Capítulo 16 "El Macizo"

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Rissandra regresa con vestimenta adecuada. Una camisa negra con un estampado en el centro, y un pantalón igual negro, ajustable a las piernas para hacer que los movimientos sean más agiles.

—Ten —dice propinándome la vestimenta—. Ahí está un baño que puedes usar para cambiarte —Señala la puerta.

Voy al baño y la ropa me queda perfecta; Rissandra acierta con mi talla, pero creo que se ha olvidado de algo... El calzado. No tengo nada con que vestir los pies, y supongo que descalzo no podré salir de aquí.

Al salir del pequeño cuarto Rissandra me esperaba con un par de zapatos negros, sosteniéndolos a la altura de su pecho y moviéndolos.

—Creíste que lo he olvidado ¿verdad?

—Sí, por un momento lo pensé.

Tome los zapatos y los calcé. No sé cómo Rissandra sabe hasta la medida de mis pies, me han quedado perfectos. Camino en la habitación probándolos y ajustándolos al pie. Perfecto.

Hora del paseo.

Salimos de la habitación a un pasillo ancho con varias habitaciones más, y con bancas amobladas con vista a un televisor holográfico que muestra noticias y sucesos.

—Para un momento —le ordeno a Rissandra y me detengo a ver el contenido que demuestran.

—¡Anders, por favor! Esas "noticias" son basura, es mero contenido de multimedia preparados por ellos mismos, ni siquiera salen a la calle y hacen tomas en vivo ¿Has visto alguna vez a un reportero en la calle? ¿No, verdad? —Me quedo callado, pensativo—. Eso supuse.

Rissandra me toma del brazo y me obliga a continuar. Tres personas permanecen en la sala-pasillo mirando el holograma, quizás por no tener otra cosa que hacer, o simplemente está ahí para hacer ruido.

SALA DE RECUPERACIÓN.

El letrero iluminado en lo alto me confirma que estuve en recuperación. Orión también debe estar en esta sala recuperándose ¿Cuál será su habitación?

En total son doces habitaciones enumeradas con nombres extraños: Aries, tauro, géminis, cáncer, leo, virgo, libra, escorpio, sagitario, capricornio, acuario y piscis. Yo recuerdo que la puerta de donde he salido; tiene el nombre de «Virgo» grabado y debajo puntillos que brillan y se conectan formando una constelación. Nunca he visto una constelación en el firmamento, puesto que toda Atlea la cubre un cielo falso. Sin constelaciones, solo puntos que brillan de forma aleatoria sin formar ninguna figura.

Salimos por varios pasillos transitados por personas uniformadas de blanco, tal y como se viste el Doctor Arcturus, supongo que son encargados de salud.

Llegamos a lo que parece el centro de todo. Una barandilla de metal protege los corredores adyacentes, evitando caídas letales. En el fondo yacen varias mesas de comedor y sillas, con personas aglutinándose en ellas, comenzando a resonar un murmullo entre ellas.

Bajamos por los corredores y escaleras metálicas en forma de espiral,. En total son siete plataformas. Yo estaba en la plataforma cuatro, el piso de medicina. Creo que está en el cuatro de forma estratégica, es el piso de en medio, por si ocurre algún daño o desperfecto a las personas de las tres plataformas superiores e inferiores.

Las mesas y sillas de metal forjados en un gris plata, todas ordenadas de forma simétrica, provocan cierta sensación a la vista. Caminamos entre ellas, varias personas me quedan mirando, siento las cabezas levantarse para verme.

—¡Anders! —grita una voz a lo lejos.

Busco con la mirada y puedo ver, por fin, en la lejanía un rostro conocido: Creta. Me llego a ella junto con Rissandra. Creta se levanta de la silla y se me abalanza encima rodeándome con los brazos, siento su respiración acelerada cerca de mi oído y un suave quejido, no de dolor, no, es algo peor, como si se estuviese derrumbando por dentro y yo solo puedo sostenerla.

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