«Canta con tanto sentimiento» decían algunos; «¿qué estará pensando cuando canta?» decían otros.
Murmuros se escuchaban entre la gente antes de que el chico entrara al pequeño escenario de aquel bar, que se hizo famoso por sus presentaciones en vivo...
Era un estúpido, lo sabía. Si tan solo no se hubiera metido en aquella deuda, no estaría ahí siendo golpeado el día de su cumpleaños.
Todo era silencio, el hombre que lo estaba golpeando no había dicho nada antes de empezarlo a golpear.
Su cara estaba intacta. Aquellos hombres eran conocidos por hacer daño sin dejar rastros que fueran muy visibles. Aunque su cara estuviera intacta, no podía decir lo mismo del resto de su cuerpo. No tenía ni un hueso roto, pero sabía que esos golpes le dejarían grandes hematomas que seguro durarían por un buen tiempo.
Se escuchó el sonido de un auto estacionarse justo en frente de la entrada del callejón donde se estaba llevando la golpiza de su vida. Namjoon confirmó que la persona que venía en el auto estaba ahí por él cuando los hombres que lo estaban golpeando lo tiraron boca abajo al suelo.
Adolorido, Namjoon intentó alzar su cabeza un poco para ver de quién se trataba, pero no pudo. Pronto unos zapatos negros, bastante costosos seguramente, se pusieron justo frente la cabeza de Namjoon.
De un solo movimiento, la persona frente a Namjoon levantó con uno de sus pies la cabeza del chico en el suelo.
—¿Ya viste qué le hacemos a la gente que no cumple con los pagos? —dijo aquel chico que Namjoon conoció hacía unos meses, cuando mendigaba por un trabajo a falta de dinero.
—Señor Park, lo siento pero no he podido juntar el dinero que me pidió como primer pago. Sus cobros son bastante al- —una patada de los hombres que lo estaban golpeando antes de que llegara el Señor Park llegó a su espalda haciendo que soltara un gemido de dolor y callara lo que iba a decir.
—Te dije perfectamente que no me dijeras por mi apellido, yo ya no tengo que ver con los Park. Soy Jimin o Señor Jimin, nada de Park, ¿entendiste? —terminando esa oración le escupió en la cara al chico que estaba sosteniendo con su pie.
—Señor Jimin, haré lo que me pida con tal de que no acabe con mi vida. —soltó Namjoon levantándose, con unas pocas fuerzas que ni él sabía de dónde sacó, y haciendo una reverencia con sus rodillas en el suelo.
Jimin sonrió de lado —¿Lo que sea?
—Claro que sí
—Chicos, pónganlo de pie. —Jimin chasqueó los dedos y los hombres que antes lo golpeaban lo levantaron por los brazos. Se acercó al chico y alzó su barbilla con su dedo índice —Hay un chico en el que estoy muy interesado— soltó la cara de Namjoon y comenzó a caminar. Uno de los hombre le sostuvo la cara a Namjoon para que no dejara de mirar al jefe. —Aquel chico es el que canta en ese bar famoso de la ciudad. Pero nadie se ha podido acercar a él. —Jimin lo miró a los ojos, haciendo que Namjoon sintiera que le estaban leyendo hasta el alma—Lo que tú tienes que hacer es enamorarlo, ser su novio por un tiempo y luego romperle el corazón. Así yo me acercaré a sanar su corazón y me amará con más intensidad por sanarlo.
Namjoon asintió frenéticamente, iba a ser fácil hacer lo que le habían pedido.
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