-- ¿estás bien? -- valen acariciaba mi cara, miraba el techo pensando en cómo decirle lo que tenia guardado -- te pasa algo, contame -- dijo suave
Giré mi vista y lo miré sin ninguna expresión, tenia mis ojos con algo de lágrimas pero no quería soltar ninguna, me miró preocupado y levantó su cabeza para mirarme.
Estábamos acostados mirando el techo de mi habitación, suspiré y volví a mirarlo él me miraba fijo y preocupado.
Me acurrucó en sus brazos y largué en llanto, odiaba sentirme insuficiente para el y también odiaba no tenerle la confianza que merecía.
-- amor, contame que te pasa -- susurró y tomó mi cara entre sus manos, el también tenia sus ojos con lágrimas
-- no puedo valen -- dije entrecortado -- no puedo intentarlo, no paro de maquinarme pensando en cuando me vas a hacer mal
-- ¿qué pensas hacer? -- preguntó con miedo, saqué la lágrima que caía por su mejilla y dejé un beso en el
-- quiero un tiempo, quiero pensar-- sonreí y desvió su mirada -- no pienses que no te quiero, yo te amo valen pero no puedo
-- no pasa nada ami, pasemos juntos esta última semana y me alejo de vos para que puedas pensar -- sonrió y se acercó a besarme
El beso mezclado con su aliento a menta y a las lágrimas saladas, tomo mi cintura y me sento arriba de el, escondí mi cabeza en su cuello y cerré los ojos contemplando la paz que tenía.
Quería pero no podía, no podia confiar en el y prefiero un tiempo para mejorarme a mí misma y poder retomar todo esto que fue muy rápido.
-- sos linda pero lastima que sos de boca -- dijo riendo, lo miré con el ceño fruncido y le robé su vaso de fernet -- igual te doy
-- vos sos un gallina, pero no te doy -- obviamente lo decía en joda, quien no le da.
Se sentó en mi cintura, ahora entiendo porque les gusta estar abajo, tiene una hermosa vista desde acá. Se inclinó y me intentó dar un beso pero le corrí la cara.
Quería jugar un rato, tomó mis manos y las puso a los costados de mi cara con las suyas encima intentaba darme besos pero lo esquivaba.
Me miró enojado y solté una risa, soltó mis manos y bajó de mi cintura, se acostó a mí lado dándome la espalda. No se había enojado, lo hacia a propósito.
Lo di vuelta y le llené la cara de besos, soltaba risas y me devolvía los besos.
Iba a ser difícil pasar los días después de estas semanas, mis besos comenzaban a bajar hacia su cuello donde mordí y pasaba mi lengua, sentía sus jadeos y como mordía su labio.
-- no me dejes ami -- soltó derrepente, no quería hacerlo pero no sabía que podría pasar.
Y no contesté.
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