¡DEVUÉLVEME A MI NOVIO!

31.

Jisung y Donghyuck llegaron a la casa con sus maletas, cuando iban a entrar por la puerta los dos pensaron igual e intentaron pasar al mismo tiempo.

Como no lo lograron se vieron al rostro enfadados y Donghyuck con su pie empujó la maleta del menor, logrando que rodara por las escaleras.

— ¡Hijo de perra! — Exclamó Jisung furioso mientras lo fulminaba con la mirada.

— Tenemos la misma madre, inútil. — Dijo Donghyuck carcajeando por la expresión de su hermano.

— Que bueno que pienses eso de mí, Lee Jisung — Dijo la madre de los chicos apareciendo por la puerta — ¿Algo más?

— Ma-Mami... — Dijo el menor con voz temblorosa para luego acercarse a ella y abrazarla — Te extrañe mucho...

— ¿Pasó algo en el viaje? ¿No es así? — Dijo la mujer correspondiendo al abrazo de su hijo.

Donghyuck hizo una mueca y rascó su nuca intentando leer la mirada de su madre, de que sabía algo, sabía algo.

— Nosotros tenemos una charla pendiente Donghyuck — Dijo al ver que este no decía absolutamente nada — De esta no te salvarás ni cerrando los ojos.

...

— ¿Estás con el ex de tu mejor amiga Donghyuck? No creí que fueras capaz de caer tan bajo como para ir por las sobras que dejó Yerim.

La señora Lee se oía molesta, lo cual asustaba a Donghyuck, pero él no era el único que escuchaba el sermón de su madre, puesto que detrás de la puerta se encontraba Jisung enfadado por como pintaba las cosas su madre.

— Mamá — Dijo el menor de los Lee entrando a la habitación — ¿Ni siquiera serás capaz de escuchar la versión de tu propio hijo? Me parece una falta de todo si te soy sincero, no puedo creer que seas tan cruel como para reprenderlo con las palabras más feas que encuentres, pasaron años, muchos años para que el estúpido de mi hermano se diera cuenta como era en realidad Yerim, no quiero que tengan que pasar otros años para que seas tú la que termine de abrir los ojos, perdona que se los diga pero son unos tontos los dos, ¿Qué no saben que los niños dicen la verdad? Lastimosamente jamás me creyeron pero yo siempre mantenía el ojo puesto sobre Yerim, al cumplir trece años me cansé de advertirles y no dejaba de pedir por el día en el que Donghyuck viera realmente el lado malo de esa arpía, hasta que llegó al fin, ¿Sabes qué es lo que ha estado pasando todos estos días siquiera? No, no sabes nada, absolutamente nada como para juzgar a Donghyuck cuando él no tiene la culpa de lo que está pasando.