gritado así, no me gusta llamar la atención; pero pensé que era necesario para que me escucharas.

—Esta bien, no te preocupes. ¿Todo bien? —preguntó Phoebe sonriendo.

—Eso debería preguntarte yo —replicó Savannah. Su voz había sonado más duro de lo que prendía, pero no cambió su expresión de seriedad. Phoebe dejó de sonreír.

—No entiendo —dijo, pero en el fondo sabía la posible respuesta.

—Creo que sí, Phoebe —Savannah suspiró—. No me caíste mal cuando te conocí, así que no quiero creer que eres una perra, Phoebe.

—No lo soy —interrumpió, ofendida.

—Entonces, responde por qué me mentiste cuando dijiste que no habías visto a Nick cuando salieron de la fiesta juntos e, incluso, te acompañó a tu casa.

Phoebe la miró y solamente pudo ver curiosidad, no enojo, como ella pensaba. »Nick le contó entonces«, pensó. Se mordió el labio y desvió la mirada. Ella entendía por qué Savannah podría pensar que era una perra por haberle mentido de aquella manera, no podía culparla.

—Lo siento, Savannah. Yo... sé que se ve muy mal, lo sé; pero no fue de maldad. Realmente no te conozco y, sinceramente, no sabía si te ibas a enojar con Nick por haberme acompañado a mi casa. No quería causarles problemas a Nick. Él fue un gran amigo conmigo desde el principio, no quería perjudicarlo...

—No soy así, Phoebe —la interrumpió indignada.

Entendía lo que intentaba decirle, pero ¿pensar que ella era una obsesionada, al punto de ser tóxica? Sí, le causaba nauseas de solo pensarlo.

—Lo siento.

Phoebe realmente se sentía avergonzada. Savannah la miró y suspiró.

—Esta bien —dijo finalmente. La rubia le sonrío de lado—. Entiendo por qué lo hiciste, no lo justifico, pero lo entiendo. No soy así, Phoebe. Entiendo que Nick tiene sus amigos y en ellos se incluyen chicas, pues me gustaría que, si fuera viceversa, él lo entendiera. Solo espero que no se repita, ¿sí?

—Totalmente —respondió rápidamente—. Estoy avergonzada, en serio que sí. Lo siento mucho, Sav. Espero que podamos conocernos mejor.

—Yo creo que sí —aseguró sonriendo.

Nick frunció el ceño al verlas juntas. Los tres amigos se acercaron a las chicas y él abrazó a Savannah por lo hombros; le dio un beso en la sien y le sonrió cuando sus ojos se encontraron. Amaba los ojos de su novia, siempre pensaba en ellos.

—¿Todo bien? —preguntó Trevor.

Las dos se miraron y sonrieron.

—Muy bien —contestó Sav—. ¿Vamos?

Todos asintieron y partieron a la clase mientras reían y conversaban. Nick miró a Phoebe y ella le sonrió; él se la regresó.

Los ojos de Phoebe también eran lindos. 

Tarde, sí (como demasiado); pero acá está. Espero que les guste. No odien a Phoebe, la queremos, ¿ok? Cuídense, chicos, mucho. 

#BlackLivesMatter SI ERES RACISTA, ERES IGNORANTE. NO MÁS RACISMO.